Tomar la decisión de someterme a esa operación fue súper difícil, de verdad. Todavía hay días en los que me siento rara, como si fuera una persona diferente, pero al final siento que fue lo mejor que pude hacer por mí. No sé si lo pensaba antes, pero hoy, mirando al espejo, estoy feliz con lo que veo.
Cuando pienso que hace solo unos meses era un chico de 19 años, me parece raro, como si hablara de otra vida. Mi cara, antes más joven, ahora tiene arrugas que me hacen ver más madura. Y esas arrugas me gustan, porque me recuerdan todo lo que he vivido, todo lo que he superado. Mi cuerpo también cambió, mucho más de lo que pensaba. Cuando era hombre, siempre estaba obsesionado con el gimnasio, pero ahora, cuando me miro, me siento más feliz con mis curvas. Mis piernas, mis nalgas, mis caderas… todo es más grande y redondeado, pero de una forma que me hace sentir bien. Antes me preocupaba demasiado por tener un cuerpo delgado, con los músculos marcados, pero ahora, de alguna manera, me gusta más lo que tengo.
Mis pechos, por ejemplo, al principio me parecían extraños, pero ahora los siento tan naturales, como si siempre hubieran sido parte de mí. Me encanta cómo se sienten, cómo me veo con ellos. Y la vagina… al principio fue raro, la verdad. Pero ahora, cada vez que pienso en lo que tengo entre las piernas, me siento como una mujer de verdad. No solo por el cambio físico, sino por todo lo que eso representa.
Nunca pensé que diría esto, pero estoy contenta de no haber optado por tener el cuerpo de una mujer joven, con la piel tersa y el cuerpo delgado. A veces sí miro a esas chicas y siento envidia, pero luego miro mi reflejo y pienso, "Esto es lo que soy, esto es lo que siempre quise ser". Mi cuerpo está lleno de historia, de vivencias, y eso me encanta. Ya no me importa si soy joven o vieja, delgada o curvy. Lo que me importa es que ahora soy yo, de verdad.
Y todo eso lo puedo compartir con él. Mi jefe, bueno, ahora mi esposo, me ha mostrado una forma de ser mujer que nunca imaginé. Él me apoya de una manera que ni en mis mejores sueños creí que sería posible. No solo me ha ayudado a adaptarme a este cambio físico, sino que también me ha mostrado lo que significa el amor verdadero. Me ama tal como soy, sin pedirme nada más. Y por eso, yo le doy todo lo que soy.
Soy la esposa que él quería, la que siempre soñé ser: cariñosa, atenta, disponible para él. Me esfuerzo por ser la mejor mujer que puedo ser, no solo para mí, sino para él. Él me hace sentir valiosa, y me da una seguridad que antes nunca pensé que podría tener. No solo por lo que soy físicamente, sino por lo que somos juntos.
Así que sí, hoy soy feliz. Mi vida no es perfecta, ni como la imaginaba cuando era joven, pero es la vida que siempre quise. Tengo todo lo que necesito: amor, paz, y la certeza de que tomé la decisión correcta. Y no cambiaría ni un solo segundo de todo este proceso, porque me hizo ser quien soy hoy.
Fue una operación normal o por clinicswap?
ResponderEliminarClinicswap
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