Evan siempre fue el arquetipo del chico nerd: delgado, con gafas gruesas y constantemente sumergido en sus libros. Mientras sus compa帽eros exploraban la vida universitaria con fiestas y romances, Evan se centraba en sus estudios, perfeccionando su dominio de las matem谩ticas y la ingenier铆a. Graduado con honores, crey贸 que su futuro estaba asegurado. Pero en el fondo, siempre sinti贸 que algo no encajaba, como si su vida estuviera incompleta, como si hubiese algo m谩s que el destino le deparaba.
Un d铆a, mientras navegaba por internet, Evan encontr贸 un anuncio que captur贸 su atenci贸n: "Transforma tu vida en 90 d铆as. Desata tu verdadero potencial." No era el tipo de cosa en la que Evan normalmente se interesar铆a, pero algo en el mensaje reson贸 con 茅l. Sin pensarlo demasiado, se inscribi贸, pensando que quiz谩s este era el cambio que su vida necesitaba. No ten铆a idea de lo radical que ser铆a esa transformaci贸n.
Las primeras semanas trajeron cambios sutiles pero innegables. Su piel comenz贸 a volverse m谩s suave y tersa, mientras sus manos, antes huesudas, se transformaron en delicadas y elegantes, con u帽as perfectamente cuidadas.
Pronto, su voz, antes mon贸tona y un poco aguda, comenz贸 a adoptar un tono m谩s suave y seductor. Los cambios f铆sicos se intensificaron r谩pidamente: su cintura se afin贸, sus caderas se ensancharon dram谩ticamente, y sus pechos comenzaron a crecer, redonde谩ndose en un par de curvas exuberantes que no dejaban lugar a dudas sobre su nueva feminidad.
Evan observaba, fascinado y aterrorizado, c贸mo su cuerpo se transformaba. D铆a tras d铆a, su trasero se volv铆a m谩s grande y redondeado, adquiriendo una prominencia que no pod铆a ignorarse. Al mismo tiempo, su pene, el s铆mbolo de identidad masculina, comenz贸 a encogerse. Cada d铆a se hac铆a m谩s peque帽o, hasta que no qued贸 m谩s que un diminuto micropene, casi imperceptible entre sus ahora voluminosas y suaves piernas. En lugar de sentirse devastado, como Evan habr铆a esperado, Eva como ahora se hac铆a llamar, acept贸 estos cambios con una mezcla de resignaci贸n y extra帽a satisfacci贸n.
Pero los cambios f铆sicos no fueron los 煤nicos que ocurrieron. Su mente, que antes estaba llena de complejas ecuaciones y teor铆as, comenz贸 a enfocarse en otras prioridades. La moda, el maquillaje, y la belleza se convirtieron en sus nuevos intereses.
Eva se deleitaba en elegir los atuendos que mejor destacaban sus nuevas curvas: vestidos ajustados que mostraban su figura de reloj de arena, tacones altos que realzaban el balanceo de sus caderas, y lencer铆a que la hac铆a sentir incre铆blemente sensual.
A medida que su cuerpo ganaba m谩s peso en sus caderas y trasero, estos se convirtieron en su mayor orgullo. Eva consciente de que todos los ojos estaban sobre su trasero perfectamente redondeado. Le encantaba c贸mo sus nuevas curvas llenaban la ropa de manera tan provocativa, c贸mo los hombres no pod铆an evitar mirarla con deseo. Su antigua vida de ecuaciones y f贸rmulas se desvaneci贸 por completo. Ya no hab铆a rastros de Evan; solo quedaba Eva, una mujer deslumbrante, superficial y completamente obsesionada con un icono sexual.
La transformaci贸n tambi茅n afect贸 profundamente su sexualidad. Mientras Evan hab铆a sido t铆mido y reservado, Eva se volvi贸 completamente sumisa y extrovertida, ansiosa por complacer. Su micropene no era m谩s que un recordatorio insignificante de su antigua vida.... que lenta y preogresivamemte desaparecia.
Eva ya no sent铆a deseo alguno de ser quien tomara la iniciativa; ahora, su mayor placer radicaba en ser penetrada, en ser la receptora de toda la atenci贸n y el deseo. Se convirti贸 en una verdadera mu帽eca bimbo, dispuesta y lista para satisfacer a cualquier hombre que la valorara por su belleza y sumisi贸n. Eva se entreg贸 completamente a este rol, disfrutando cada momento de su nueva vida como una bimbo, una mujer cuya 煤nica ambici贸n era ser adorada y tomada en todos los sentidos.
Eva hab铆a cambiado. Las ma帽ana se levantaba emocionada por las oportunidades de ser vista, admirada y deseada.
Sus d铆as de ingeniera quedaron atr谩s, reemplazados por tardes de compras, visitas al sal贸n de belleza, y noches en clubes exclusivos donde pod铆a mostrar su cuerpo perfecto. y las mirada lasciva nunca faltaban ni los cumplido que recib铆a por su voluptuosa figura, Eva se sent铆a m谩s segura de su nueva identidad.
Ahora sab铆a que su prop贸sito era simple pero profundo: ser una mujer absolutamente.
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