🗯RECUERDEN QUE SUBIMOS DE 3 A 4 CAP, CADA FIN DE SEMANA 🗯

Kamui

sábado, 25 de mayo de 2024



Astrid se encontraba sentado en la mesa del café, observando con asombro al hombre de cuarenta años que tenía frente a él. Una mezcla de emociones lo invadía mientras aquel hombre tomaba su mano con delicadeza. Mientras sentía el roce de sus dedos, su mente viajaba a través de los eventos que lo habían llevado a esta inusual cita.




Solo unos meses atrás, su vida dio un giro inesperado cuando recibió el impactante diagnóstico de una segunda pubertad. Los cambios fueron profundos y rápidos, transformándolo de un joven en sus veinte años a una mujer en desarrollo. Al principio, la confusión y la incredulidad se apoderaron de él mientras su cuerpo experimentaba transformaciones sorprendentes. Sus curvas se volvieron más pronunciadas día tras día, su cintura se estrechó, y sus pechos comenzaron a crecer de manera notable.

Pero no se detuvieron ahí los cambios. Su cabello, que antes había sido corto y rebelde, comenzó a crecer rápidamente, adquiriendo una suavidad y brillo nunca antes experimentados. Su rostro, una vez angular y juvenil, se volvió más suave y femenino con cada semana que pasaba. La piel de su rostro tomó una textura más delicada, y sus ojos, antes vivaces y llenos de energía, ahora reflejaban una profundidad y madurez que no correspondía a su edad cronológica.

Sin embargo, lo más desconcertante para Anton fue el envejecimiento aparente que experimentaba. A medida que su cuerpo adoptaba la apariencia de una mujer adulta, su piel también mostraba las líneas sutiles del tiempo, como si hubiera vivido muchas más décadas de las que realmente tenía. Este fenómeno no solo alteró su apariencia física, sino también su percepción de sí mismo y su lugar en el mundo.


Después de una serie de consultas médicas y pruebas exhaustivas, se confirmó su peor temor: sufría de una progresión de edad en su apariencia. Era un raro caso de segunda pubertad que lo conducía a desarrollar el cuerpo de una mujer madura en un período de tiempo excepcionalmente corto. 



Le tomó a Anton un tiempo considerable adaptarse a su nueva apariencia. Cada vez que se enfrentaba al espejo, una sensación de extrañeza lo invadía. Las líneas suaves y femeninas de su rostro, los rizos delicados de su cabello que ahora caían en cascada sobre sus hombros y las curvas pronunciadas que habían reemplazado a su figura juvenil le hacían sentir como si estuviera mirando a alguien ajeno a él mismo. A pesar de reconocer los rasgos familiares, emocionalmente se sentía como si estuviera en la piel de alguna de las amigas de su madre en lugar de en la suya propia.

Por suerte, sus padres, especialmente su madre, estuvieron a su lado durante todo el proceso de adaptación.  su madre le prestó algo de su propia ropa, ayudándolo a encontrar prendas que se ajustaran a su nueva figura con gracia y comodidad. Además, le brindó un invaluable apoyo emocional, alentándolo a aceptar y abrazar su transformación con valentía.


Para ayudarlo a integrarse en su nueva vida, su madre también fue instrumental en conseguirle un trabajo en la tienda de comestibles local. Cada vez que alguien preguntaba sobre la repentina aparición de Anton en el vecindario, inventaban una historia sobre ella siendo la prima recién llegada de su madre. Aunque esta farsa le resultaba incómoda al principio, con el tiempo se convirtió en una especie de escudo protector, permitiéndole una cuartada en un entorno más seguro y privado. Ahora se le conocia como Astrid la hermana menor de su madre.


A medida que Anton se sumergía en su nueva vida y construía relaciones en su comunidad, comenzaba a sentirse más cómodo en su nueva piel. Encontraba una sensación de pertenencia y aceptación entre sus compañeros de trabajo y clientes, quienes lo aceptaban tal como era, sin juzgar su apariencia cambiante. 

Después de un par de meses adaptándose a su nueva forma, Astrid comenzó a experimentar ciertas necesidades femeninas que antes le resultaban desconocidas. A medida que se sumergía más en su nueva identidad, comenzó a sentir una atracción inesperada hacia la imagen de figuras masculinas y varoniles, especialmente hacia los hombres que le mostraban atención en su trabajo en el supermercado. Descubrió que disfrutaba de la atención que recibía como mujer y, para su sorpresa, se encontró cada vez más atraída por los hombres, especialmente por aquellos de mediana edad.

Al principio, Astrid trató de reprimir estos nuevos sentimientos y deseos, luchando contra la confusión y la culpa que los acompañaban. Se aferraba a la idea de su identidad anterior, tratando de reconciliarla con las nuevas emociones que surgían en su interior. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, se volvía cada vez más difícil resistirse a la atracción que sentía hacia los hombres, y en particular hacia uno en particular: un viejo amigo de su padre.

Este amigo de su padre, cuya presencia evocaba recuerdos de su infancia y adolescencia, se cruzó en su camino de manera inesperada un día mientras Astrid trabajaba en el supermercado. Al verlo, una mezcla de nostalgia y excitación la invadió. Aunque sabía que estaba arriesgando mucho al permitirse sentir algo por él, la tentación de explorar esta nueva faceta de su identidad y encontrar una conexión genuina con alguien que tenía una historia compartida con su familia fue demasiado poderosa para resistirla.

Astrid ya conocía a Joel de antemano, sabía que era un buen hombre, pero ahora lo miraba de manera diferente. Ya no lo veía como una figura de autoridad, sino como una potencial pareja. La atracción que sentía hacia él crecía con cada encuentro, y la idea de estar con él la emocionaba y aterraba al mismo tiempo.

Por su parte, Joel se sintió cautivado por la belleza y la personalidad encantadora de Astrid desde el momento en que la vio. Su ingreso en la vida de Astrid fue rápido y decidido, expresando abiertamente su interés en ella. La química entre ellos era innegable, y Joel no podía resistirse a la tentación de ver a Astrid siempre que tenía la oportunidad. Mientras tanto, Astrid no perdía el tiempo coqueteando con él, disfrutando de la emoción de esta nueva conexión y la posibilidad de explorar una relación romántica.

Sin embargo, a pesar de la intensidad de su atracción mutua, había un inconveniente que pesaba sobre Astrid: el temor al juicio de sus padres. Temía que se sintieran decepcionados de ella al descubrir su relación con Joel, especialmente porque él era un amigo cercano de su padre. Por lo tanto, Astrid y Joel se veían a escondidas, manteniendo su romance en secreto para proteger a Astrid de las posibles repercusiones familiares. 

Después de varios meses de visita secretas al trabajo de Astrid, Joel invitó a Astrid a celebrar su aniversario en un elegante restaurante al otro lado de la ciudad. Astrid se sintió emocionada y nerviosa ante la idea de finalmente poder estar con Joel en público, pero su amor y la emoción de la ocasión superaron cualquier ansiedad que pudiera sentir. 



Ahora, sentada frente a este hombre en su primera cita al descubierto, Astrid se encontraba en una situación peculiar. Estaba en una cita con el mejor amigo de su padre, una situación que podía parecer incómoda, pero que en realidad estaba llena de complicidad y afecto mutuo. Se recordaba a sí misma que no tenía por qué preocuparse. Entre risas y coqueteos, Astrid y Joel disfrutaron de una velada maravillosa, compartiendo historias, risas y miradas cargadas de significado.


A medida que la cita avanzaba, Astrid se sentía cada vez más cómoda en la compañía de Joel, dejando de lado sus preocupaciones y entregándose al momento presente. Sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que la cita terminara y estuvieran en un auto dirigiéndose hacia el apartamento de Joel, donde finalmente podrían satisfacer esas necesidades femeninas que habían estado ardiendo en su interior durante tanto tiempo. 


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En ese momento, Astrid se permitió dejarse llevar por la pasión y el deseo, permitiendo que Joel la viera y la hiciera sentir como la mujer que realmente era. Con una sensación de anticipación palpable en el aire, Astrid se preparó para el próximo capítulo de su historia junto a Joel, dispuesta a explorar los límites de su amor y su identidad en un mundo que finalmente parecía estar a su alcance.

Astrid se despertó en la posición de cuchara junto a su hombre y se liberó con delicadeza para poder ir al baño. Mientras se miraba en el espejo, recordó con una sonrisa lo que había pasado la noche anterior. Se mordió el labio con lujuria, aceptando plenamente esta experiencia y pensando en lo maravilloso que sería tener esa experiencia todas las noches.

En un estado de éxtasis y felicidad, Astrid había ignorado por completo su teléfono, que estaba lleno de llamadas perdidas de sus padres. Solo se percató de las notificaciones cuando estaba en el baño, y decidió enviarles un breve mensaje para confirmar que estaba bien antes de volver a recostarse junto a su amado.

Esa misma tarde, Astrid llegó a casa, encontrando a sus padres claramente preocupados por ella. A pesar de las miradas ansiosas y las preguntas sin formular en sus labios, Astrid solicitó un momento a solas con su madre, ahora su hermana en esta nueva dinámica familiar. 

Una vez a solas, en la calidez de su intimidad compartida, Astrid desveló con emoción los detalles de su nueva relación con Joel,describiendo la pasión y el afecto compartido en cada momento que pasaban juntos. Desde la cena en el restaurante hasta los momentos en la intimidad, Astrid compartió cada detalle con su madre convertida quei ahora era su hermana, revelando la profundidad de sus sentimientos y la felicidad que había encontrado al lado de Joel.


Entre risas y abrazos, su madre convertida en hermana celebró la alegría de Astrid y la apoyó incondicionalmente en su nueva vida. Sus palabras de aliento y afecto llenaron la habitación, creando un ambiente de amor que envolvía a Astrid en un abrazo reconfortante. En ese momento, Astrid sintió la fortaleza de su vínculo familiar, sabiendo que, pase lo que pase, siempre tendría el amor y el apoyo de su madre.


Pasaron algunos meses desde que Astrid y Joel decidieron formalizar su relación. Para el padre de Astrid, esta noticia fue impactante. Aunque apreciaba a Joel como amigo de la familia, la idea de que su hija eligiera a su mejor amigo como pareja le resultaba un tanto difícil de asimilar. Sin embargo, entendía que el amor entre Astrid y Joel era genuino y que poco podía hacer para cambiar la situación. Su única opción era ofrecer su apoyo incondicional a Astrid en esta nueva etapa de su vida.


Con el tiempo, Astrid y Joel se embarcaron en una nueva aventura juntos. Después de compartir numerosos momentos de intimidad y cariño, decidieron dar el siguiente paso y mudarse juntos. Esta transición marcó el comienzo de una nueva fase en la relación, donde cada día descubrían más sobre el otro y consolidaban su vínculo como pareja.

Finalmente, en un cálido día de verano, Astrid y Joel intercambiaron votos y se prometieron amor eterno frente a sus seres queridos. Fue un día lleno de emoción y alegría, donde celebraron el amor que habían construido juntos y se comprometieron a enfrentar juntos los desafíos que el futuro les deparara.

En el primer aniversario de su boda, durante una cena íntima en su hogar, Astrid anunció emocionada que estaba embarazada. La noticia llenó de alegría y expectativa la casa, mientras Astrid y Joel se preparaban para dar la bienvenida a su primer hija juntos.

Astrid asumió con entusiasmo su nuevo rol como esposa y pronto también como futura madre. Durante el primer año de matrimonio, Astrid recibió el amor y el apoyo de Joel, pero también contó con el invaluable consejo y compañía de su "hermana", quien había sido un pilar fundamental en su vida desde el comienzo de su transformación.

Durante los meses siguientes, Astrid experimentó los cambios propios del embarazo: su vientre creció, sus senos se prepararon para la lactancia materna y su cuerpo se preparó para el milagro de la vida que estaba por venir.

En la primavera del siguiente año, Astrid dio a luz a gemelas, dos hermosas niñas que se convirtieron en la máxima expresión del amor compartido entre ella y Joel. La llegada de las pequeñas llenó de alegría y emoción el hogar de la pareja, y Astrid se sumergió con entusiasmo en su nuevo rol como madre.

Aunque a veces se sentía abrumada por las responsabilidades de la maternidad, Astrid nunca estuvo sola. Con el apoyo incondicional de Joel y la sabiduría y el amor de su "hermana", Astrid enfrentó con valentía y determinación los desafíos y alegrías de la crianza de sus hijas, encontrando en ellas la mayor felicidad y realización de su vida como mujer y madre.



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Una nueva oportunidad


Cuando Virgil llegó a su segunda pubertad en su vigésimo cumpleaños, nunca imaginó que llegaría a acostumbrarse.


Su cuerpo comenzó a cambiar de forma gradual. Su masculinidad se desvanecía cada día un poco más mientras su figura se volvía más femenina. Su cabello crecía largo y sedoso, sus músculos desaparecían, sus senos se desarrollaban, y sus caderas se ensanchaban. Su piel se volvía más suave y su cintura más estrecha. Básicamente, cada día perdía sus rasgos masculinos y los femeninos se intensificaban.


Finalmente, alcanzó su transformación final, convirtiéndose en una bella. Su cuerpo antes anodino era ahora el sueño húmedo de un hombre, la grasa se derretía y daba paso a curvas suaves y piernas largas y esculpidas. El peso desconocido de sus nuevos pechos, ahora lo suficientemente grandes como para necesitar un sostén, le recordaba a cada paso que nunca volvería a ser un hombre. También podía sentir cómo su rostro cambiaba de forma, con labios suaves y carnosos que ahora soñaba con envolver la polla de algún hombre afortunado. Lo último que desapareció fue su pene, introducido en su cuerpo y reemplazado por una hendidura limpia y con u n arbusto de bello quenlo cornaba.



Durante meses intentó resistirse, actuando como si los cambios no le afectaran. Pero en el fondo, sentía una presión creciente dentro de ella. La lucha interna entre aceptar su nueva identidad o aferrarse a su pasado masculino era intensa y constante.


Virgil se miraba al espejo, observando la figura femenina que había reemplazado a su antiguo yo. Al principio, la imagen reflejada le resultaba extraña, casi alienígena. Pero con el tiempo, empezó a notar detalles que le resultaban familiares: la forma de sus ojos, la curvatura de sus labios, la expresión en su mirada. Poco a poco, empezó a reconciliarse con la persona en la que se había convertido.



Avergonzado por los cambios y temeroso de la reacción de los demás, Virgil se sometió a una auto-cuarentena. Apenas salía de su habitación y solo contaba con el apoyo de su hermana, quien era la única que entendía su condición y estaba siempre pendiente de él.Sin embargo, los cambios en Virgil no fueron solo físicos. Comenzó a ver el mundo desde una perspectiva femenina, lo cual lo sorprendió y confundió al principio. Todo cambió una tarde mientras miraba la televisión. Se dio cuenta de que estaba observando a un presentador de un programa y lo encontraba sumamente atractivo. El hombre era alto, musculoso, y tenía un tono de piel oscura. Esta atracción repentina y fuerte hacia el presentador marcó un punto de inflexión


No quería admitirlo, pero en el fondo sabía que estaba fantaseando sobre lo que esos hombres podrían hacerle, y lo que ella les haría si tuviera la oportunidad. Anhelaba un hombre al que someterse, alguien que hiciera de su placer su única prioridad. Por más degradante que se sintiera, era lo único que se le ocurría. Este nuevo deseo la desconcertaba y, a la vez, la intrigaba.Virgil se sorprendía a sí misma imaginando cómo sería ser acariciada por esas manos fuertes, sentir el peso y el calor de un cuerpo masculino contra el suyo. Soñaba con la sensación de labios firmes recorriendo su piel suave, explorando cada rincón de su nuevo cuerpo con una devoción que nunca antes había experimentado. Sus fantasías se volvían más intensas cada día, llenas de susurros apasionados y gemidos ahogados.Empezó a darse cuenta de que su deseo no solo era físico, sino también emocional. Anhelaba ser dominada, entregarse completamente a alguien que la hiciera sentir viva y deseada. Estos pensamientos la consumían, haciendo que sus noches fueran un torbellino de sensaciones y anhelos que no podía ignorar.


Sobre su nuevo estado emocional, trató de pedir consejos a su hermana. Con cierta vergüenza y vacilación, Virgil compartió sus sentimientos y deseos. Su hermana, comprensiva y amorosa, le dijo que era normal y le sugirió que se autosatisfaciera para explorar y entender mejor sus nuevos impulsos."Eres una muner, Virgil. Es normal sentir todo esto. No te reprimas, conócete a ti misma," le dijo su hermana con una sonrisa cálida.Esa noche, Virgil siguió el consejo de su hermana. Se recostó en su cama, permitiéndose explorar su cuerpo con nuevas sensaciones y placeres. Sus manos recorrieron lentamente su piel suave, acariciando sus pechos y deslizando sus dedos por sus curvas. 

Cerró los ojos y dejó que sus fantasías tomaran el control, imaginando las manos de aquel hombre deseado tocándola, susurrándole promesas de placer en la oscuridad.Cada toque y caricia despertaba en Virgil una ola de sensaciones que nunca había experimentado. Sus gemidos llenaban la habitación mientras se dejaba llevar por el placer, descubriendo un nuevo aspecto de sí misma que la hacía sentir más viva y conectada con su cuerpo que nunca.

A estas alturas, Virgil acogió con agrado los cambios y se volvió insaciable ante la idea de ser penetrada. Se sumergió en su nueva identidad como Viginia, una mujer sensual y deseosa de explorar sus límites sexuales. Esta transformación la llevó a salir en público con confianza renovada, pero aún sentía un vacío que solo podía llenar con una experiencia más profunda y ardiente.


La masturbación dejó de ayudarla a satisfacer su necesidad de liberación después de los primeros semanas, y se dio cuenta de que ahora necesitaba algo más... físico. En el aniversario de su intercambio, virginia decidió que finalmente tenía que hacer algo al respecto.

Virginia anhelaba la sensación de ser completamente poseída por un hombre, de entregarse a sus deseos más oscuros y apasionados. La idea de ser tomada con fuerza y ​​placer la excitaba más allá de la razón, despertando un fuego ardiente en lo más profundo de su ser.

Decidió que era hora de buscar lo que tanto deseaba. Se aventuró en la noche, envuelta en una mezcla embriagadora de anticipación y deseo. Sabía que estaba lista para cualquier cosa que el destino tuviera reservado para ella, ansiosa por explorar los rincones más íntimos y prohibidos del deseo humano.




Su plan estaba trazado: salir, emborracharse y encontrar a alguien con quien perder su virginidad. Vigina buscó el vestido más escotado y revelador que tenía, uno que resaltara cada uno de sus atractivos: sus curvas y su piel canela.

No tuvo ningún problema con los primeros dos pasos; los hombres se le acercaban como moscas hacia la miel, pero ella estaba buscando al espécimen perfecto para entregarse. Ya que no solo queria tener seco con cual idiota que se le acercara  Entonces, la tarde del dia sigue lo vio: un hombre más alto que ella, musculoso y de piel oscura. Después de un par de copas, ambos acordaron un lugar más privado, y el hombre sugirió su habitación de hotel.

Una vez allí, mientras se desnudaba lentamente frente a su cita de la noche, un chico que eligió en el bar, virginia se dio cuenta de que estaba a punto de cruzar una línea de la que nunca podría regresar. La excitación y el nerviosismo se mezclaban en su interior, pero estaba decidida a seguir adelante.


Una vez desnuda ante él, virgina se encontró frente a frente con su deseo más profundo y oscuro. Estaba lista para entregarse por completo, para experimentar el placer en su forma más cruda y salvaje. Sin embargo, en ese momento de intensa intimidad, también se dio cuenta de que estaba a punto de descubrir una parte de sí misma que nunca antes había conocido, una que la llevaría a explorar los límites de su propia sensualidad y pasión.



No podía creer el tamaño del miembro de ese sujeto. Virginia no había fallado en su elección; solo había pedido que fuera gentil, ya que ella aún era virgen. El hombre sonrió y dijo que él era todo un profesional.

El hombre la tomó con suavidad pero con firmeza, guiándola hacia un mundo de placer desconocido. Sus manos expertas exploraban cada centímetro de su cuerpo, despertando sensaciones que nunca antes había experimentado.

Virginia se abandonó al placer, entregándose por completo a las caricias y los besos del hombre.  llevándola más y más cerca del borde de la lujuria.

El hombre cumplió su promesa de gentileza, pero también demostró ser un maestro del placer. Con cada embestida, Virginia se sumergía más profundamente en un océano de éxtasis, perdiéndose en la vorágine de sensaciones que la envolvía.


Y cuando finalmente alcanzaron el clímax juntos, Virginia supo que había cruzado un umbral, que nunca volvería a ser la misma después de esta noche de pasión desenfrenada.

Después del sexo, el hombre se presentó como un cazatalentos y explicó que buscaba chicas como Virginia para introducirlas en la industria del cine para adultos. Virginia pensó en ello; había disfrutado del sexo con ese sujeto, que resultó ser un verdadero profesional. Pero una cosa era tener sexo y otra cosa era grabarse teniéndolo.

Virginia no estaba segura de tomar esa decisión. Sin embargo, el hombre le dejó su tarjeta y le comentó que podría ganar hasta 15 mil euros por escena.

Virginia guardó la tarjeta en su bolso y salió del hotel. Mientras caminaba por la calle, su mente estaba llena de pensamientos y dudas. ¿Debería considerar la oferta? ¿Valdría la pena el dinero? ¿Qué implicaciones tendría para su vida y su futuro?

Se detuvo en una esquina, mirando la tarjeta entre sus dedos. Por un lado, la promesa de dinero fácil y una oportunidad en la industria del entretenimiento adulto era tentadora. Por otro lado, estaba preocupada por las consecuencias y el impacto que podría tener en su vida personal y profesional.

Penso en todas las posibilidades, conosia la indutria pero trabajar pqra ella... se imaginabal todas las pollas que se podia haber comidos




Con un suspiro, Virginia guardó la tarjeta en su bolso y continuó caminando. Sabía que tenía mucho que pensar y decidir antes de tomar una decisión tan importante.


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My ídolo

 

Taki Nakamura, un joven de 22 años, encuentra su vida entrelazada con la fascinante trayectoria de la idol Miku Hoshino. Miku, una estrella ascendente en la escena del entretenimiento japonés, ha capturado los corazones de millones con su cosplays y sus actuaciones magistrales. Para Taki, Miku es más que una simple artista; es una musa que despierta su imaginación y lo inspira a seguir sus propios sueños.



El pequeño apartamento de Taki es un santuario dedicado a Miku, decorado con pósters, mercancía oficial y recuerdos de sus presentacion en la conveciones de anime. Cada mañana, Taki se sumerge en el mundo de Miku a través de las redes sociales, devorando cada actualización y compartiendo cada logro con sus amigos en línea. Su admiración por Miku es obsesiva.

Miku, por su parte, es retratada por la industria como la soltera perfecta en busca del amor verdadero. Sus fotos en las redes sociales son un despliegue de atracción y coquetería, diseñadas para mantener a sus fans enganchados y soñando con la posibilidad de conquistar su corazón. 

miku a participado en cientos de realitishow de citas sin embargo siempre termina que que dando soltera.

Taki, como tantos otros admiradores, se deleita en cada publicación, imaginando que él podría ser el príncipe azul que Miku está esperando.



Una tarde, mientras Taki comparte una platica con su amigo de la infancia, Yuji, la conversación gira inevitablemente hacia su idol favorita. Taki elogia a Miku por su compromiso con sus fans y como presumia de aun ser virgen, admirando su dedicación a su carrera y su independencia. Sin embargo, la sonrisa burlona de Yuji sugiere que hay más en la historia de lo que Taki quiere admitir.


"¿En serio crees que Miku está soltera porque quiere?" pregunta Yuji, levantando una ceja con incredulidad. "Es todo parte del espectáculo, amigo. La industria del entretenimiento sabe cómo vender una fantasía, pero eso no significa que sea real".


Taki frunce el ceño ante las palabras de Yuji, defendiendo apasionadamente la pureza de Miku y su compromiso con sus fans. Sin embargo, a medida que la noche avanza, las semillas de la duda comienzan a germinar en la mente de Taki. ¿Podría ser cierto que la imagen pública de Miku es solo una fachada para ocultar su verdadera vida privada?


Decidido a descubrir la verdad, Taki se sumerge en un frenesí de investigación en línea. Escudriña cada artículo, entrevista y publicación en redes sociales en busca de pistas que confirmen sus sospechas. Sin embargo, cada vez que parece acercarse a la verdad, se encuentra con un muro de silencio cuidadosamente construido por la empresa de gestión de Miku, que protege celosamente la imagen pública de miku.


Desesperado por respuestas, Taki recurre a medidas extremas en su búsqueda de la verdad. En un oscuro rincón de internet, descubre un antiguo hechizo de posesión corporal que promete revelar los secretos más profundos de una persona. Sin pensarlo dos veces, Taki se sumerge en el ritual, desesperado por descubrir la verdad detrás de la fachada de Miku.


Al despertar, Taki se encuentra en un entorno hogareño y desconocido, muy diferente al modesto apartamento que siempre había imaginado como el hogar de Miku. Los muebles elegantes y la decoración sofisticada contrastan con la imagen más sencilla y juvenil que había construido en su mente. Pero lo que más lo desconcierta es darse cuenta de que está acostado en una amplia cama matrimonial, rodeado de sábanas suaves y almohadas mullidas.

La habitación está impregnada con un aroma familiar, una mezcla de perfume floral y una sutil fragancia masculina. Intrigado y un tanto aturdido, Taki se levanta con cautela, sintiendo la tela suave de la ropa que cubre su cuerpo. Al mirar a su alrededor, nota una chaqueta y unos pantalones masculinos cuidadosamente doblados en una silla cercana, lo que contradice la imagen femenina que siempre había asociado con Miku.

Mientras tratba de procesar esta extraña y desconcertante situación, un suave murmullo lo lleva a una habitación contigua. Al asomarse, descubre a dos niñas dormidas plácidamente en una cama adornada con peluches y muñecas. El corazón de Taki se acelera al comprender la gravedad de la revelación: Miku no solo es una mujer con pareja, sino que también es madre de dos adorables niñas... taki respiro... y se dijo a si mismo "trauilo aun hay la posibilidad de que sean sus hijastras...'


Las emociones se agolpan en el pecho de Taki mientras lucha por reconciliar la imagen idealizada de miku con la compleja realidad de su vida privada. La revelación lo sacude hasta lo más profundo, desafiando todas sus creencias y expectativas. Mientras observa a las niñas dormir, se da cuenta de que la verdad es mucho más compleja y sorprendente de lo que jamás podría haber imaginado.

Con el corazón aún acelerado por el impacto de la revelación, Taki, en el cuerpo de Miku, se aventura a explorar más allá de la habitación. la evidencia de una vida compartida se vuelve más evidente: prendas de vestir masculinas perfectamente dobladas en el armario, fotos familiares adornando las paredes.

La tensión se acumula en el pecho de Taki mientras continúa su búsqueda de un baño. La necesidad fisiológica del cuerpo de Miku se hace cada vez más urgente, y Taki se siente incómodo con la idea de invadir aún más la privacidad de miku. Sin embargo, no tiene más opción que seguir adelante.


Al entrar al baño, Taki se enfrenta a un dilema desconcertante. Por un lado, está la urgencia de satisfacer las necesidade de hacer piss del cuerpo de Miku. Por otro lado, su respeto hacia ella, per no pudo aguantar mas, se vajo las pantis se ento en hinodoro...pero al abrir las piernas, la presencia de otro líquido inesperado y revelador lo deja aturdido y confundido. Antes de que pueda procesar completamente lo que está sucediendo, un líquido blanco y espeso se escapa del coño de Miku, dejando en claro que la noche anterior no fue tan inocente como él había imaginado.

El corazón de Taki se hunde mientras enfrenta la realidad cruda y sin adornos: Miku no es la soltera perfecta en busca del amor verdadero que él había idealizado. En cambio, La verdad es abrumadora, y Taki se encuentra luchando con una mezcla de emociones: decepción, confusión y una profunda sensación de traición. A medida que el impacto de la revelación se asienta en su mente, Taki se da cuenta de que su conexión con Miku nunca volverá a ser la misma.

Taki, aún asimilando la impactante revelación sobre la vida privada de Miku, desciende por las escaleras hacia la sala de estar de la casa. A lo largo del camino, sus ojos son atraídos por una serie de cuadros en la pared, mostrando a Miku en diferentes etapas de su vida: desde momentos felices con sus hijas hasta instantáneas de su embarazo. 

Al llegar a la planta baja, encuentra una pequeña mesa adornada con fotos de Miku junto a un hombre. Un nudo de celos se forma en el estómago de Taki mientras observa al hombre en las fotos, preguntándose quién es y cuál es su relación con Miku. Antes de que pueda procesar completamente sus emociones, la puerta principal se abre de golpe, revelando la entrada del hombre de las fotos.


"¡Hola, amor!" saluda el hombre con una sonrisa radiante, acercándose a Miku y rodeando su cintura con ternura. Taki observa con incredulidad mientras el hombre besa a Miku en los labios, sus palabras cargadas de una intimidad que lo deja sintiéndose como un intruso en su propio cuerpo.

"Tenemos una hora antes de que las niñas despierten", murmura el hombre, su aliento cálido acariciando el rostro de Miku. "¿Quieres hacerlo de nuevo? ¿Te apetece usar tu puerta trasera otra vez? ¿O prefieres complacerme con tu boca?"

Taki lucha por mantener su compostura, pero su cuerpo cede ante la petición del hombre. Una mezcla de desesperación y confusión lo consume mientras se ve obligado a participar en un juego íntimo que no le pertenece. Mientras tanto, su mente se acelera con pensamientos y preguntas sin respuesta sobre la verdadera identidad de este hombre y el complicado mundo en el que Miku está atrapada.

La realidad de la situación golpea a Taki con la fuerza de un tren de carga. Miku no solo está casada, sino que también tiene dos hijas pequeñas. Taki se encuentra atrapado en el torbellino de emociones, tratando de reconciliar la imagen pública de su idol con la compleja realidad de su vida privada.

Después de regresar a su propio cuerpo, Taki se enfrenta a una elección imposible. ¿Debería revelar la verdad sobre Miku y arriesgar su carrera y su reputación, o guardar silencio para protegerla de la vergüenza y el escándalo? Con el corazón en la garganta, Taki toma una decisión...

viernes, 24 de mayo de 2024

Jackie



Cuando Jack, nuestro único hijo, expresó su deseo de dejar atrás su vida como chico para convertirse en una mujer madura, inicialmente no lo tomamos muy en serio. Pensamos que era solo una fase de la juventud, influenciada por el estrés y las presiones sociales. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, sus palabras y acciones revelaban una determinación que no podíamos ignorar. Desde pequeño, Jack siempre había sido más sensible y reflexivo que otros niños, y ahora, al entrar en la adultez, estaba decidido a seguir su verdadero camino.

En su vigésimo cumpleaños, Jack se sinceró con nosotros de una manera que nos conmovió profundamente. Nos compartió su profundo deseo de vivir como una "MILF", algo muy similar a cómo me veía yo misma, según sus palabras. Nos habló de una nueva píldora desarrollada por el famoso "Doctor Sánchez", que prometía transformar a quien la tomara en una versión de sí mismo como una mujer madura.

Mi esposo y yo nos sumergimos en una discusión seria y llena de incertidumbre. La píldora era costosa y irreversible una vez ingerida. Teníamos los ahorros de Jack destinados a la universidad, por lo que le dimos dos opciones: seguir adelante con su sueño de ser una MILF, sabiendo que no habría marcha atrás, o reconsiderarlo y seguir con sus estudios universitarios.

Jack no dudó en elegir la píldora. Esa fue su elección final, y nos dejó atónitos pero decididos a apoyarlo en su viaje hacia la autorrealización. Durante semanas, investigamos sobre el Doctor Sánchez y la píldora en cuestión, tratando de entender mejor lo que estaba en juego para nuestro hijo.

Una semana después, Jack había completado su transformación en una hermosa mujer de entre 30 y 40 años, con una figura esbelta y curvas pronunciadas que irradiaban confianza y elegancia. Adoptó el nombre de Jackie, llevando mi apellido de soltera como el suyo propio, marcando así el inicio de una nueva identidad y un nuevo capítulo en su vida.



Para mí, ayudar a Jackie a adaptarse a su nueva vida como mujer fue un proceso natural y gratificante. Desde el primer día, estuve a su lado. Le presté algo de mi ropa y accesorios, compartiendo mi estilo y mis consejos sobre moda femenina. Juntas exploramos los matices del maquillaje y los peinados, descubriendo nuevas formas de realzar su belleza única.

Y en nuestras salidas de compras, exploramos las tiendas con entusiasmo, probándonos prendas y buscando. Cada momento compartido se convirtió en una celebración de su transformación y de nuestra conexión más profunda como mujeres.


A medida que Jackie florecía en su nueva identidad, yo también experimentaba mi propia evolución como madre. Aprendí a dejar ir las expectativas.

Para asegurarnos de que Jackie se integrara completamente en nuestro hogar y contribuyera de manera equitativa, acordamos que buscara un trabajo a tiempo parcial y ayudara en las tareas domésticas. Después de algunas búsquedas, encontramos una oportunidad en una encantadora floristería local.

Además de su trabajo, me dediqué a enseñarle las habilidades domésticas básicas que consideraba importantes para su independencia y bienestar. Pasamos horas en la cocina, explorando recetas y técnicas culinarias juntas. La vi transformarse de un principiante nervioso a un talentoso chef aficionado, disfrutando cada vez más del arte de la cocina..

Juntas, también nos aventuramos en la tarea de lavar y planchar la ropa. Aunque al principio estas tareas parecían laboriosas para ella, Jackie demostró una habilidad innata para el cuidado de la ropa y pronto dominó las técnicas necesarias para mantener nuestras prendas en perfecto estado.

Con Jackie integrándose en nuestras vidas de esta manera, todo parecía estar en su lugar. La felicidad y la armonía llenaban nuestro hogar, y pronto me di cuenta de que no solo había aceptado su transformación, sino que la había abrazado por completo.  Y así, con Jackie en nuestras vidas, encontramos una nueva definición de la familia y la felicidad.

🍃Un año después🍃

La llegada de Jackie había traído armonía y felicidad a nuestro hogar, pero lamentablemente, el ambiente en el vecindario había cambiado drásticamente. Hace un año, Jackie era querida por todas las vecinas, quienes la invitaban a reuniones y salidas con entusiasmo. Sin embargo, ahora parecían rechazarla, y aunque me preocupaba, Jackie parecía no importarle.

Cuando me percaté de que Jackie había dejado su trabajo en la floristería para asumir un papel más misterioso como secretaria los fines de semana, me intrigó su repentina transformación. Sin embargo, mi curiosidad se convirtió en preocupación cuando una vecina irrumpió un día golpeando con fuerza la puerta de nuestra casa.

Al abrir la puerta, me encontré con la escena impactante de la vecina sujetando del cabello a Jackie, acusándola de seducir a su esposo. Ante esta acusación, Jackie no retrocedió, sino que respondió con una actitud desafiante, alegando que la vecina no atendía adecuadamente a su hombre. Esta confrontación me dejó desconcertada, y cuando intenté hablar con Jackie sobre lo sucedido, su respuesta gélida de "okey, mamá, me has descubierto" solo sirvió para sembrar más dudas en mi mente.


Fue en ese momento cuando me di cuenta de que esta era la verdadera Jackie, una faceta de ella que nunca había imaginado. El olor a semen en su aliento y su actitud desafiante me confrontaron con una realidad difícil de aceptar. Me costaba creer que esta era la misma Jackie que había conocido hace un año atrás, una mujer añgo tímida y reservada que nunca habría sido capaz de protagonizar tal escena.


A pesar de mi incredulidad y confusión, sabía que debía confrontar esta nueva realidad y tratar de comprender qué había provocado este cambio tan radical en ella. Aún quedaban muchas preguntas sin respuesta, pero estaba decidida a descubrir la verdad detrás de la persona en la que se había convertido Jackie.

A pesar de los rumores que había escuchado sobre Jackie, siempre los había descartado como simples envidias de las vecinas, especialmente porque su marido la elogiaba constantemente y parecía genuinamente enamorado de ella. Sin embargo, cuando me enfrenté a la verdad cruda y dolorosa, me vi inundada por la decepción y la confusión.

Las preguntas que me atormentaban eran difíciles de ignorar: ¿Quién era realmente Jackie y qué más estaba ocultando? La brecha entre la imagen que tenía de mi ex hijo y la realidad que ahora se revelaba ante mí era abrumadora, y luchaba por encontrar una reconciliación entre ambas.


Después de ese incidente, Jackie experimentó un cambio notable en su actitud. Aunque aún colaboraba en casa, su forma de vestir se volvió más reveladora y provocativa, atrayendo las miradas de desaprobación de las demás mujeres cuando salía con ella, como si la juzgaran constantemente.


En una conversación sincera, Jackie finalmente me confesó que todas esas mujeres la odiaban debido a que sus supuestas aventuras con sus esposos si eran verdad, pero que a ella no le importaba lo que pensaran. 

Jackie salia  yendo a fiestas y eventos nocturnos. Aunque no estaba completamente al tanto de sus actividades, sabía que el sexo era una parte importante de sus salidas. A pesar de mis preocupaciones, siempre le insistía en que usara condón para protegerse.



Con el paso del los dias, me di cuenta de que Jackie se estaba convirtiendo en una especie de gata rompehogares, deslumbrante y sin preocupaciones por las posibles consecuencias de sus acciones. Aunque me angustiaba profundamente verla sumergirse en un mundo de excesos y placeres efímeros, me sentía impotente para detener su descenso hacia lo desconocido. Mi amor por ella era inquebrantable, pero enfrentaba el doloroso dilema de cómo ayudarla sin invadir su libertad y autonomía.



La situación alcanzó su punto crítico cuando un día llegué temprano a casa y presencié algo que me dejó en estado de shock: Jackie y mi marido teniendo relaciones sexuales. Me quedé paralizada, incapaz de procesar lo que estaba viendo.



Jackie, con una sonrisa burlona, intentó calmar las cosas, pero yo estaba hirviendo de ira y confusión. Pronto, con su actitud pretenciosa, miró a mi marido y le dio a elegir entre contarme la verdad o hacerlo ella misma. Fue entonces cuando ambos me soltaron la bomba: habían estado teniendo relaciones sexuales desde que ella llegó a casa, y Jackie estaba embarazada porque mi marido era el único con quien no usaba protección.


El mundo parecía desmoronarse a mi alrededor mientras absorbía la traición y el engaño que me rodeaban. Sentimientos de dolor, ira y traición se mezclaban en mi interior, dejándome aturdida y desolada. La confianza que había depositado en mi marido y en mi propia hija se desvaneció en un instante, dejándome preguntándome cómo podría superar esta traición y reconstruir mi vida destrozada.






sábado, 11 de mayo de 2024

Ha pasado u tienpo (dawn)





Vaya, no puedo creer que ya lleve cinco años viviendo como una mujer madura de 40 años y siendo la esposa de un hombre de 50 años. A veces me maravillo de cómo he logrado adaptarme a este nuevo papel en mi vida. Cada mañana, al despertar, me sumerjo en la rutina de una esposa comprometida y una mujer segura de sí misma. 


 Al principio, el shock de despertar un día y encontrarme en este cuerpo desconocido fue abrumador. Las curvas, las arrugas, todo era extraño y ajeno para mí. 

Pero con el tiempo, fui adaptándome a esta nueva identidad que la vida me habían impuesto. Aunque al principio luchaba con la confusión y el desconcierto, aprendí a aceptar esta nueva realidad. 


 Recuerdo claramente los primeros días, cuando me resultaba increíblemente difícil acostumbrarme a tener senos. Los implantes expansores fueron todo un desafío; cada ajuste y expansión era acompañado por sensaciones extrañas y dolorosas, pero poco a poco, a medida que alcanzaban el volumen adecuado, empecé a sentirme más cómoda con mi nueva figura.

Vivir sin mi pene fue un ajuste aún mayor. La cirugía para extirparlo y reconstruir en su lugar una vagina fue un proceso largo y complejo, lleno de consultas médicas, procedimientos quirúrgicos y tiempo de recuperación. Pero cada paso del camino valió la pena cuando finalmente pude apreciar la belleza y funcionalidad de mi nueva anatomía. Además, con mi tratamiento hormonal previo, el tamaño de mi pene original no era significativo, así que no perdí mucho en ese aspecto.


Los implantes en las caderas y glúteos, junto con la redistribución de grasa, también jugaron un papel importante en mi transformación física. Cada sesión de cirugía plástica y cada sesión de recuperación me acercaban más a la imagen de feminidad que deseaba, aunque también implicaban dolor y tiempo de inactividad. Los implantes en las caderas agregaron curvas femeninas a mi figura, mientras que el aumento de los glúteos me proporcionó una silueta más redondeada y femenina. Aunque el proceso fue largo y doloroso, cada momento de incomodidad valió la pena cuando finalmente pude ver los resultados y sentirme más segura en mi propia piel.

Luego pasamos a las extensiones de cabello para obtener una cabellera más larga, tal como a él le gustaba. Las extensiones agregaron volumen y longitud a mi cabello, permitiéndome experimentar con diferentes estilos y looks femeninos. Además, un poco de relleno en mis labios realzó mi sonrisa y me dio una apariencia más juvenil y atractiva.

Aunque al principio tenía dudas sobre las uñas postizas largas, accedí a probarlas por él. Resultó que realmente me encantaba el aspecto elegante y femenino que añadían a mis manos. Además, el sonido sutil que hacían al tocar las cosas o al chocar entre sí.

mis orejas fueron perforadas para poder usar grandes aros como artes. Cada par de aros añadía un toque de feminidad y elegancia a mi apariencia, 

Y no podríamos olvidar la importancia de la lencería y la ropa de marca para completar mi imagen. Cada pieza de lencería era seleccionada cuidadosamente  para enmarcar mi feminidad, y cada atuendo elegido con cuidado y atención al detalle me permitió expresar mi feminidad al mundo. Desde vestidos elegantes hasta conjuntos de lencería seductores, se convirtióron en una afirmación de mi nueva identidad.



A pesar de que hace casi nada me consideraba un chico 100% heterosexual y para nada afeminado, ahora encuentro una profunda satisfacción en ocupar este rol femenino. 
Desde el suave roce de la lencería hasta los vestidos que realzan mi figura y resaltan mis curvas me hacen sentir bella y segura.

Maquillarme cada mañana se ha convertido en un ritual. Los tonos suaves y femeninos resaltan mis rasgos faciales y me hacen sentir poderosa. Además, cuidar la suavidad de mi piel se ha vuelto una prioridad, y dedico tiempo cada día a aplicar cremas y tratamientos para mantenerla radiante y sedosa al tacto.

Pintarme los labios con tonos vibrantes y pintar mis uñas con colores llamativos se ha convertido en una forma de expresión personal que me llena de alegría y satisfacción. Cada detalle de mi  feminidad deve ser perfecta, y encontrar el equilibrio adecuado entre lo sutil y lo llamativo es un arte que disfruto perfeccionando cada día.

Visitar el spa los jueves se ha convertido en un oasis de relajación en medio de mi ajetreada semana, un momento para desconectar del mundo exterior y centrarme en mí misma. Y salir de compras los martes y viernes y adquirir nuevas prendas para llenar mi ya enorme closed

Mi integración en el vecindario como una de las esposas más ha sido sorprendentemente fluida, y he establecido amistades cercanas con mujeres como Lauren y Shell. Nuestras salidas juntas son momentos de complicidad y camaradería, donde compartimos nuestras experiencias como esposas y aveses mal habalr de las otras eposas con las que no nos llevamos. Ya sea tomando el té en casa de alguna de ellas, saliendo a un bar o simplemente nadando en la piscina en las tardes calurosas



Es increíble pensar que hace apenas dos años tenía una novia y estábamos planeando casarnos juntas. Pero ahora, mi vida ha dado un giro inesperado y estoy casada con Ramiro, un hombre apuesto de 58 años que me trata como a una reina y cumple todos mis caprichos. Al principio, temía que vivir como la esposa de un hombre mayor fuera un infierno, pero en estos dos años Ramiro ha demostrado ser un compañero increíblemente comprensivo y atento.

Ramiro no solo me ha ayudado a adaptarme a mi nueva identidad como mujer, sino que también me ha enseñado los placeres de ser mujer de una manera que nunca antes había experimentado. Incluso me ayudó a superar la nostalgia por mi antiguo cuerpo masculino, mostrándome que la feminidad puede ser tan poderosa y satisfactoria.

En nuestra vida sexual, he adoptado el rol femenino, abriendo mis piernas para Ramiro y permitiéndole entrar en mí. Al principio, fue un poco extraño asumir este rol, pero con el tiempo me he acostumbrado y he aprendido a disfrutar plenamente de nuestra intimidad como mujer.

En nuestra vida sexual, uno de los momentos que más me excitan es cuando Ramiro suelta su carga de esperma dentro de mi vagina. Cada vez que siento su calor llenándome, experimento una oleada de placer que me hace gemir de satisfacción. Aunque sé que no puedo quedar embarazada, me gusta jugar un pequeño juego entre nosotros. Después de nuestro ardiente encuentro, me toco el vientre y le susurro en el oído, con una sonrisa traviesa en los labios, "Esta vez sí me vas a dejar embarazada". La mirada lujuriosa en sus ojos y la risa cómplice que compartimos añaden un elemento de excitación adicional a nuestra intimidad,



Como su mujer, me esfuerzo al máximo por satisfacer cada uno de sus deseos más íntimos. Me encanta vestirme con hermosos vestidos que sé que le excitan, resaltando cada curva de mi cuerpo y provocando su deseo. Pero en las noches, es cuando verdaderamente me entrego a él. Me deslizo en lencería exótica y transparente, dejando poco a la imaginación, para que pueda apreciar cada centímetro de mi piel con una lujuria ardiente.

En nuestras sesiones de intimidad, no hay límites. Me sumerjo en cumplir cada uno de sus deseos más perversos. Desde el sexo oral, donde me deleito en cada centímetro de su miembro, perdiéndome en el placer de satisfacerlo completamente, hasta el sexo anal, que he aprendido a disfrutar con cada embestida. Incluso beber su semen se ha convertido en un acto de sumisión y deseo para mí, alimentando mi pasión por el.


Además, compartir la cama abrazados cada noche y compartir la ducha cada mañana se ha convertido en una parte fundamental de nuestra relación. 


No puedo evitar asombrarme al recordar al chico que solía ser hace cinco años. Ahora, me siento plenamente feliz como la mujer que soy, especialmente al estar casada con un hombre tan maravilloso como Ramiro. Todo parece haber terminado de manera perfecta para mí.

Me he convertido en una especie de esposa trofeo para Ramiro. Él me lleva a almuerzos y cenas en los restaurantes más lujosos, lo cual disfruto enormemente.

En cuanto a las tareas del hogar, tengo criadas que se ocupan de todo. Mi único deber es mantenerme hermosa para mi esposo, y lo hago con gusto.

Todo comenzó cuando aquel extraño en su lujoso coche me ofreció cambiar mi vida...



"Intercambiar cuerpos con mi madre fue una situación completamente inesperada. Nos encontramos en un desconcierto total, sin tener la más mínima idea de cómo o por qué sucedió. En medio de la confusión, ella me advirtió sobre la importancia de mantener este extraño fenómeno en secreto hasta que pudiéramos encontrar una solución. A medida que pasaba el tiempo, esa posibilidad de encontrar una respuesta parecía desvanecerse en el horizonte, dejándonos atrapados en esta extraña situación, sin saber cuál sería el desenlace."


"Asumir el papel de mi madre siendo un chico fue un cambio abrumador. Mientras que para ella, ser un joven de 20 años fue relativamente fácil, para mí, transformarme en una mujer de 45 años era todo un desafío.


La lucha constante entre mantener las apariencias y anhelar mi propia libertad volvía cada vez más dura. Ocultar mi verdadero ser mientras actuaba como si fuera ella requería un esfuerzo titánico. A veces, me preguntaba si alguna vez encontraríamos una solución para regresar a nuestras vidas originales.

Cada aspecto de su vida cotidiana se convirtió en un territorio desconocido para mí. Desde las tareas del hogar hasta sus labores maternales como una figura materna para mi hermana menor , todo era un mundo completamente nuevo. Me encontraba navegando en aguas desconocidas, 


Tratar de asumir la rutina de mi madre, o de cualquier ama de casa, resultó ser una tarea colosal. ¿Cómo podía una mujer soportar tanta carga de trabajo? Ahora entendía a mi madre cuando decía que estaba cansada.



Desde el amanecer hasta el anochecer, me encontraba inmerso en u mar de responsabilidades domésticas. Limpiar, cocinar, cuidar a los niños; cada tarea exigía su propia dosis de tiempo y esfuerzo. Cada vez más, me preguntaba cómo mi madre lograba hacer todo esto día tras día, sin mostrar signos de fatiga.

Ahora, cada vez que mis músculos dolían por el esfuerzo extra,

Cada paso que daba en sus zapatos me recordaba  el infierno de ser una amade casa...

Entiendo, aquí tienes una versión revisada que refleja adecuadamente esa situación:


"Sin embargo, el papel de madre y ama de casa era solo la mitad de la batalla. La parte más difícil era asumir el rol de esposa. Ahora, yo era la mujer de mi propio padre y la idea me resultaba repugnante. Pero mi madre insistió en que actuara como ella, y eso significaba ser "mujer" en todos los sentidos, incluyendo emocional y sexualmente.

Tener que besarlo, dormir con el e incluso compartir la ducha se había vuelto insoportable. Cada vez que me enfrentaba a la necesidad de un contacto físico o emocional, mi instinto buscaba desesperadamente alguna excusa para evitarlo.


Pero mi madre insistio en que tenia que complacerlo, cada interacción con mi padre se volvía incómoda y forzada, luchando por suprimir cualquier sentimiento de disgusto o repulsión. Me encontraba en un dilema emocional, atrapado entre el deseo de complacer a mi madre y mi propio rechazo interno hacia esta nueva realidad.



Pero, a pesar de mi incomodidad y aversión, me vi obligado a desempeñar el papel de esposa.


"La primera vez que tuve relaciones sexuales con él, fue una experiencia extrana. Mi madre juro que amaria el sexo...Después de todo, no solo me causó náuseas, sino que también sentí un vacío que me carcomía por dentro. Esta gritamdo pero no era por emociones si no por repulsión, Cada embestidas del pene mi propio padre me llenaba de repugnancia 



Después de ese encuentro, me sentí golpeada por una oleada de emociones contradictorias al plcer y aldeseo de querer mas que mi madre prometio si lo hacia. Me encontraba atrapado entre el asco y un sentimientode ser violada, preguntándome cómo había llegado a este punto. Aunque había seguido las instrucciones de mi madre, no podía evitar sentirme traicionado por mi propio cuerpo y mente.


La idea de continuar actuando como la esposa de mi padre me resultaba cada vez más insoportable, era una tortura emocional. Me encontraba en un estado de conflicto interno constante, luchando por reconciliar mis propios sentimientos con las expectativas impuestas sobre mí.



En medio de esta confusión y desesperación, me di cuenta de que necesitaba encontrar una salida de esta situación insostenible. Aunque no sabía cómo o cuándo, sabía que debía encontrar una manera de recuperar mi propia identidad y liberarme del esta pesadilla.


Organizar mis tiempos en la casa, y encontré un refugio en el ejercicio durante mi tiempo libre. Esta rutina me permitía evitar estar cerca de mi padre, lo cual resultaba beneficioso en más de un sentido. 


No solo me brindaba la oportunidad de mantener mi distancia, sino que también contribuía a mejorar mi bienestar en este cuerpo que aún me resultaba extraño. El ejercicio se convirtió en mi escape, en mi momento pero eso no me salvava en las noches que compartia la cama con el.


Tuve relaciones sexuales con él un par de veces más, pero cada vez me sentía más repugnado por mí mismo.


Comencé a inventar excusas para evitar esos encuentros, y por un tiempo funcionó. Sin embargo, cuanto más pasaba el tiempo, más vacío me sentía, como si algo esencial estuviera faltando en mi vida. A pesar de mis intentos por ignorarlo, ese sentimiento persistente se arraigaba en lo más profundo de mi mente, esperando ser confrontado algún día.

Varios dias mas tarde

Decidí que necesitaba un cambio y salí de casa, decidido a alejarme lo más posible de mi padre. 

Al llegar al gimnasio, lo vi: el instructor del gimnasio, un tipo llamado Mike. Algo en él me atrajo de inmediato; tal vez fuera su físico musculoso, sus ojos cautivadores o su piel de ébano, pero sentí una conexión instantánea. Mientras él se acercaba para recibirme en la entrada del gimnasio, mi mente divagaba y mis ojos seguían su figura, hasta que mi mirada se detuvo en sus pantalones. Juraría que podía distinguir el contorno de algo, pero rápidamente volví a la realidad, avergonzado por mis pensamientos.


Comencé mi rutina de ejercicio mientras Mike amablemente se acercaba para darme algunos consejos. A medida que pasaba los minutos,  y, al final, incluso intercambiamos miradas cómplices. Una sonrisa y un guiño de ojo de Mike fueron suficientes para acelerar los latidos de mi corazón.


De repente, mientras pasaba junto a mí, deslizó una pequeña nota en mi mano. Intrigado, la abrí rápidamente y encontré su número de teléfono junto con un mensaje sugestivo: "Fue increíble esta sesión. Me encantaría hacer algo más privado contigo". Mi rostro se enrojeció de vergüenza y, sin pensarlo dos veces, salí corriendo del gimnasio, sintiendo su mirada en mi trasero mientras huía.


Una extraña humedad se había acumulado entre mis piernas, una sensación desconocida que me dejó confundido. Mi mente estaba llena de pensamientos sobre Mike, y me encontré incapaz de sacármelo de la cabeza.


Corrí a casa, donde mi padre me intersepto con una sonrisa, ajeno a mi experiencia anterior anterior. A pesar de mis intentos por escapar de mis pensamientos, la biologoa de mi cuerpo me traicionó y aque no deseba ahacerlo precisamente con el le terminé teniendo relaciones sexuales con él una vez más, pero como siempre, no logré disfrutarlo. Mi mente y mi corazón estaban completamente centrados en Mike.



Al día siguiente, me levanté de la cama con esos mismospensamientos y el recuerdo de las emocionesque mike me causaba.

Espera a estar completamente sola en la casa, Busqué en mi bolso y saqué la nota que Mike me había dado. Mirándola con nerviosismo, decidí tomar el control de mi vida y marqué su número. El teléfono sonó varias veces antes de que finalmente escuchara su voz al otro lado de la línea, y en ese momento, supe que mi vida estaba a punto de cambiar.



Mike y yo hablamos, una cosa llevó a otra y el me invitó a su departamento. No sé en qué estaba pensando en ese momento; sabía que mi madre no estaría feliz si se enterara. Pero necesitaba desesperadamente algún tipo de liberación, y eso era todo lo que importaba en ese momento.


Después de nuestra intensa charla, me di una ducha rápida, me arreglé y me puse un vestido y Bajo el pretexto de ir al centro a hacer unas compras, salí de casa y me dirigí hacia el apartamento de Mike. A medida que me alejaba, sentía una mezcla de emociones: excitación por lo que estaba a punto de hacer y un poco de culpa por traicionar la confianza de mi madre. Sin embargo, en ese momento, la necesidad de sentirme libre y viva superaba cualquier otra consideración.


Mike fue muy atento y cariñoso cuando llegué a su departamento. Nuestros labios se encontraron en un beso apasionado que encendió cada fibra de mi ser. Sentía mi cuerpo ardiendo por todas partes mientras él tomaba mi mano y me llevaba a su habitación.


Una vez allí, me desnudó lentamente, acariciando cada centímetro de mi piel con ternura y pasión. Sus besos eran como fuego, dejando una estela de calor a su paso. Por primera vez en mucho tiempo, sentí que este era realmente mi cuerpo, como si finalmente estuviera en sintonía con él.


Sus caricias me hicieron sentir valorado y deseado de una manera que nunca antes había experimentado. Cada roce, cada beso, me recordaba que merecía sentirme bien en mi propia piel. En ese momento, con Mike a mi lado, me sentí completo y en paz conmigo mismo.



Luego fue su turno, oh Dios mío. El físico de Mike dejaba en ridículo al de mi padre. Me di cuenta de que técnicamente le estaba siendo infiel, pero en ese momento no me importaba. Yo no era mi madre, bueno, lo era, pero solo en el cuerpo. Mi mente estaba completamente centrada en mí misma. Nunca pensé que estaría en esta posición con un hombre, especialmente con alguien tan guapo, alto y bien dotado como Mike, pero se sentía increíble


.Y así fue como terminé aquí, en su cama, sacudiendo su enorme polla en la boca de mi madre, mi boca

Pronto me rescoste en sofa y me dispuse ser tiamda por ese semental...

En ese momento de intimidad, un pensamiento inesperado se apoderó de mí, y por instinto, cubrí mi vagina con mis manos y murmuré: "Soy una mujer casada". La vergüenza me invadió al instante, sintiendo como si hubiera arruinado el momento con mi interrupción.


Mike sonrio y dijo:"entdiento, tu vagina es solo para tu marido pero saber mia mor hay otras manera de que yo entre dentro de ti que te pare anal?"


La propuesta de Mike me tomó por sorpresa, y mientras tragaba saliva nerviosamente, me di cuenta de que esta nueva dirección también sería dolorosa. La idea de la penetración anal me llenaba de ansiedad y temor, pero al mismo tiempo, me sentía inexplicablemente intrigado por la posibilidad de explorar algo diferente y desconocido. Con una mezcla de aprensión y curiosidad, me preparé mentalmente continuación.

Con la propuesta de Mike, una nueva etapa en mi vida comenzó. Su sugerencia abrió una puerta a lo desconocido, ofreciéndome un escape de mi trágico destino en el cuerpo de mi madre. Aunque la idea me llenaba de temor, también despertaba un sentido de liberación 


El sexo anal con mike no solo me satisfacia como mujer, sino tambien que evitaba embarazos no deseadas si desidia acabar dentro... sin embargo pasar mas tiempo en el gym y fuera de casa comensaba a levantar sospechas....