¡Por fin! No puedo creer que lo haya logrado. El hechizo que encontr茅 en aquella vieja biblioteca realmente funcion贸, y ahora estoy en el cuerpo de mi t铆a. Sab铆a que siempre escond铆a algo incre铆ble bajo esas ropas anticuadas, pero jam谩s imagin茅 que su cuerpo ser铆a tan... perfecto.
Observo mi reflejo en el espejo y deslizo mis manos lentamente por mis costados, explorando cada curva nueva. Siento el peso de mis nuevos pechos, grandes y firmes, cayendo sobre mi pecho con una presencia que jam谩s hab铆a experimentado. Son pesados, claro, y hasta me cuesta un poco acostumbrarme, pero vale la pena. Ella siempre quiso reducirlos, escond铆a su figura y se quejaba de lo inc贸modos que le resultaban. Pero ahora, sinti茅ndolos en mi piel, puedo decir que son lo m谩s maravilloso de este cuerpo. Es como si estuvieran dise帽ados para ser admirados, perfectos en cada detalle.
Mientras disfruto cada curva y cada cent铆metro de esta piel suave, ella debe estar atrapada en mi cuerpo adolescente. Me imagino la sorpresa en su rostro, la incomodidad de tener que enfrentarse a un cuerpo que jam谩s quiso, sin nada que la haga destacar. Su vida ahora es mi antigua vida, con toda la inseguridad y torpeza que antes eran m铆as.
Pero yo no ser茅 la t铆a reservada y desapercibida. Ser茅 la versi贸n de Dagely que siempre debi贸 existir: segura, poderosa y sin miedo a mostrarse al mundo. Me paseo por su habitaci贸n, tocando sus vestidos aburridos, decidiendo cu谩les ir谩n a la basura. Pronto este guardarropa estar谩 lleno de prendas que realcen cada curva, que hagan justicia a este cuerpo incre铆ble.
Inhalo el perfume floral que tanto la caracteriza y me siento completamente envuelto en mi nueva identidad. Ser茅 la nueva Dagely, la versi贸n de ella que siempre debi贸 ser.
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