Mi mejor amigo, Alex, y yo habíamos descubierto un hechizo que nos permitía poseer cuerpos ajenos. Al principio, todo era diversión: pequeñas travesuras, bromas, e incluso venganzas. Usábamos el hechizo para experimentar cosas que normalmente no podríamos, como tomar el control de algún compañero popular o meternos en cuerpos de chicas que admirábamos. El límite parecía ser nuestra imaginación… hasta que Alex desapareció.
Pasaron semanas sin saber de él. No respondía mis mensajes ni iba a clases. Empecé a preocuparme. Intenté buscarlo en su casa, pero sus padres tampoco sabían nada. Su ausencia se sentía extraña, casi como si algo en el universo hubiera cambiado. Justo cuando el miedo y la desesperación me dominaban, recibí un mensaje desde un número desconocido.
"Hola, Robert. Seguro te estarás preguntando dónde estoy. Es complicado de explicar, pero ahora vivo en el cuerpo de la señora Olivia. Sí, la sexy ama de casa de la calle Álamos. Siempre admiré lo bien conservada que estaba para su edad, con su marido que la adora y sus dos hijas perfectas. Hice el hechizo permanente… y, ¿sabes qué? No me arrepiento."
Leí las palabras una y otra vez, sin poder procesarlas del todo. La señora Olivia… ¿Alex había decidido quedarse en su cuerpo? Sabía que siempre había tenido una fascinación por ella, pero esto iba mucho más allá de lo que podía imaginar.
Para probar lo que decía, me envió un video corto. En él, se veía a Olivia sentada en la cama de su habitación, con la cámara enfocada en ella. Podía ver cómo se movía con una suavidad que antes no tenía, una postura segura y relajada, como si fuera realmente ella. Olivia, ahora ocupada por Alex, hablaba a la cámara con una sonrisa juguetona.
"Mi marido acaba de salir y, bueno, amigo, he decidido quedarme aquí, en el cuerpo de la señora Olivia. Me encanta esta vida. Las ropas, la ropa interior de encaje, el perfume… todo es tan real. Me siento cómoda en este cuerpo, más de lo que imaginé. Ya no quiero regresar. Esta mujer tiene todo: una familia perfecta, un cuerpo que me hace sentir poderosa, y una vida tranquila, pero llena de placer."
Un mensaje de texto llego:
"Me he entregado por completo a este rol femenino. Los vestidos, el maquillaje, la sensación de tener senos, la suavidad de mi piel... Es como si hubiera nacido para esto. Y, honestamente, no extraño en absoluto mi pene. El sexo como mujer es una experiencia completamente diferente, mucho más intensa y placentera. Sobre todo con un semental como el marido de Olivia. Su fuerza, su virilidad, su presencia... Cada vez que me toca, es como si el mundo se detuviera. Es algo que no puedes comprender hasta que lo vives, y créeme, no hay vuelta atrás."
Adjunto una foto con la leyenda:
"Anoche, algo nuevo , mi culo se abrió Cuando él me penetraba, podía sentir cada centímetro de su virilidad, yo tenía la respiración entrecortada ya casi no podía hablary mi piel se erizaba de placer. Yo apretaba las sábanas, mordía la los dientes y el seguía entrando; automáticamente mis piernas comenzaron a temblar y el dolor era intenso; sentía que me partia en 2 Mi rostro lo dice todo, no pude esconderlo. Fue tan intenso que ni siquiera sabía cómo reaccionar, jajaja."
Un mensaje mas llego
Deberías intentarlo, Robert. La última vez que hablamos, mencionaste que te atraía la señora debbie, ¿no? ¿Por qué no pruebas? Imagina la vida que podríamos tener, las amigas que podríamos ser. Esta es la felicidad que siempre quise. Espero que te atrevas."
Las palabra estaba cargada de una extraña mezcla de emoción y sensualidad.
Cerré los ojos por un momento, tratando de apartar esas imágenes, pero no pude evitar visualizarla… a él, o mejor dicho, a ella. Olivia era conocida por ser una de las mujeres más atractivas del vecindario: curvas perfectas, piernas interminables, y una elegancia natural que parecía inalcanzable. La idea de Alex en ese cuerpo, disfrutando de esa vida, me dejó un nudo en el estómago.
No podía evitar recordar las veces que Alex y yo habíamos hablado de nuestras "opciones". Para él sinpre fue Olivia era el ideal: una mujer madura, elegante y sensual. Para mí, siempre fue la señora debbie. Su cabello oscuro caía en cascadas perfectas, y su risa era un sonido que hacía que el mundo se detuviera. Cada vez pensaba eso, sentía una mezcla de respeto y deseo, algo que no podía explicar completamente.
Al principio, sentí rechazo. Era absurdo pensar en abandonar todo por una fantasía. Pero mientras los días pasaban, las palabras de Alex se repetían en mi cabeza. ¿Qué se sentiría tener el control absoluto de un cuerpo así? ¿Qué se sentiría ser admirado, deseado, y llevar una vida donde cada movimiento estuviera cargado de poder femenino?
Sin darme cuenta, la idea de la señora Marías comenzó a invadir mis pensamientos. La imaginaba frente al espejo, pintándose los labios con precisión, ajustándose el escote de su vestido, o simplemente caminando por la casa, con ese aire de confianza que parecía inquebrantable.
Esa noche, revisé el hechizo una vez más, solo para asegurarme de que seguía ahí. Aunque no estaba listo para tomar una decisión, no podía negar que las palabras de Alex habían plantado una semilla en mí. Una semilla que, poco a poco, comenzaba a florecer.
muy buena historia me encanta este blog tiene de las historias que mas me gustan las de cambios de cuerpos o posesiones a mujeres maduras esas me vuelven loco jejejejeje
ResponderEliminarGracias💁🏻♀️
Eliminarme gusto, habrá parte 2?
ResponderEliminarSi, ya estoy actualizando el blog jejeje esperenlo
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