馃棷RECUERDEN QUE SUBIMOS DE 3 A 4 CAP, CADA FIN DE SEMANA 馃棷

domingo, 27 de abril de 2025

REALITY SHOW: “Sexo por Dinero: Transformadas para Ganar”

  



PREMISA GENERAL:

Hombres voluntarios son transformados en mujeres voluptuosas mediante un proceso experimental. Enfrentan intensos desaf铆os sexuales donde deben controlar su placer y provocar el orgasmo de sus oponentes para ganar dinero, avanzar rondas… o someterse a castigos humillantes.




FORMATOS PRINCIPALES


1 vs 1 — “Control Total”


Dificultad: Media


Descripci贸n: 1 chica transformada vs 1 hombre

Tiempo l铆mite: 20 minutos


Reglas:

Debe evitar correrse mientras hace acabar al hombre.

Gana si: Hace acabar al hombre sin tener un orgasmo

Recompensa: $15,000

Castigo: No aplica



1 vs 2 — “Doble Penetraci贸n, Doble Riesgo”


Dificultad: Alta


Descripci贸n: 1 chica transformada vs 2 hombres simult谩neamente

Tiempo l铆mite: 25 minutos


Reglas:

Debe interactuar con ambos hombres al mismo tiempo.

Debe hacerlos eyacular antes de correrse.


Castigo: Si falla, quedar谩 disponible para "castigo grupal" 24 horas.

Recompensa: $30,000



 2 vs 1 — “Trabajo en Binas”


Descripci贸n:

2 chicas transformadas deben trabajar juntas para hacer acabar a un solo hombre. No compiten entre ellas: cooperan usando t茅cnicas combinadas (doble oral, caricias simult谩neas, sumisi贸n provocativa).


Tiempo l铆mite: 15 minutos


Reglas:

Ambas deben participar activamente en la estimulaci贸n 

Si el hombre eyacula antes de los 15 minutos: ganan.

Si el hombre no acaba o alguna se corre: pierden ambas.


Dificultad: Media

Recompensa 36,000 (dividido en partes iguales)


Castigo: 1 hora de pr谩cticas orales extra obligatorias con 3 hombres del staff.



“Rivalidad ”


Dificultad: Media


Descripci贸n: 2 chicas compiten por hacer acabar al a un hombre, a cada una se le asignar谩 un hombre el cual debera llevar al orgamos solo usando su boca....


Reglas: Cada una tiene 10 minutos. La que no logre hacer eyacular a su respectivo hombre, queda descalificada.




Recompensa: $7,500o




3 vs 3 — “Guerra de Gozos”


Dificultad: Muy Alta


Descripci贸n: 3 chicas vs 3 hombres (duelo de equipos)


Reglas: para ganar tiene que trabajar en equipo y sincronizadas, tienen que hacer eyacular al menos a 2 miembros del equipo rival, puntos extra si logran hacer que los 3 miembros del equipo rival acaben sin que ningana de las chicas llegue al orgasmo



Castigo:

Sesi贸n p煤blica de humillaci贸n en ropa interior transparente.

Recompensa: $90,000 (dividido)





Desaf铆o Gangbang — “Placer Extremo”


Dificultad: Extremadamente Alta


Descripci贸n: 1 chica vs varios hombres(4 o m谩s)


Reglas: Debe hacer acabar a m铆nimo 3 hombres sin legar a un orgasmo 


Recompensa: $50,000 + pase a la final




Castigo: 1 semana como mascota sexual del staff




Reto “Seduce al Juez”


Dificultad: Media


Descripci贸n: 1 chica debe provocar el orgasmo de un juez sin penetraci贸n


Reglas: Solo lenguaje, caricias y t茅cnica 




Recompensa: $7,000 + ventaja en el siguiente juego






Reto BDSM — “Sumisi贸n Total”


Dificultad: Alta


Descripci贸n: Atada en cruz, recibe estimulaci贸n durante 30 min


Reglas: Debe resistir sin correrse


Recompensa: $12,000 + cambio de vestuario



Castigo: Juguetes implantados por 24h





Orgy Royale — “脷ltima en Venirse”


Dificultad: Muy Alta


Descripci贸n: 3 chicas compiten en una org铆a con 6 hombres


Reglas: Sensores detectan orgasmos. La 煤ltima en correrse gana.


Recompensas:



Primera: $25,000 + pase a semifinal


Segunda: Noche de servicio oral al staff


Tercera: Humillaci贸n en vivo y castigo p煤blico





Operadora de Semen — “Oral Control”


Dificultad: Alta


Descripci贸n: Debe orde帽ar semen solo con la boca, sin tragar, Retenerlo en la boca, podr铆as soportar el fuerte sabroso del semen?


Reglas: Retenerlo hasta el final y escupir al final


Recompensa: $5,000 por carga + bono $5,000 si retiene 5 o m谩s cargas






Desaf铆o Anal — “8 Minutos en el Infierno”


Dificultad: Extremadamente Alta


Descripci贸n: Debe soportar una polla XXL en el ano durante 8 minutos


Reglas: una ves que inicies no se puede detener



Recompensa: $20,000 + inmunidad por 1 ronda



Duelo “Chica vs Chica” — “Cl铆max Invertido”


Dificultad: Media


Descripci贸n: 2 chicas intentan hacer que la otra se corra primero


Reglas: Libre uso de t茅cnicas (oral, dedos, juguetes)


Recompensa: $10,000



Castigo: La perdedora queda a disposici贸n del juez durante una noche



RETOS ESPECIALES — 

“Tu Buena Gen茅tica Te Dio Grandes atributos”


El com帽uesto b es algo impredecibles asi que Pensados para chicas cuya transformaci贸n les dio un cuerpo peculiar. Si tienes unos senos enormes o un trasero fuera de este mundo… este es tu momento para brillar.



1. “Titfuck: Las Reinas del Escote”


Dificultad: Media


Reglas: Solo puede usar sus pechos, lubricante permitido. 10 minutos m谩ximo.



Gana si: Hace acabar al hombre entre sus tetas


Recompensa: $16,000 + sujetador de lujo personalizado


Castigo: Sesi贸n fotogr谩fica humillante como “teta fallida” del d铆a





2. “FaceSit Queen: Tu Culo lo Vale”


Dificultad: Alta


Reglas: Solo puede usar su trasero, aguantar  los lenguntasos en la vagina y ano... 15 minutos m谩ximo.


Gana si: Hace acabar al hombre solo con su culo sobre la cara


Recompensa: $15,000 + certificado “Reina del Culo”



Castigo: 24 horas con butt plug vibrador activado


Aceptar铆as participar????

s谩bado, 26 de abril de 2025

Pide tu Deseo... y Enfrenta las Consecuencias

 



Pide tu Deseo... y Enfrenta las Consecuencias"



Bienvenido a la L谩mpara del dese贸.


Aqu铆, puedes pedir el deseo que quieras. No hay reglas. No hay l铆mites.


Pero cuidado...


Cada deseo ser谩 torcido a mi antojo. ¿Quieres ser hermosa? ¿Deseas una vida de placer? ¿Fama? ¿Amor eterno? ¿Un cuerpo perfecto?... las posibilidades son infinitas 


Solo escribe en los comentarios tu deseo 

como si realmente creyeras que el genio es bueno


Y entonces yo torcer茅 tu sue帽o en una transformaci贸n sensual, retorcida, er贸tica o simplemente cruel.


¿Te atreves a pedir?    



martes, 15 de abril de 2025

Regalo de cumplea帽os

 



Jake y yo 茅ramos inseparables desde peque帽os. Mi mejor amigo, casi un hermano. Pero hab铆a algo que nos diferenciaba mucho: 茅l siempre fue m谩s… visual. Sobre todo cuando se trataba de mujeres maduras. Desde los 13 a帽os, no hab铆a d铆a que no mencionara a la se帽ora Liv con esa mezcla de deseo y culpa.

— Bro, ¿viste c贸mo se le marcaban los leggings? No puede ser real…

Y lo dec铆a justo despu茅s de que ella sal铆a de la casa, tras dejarme la cena o cuidarme cuando mi madre trabajaba de noche.


Liv siempre fue parte de mi vida. Nuestra vecina, amiga 铆ntima de mam谩. Era esa mujer que todos miraban en silencio, pero nadie se atrev铆a a decir lo que pensaba. Caderas amplias, una cinturita de avispa, labios carnosos y ojos claros que parec铆an ver a trav茅s de ti. Hac铆a yoga con mi madre todos los mi茅rcoles, y cuando sal铆an con esas mallas apretadas, pod铆a ver c贸mo Jake conten铆a la respiraci贸n.


Pero lo que 茅l no sab铆a… era que yo tambi茅n la deseaba. Aunque para m铆 era m谩s complicado. Era como desear a tu t铆a favorita, la que te abrazaba apretado, la que te miraba con ternura. Lo peor es que ella parec铆a saberlo. A veces, cuando me acariciaba el cabello, o cuando se quedaba un poco m谩s de la cuenta sentada a mi lado en el sof谩, sus manos reposaban sobre mi muslo con una naturalidad inquietante. Como si jugara conmigo, como si disfrutara esa tensi贸n que ni siquiera yo entend铆a del todo.


Con el tiempo descubr铆 algo en internet. Un foro oculto. Un hechizo de posesi贸n temporal. Era riesgoso, limitado… pero real. Lo prob茅 con un gato callejero primero, luego con un compa帽ero de clase. Y cuando confirm茅 que funcionaba, supe exactamente para qu茅 lo usar铆a.


Hoy, Jake cumple 18. Y decid铆 regalarle su mayor fantas铆a.


Mi madre sali贸 de viaje por trabajo. Como siempre, dej贸 instrucciones claras: “Liv, ¿podr铆as llevarle el almuerzo a mi hijo? Estoy segura de que ni se peinar谩 si no est谩s t煤 cerca”. Ella acept贸 encantada. A las 11:00 en punto, como era su costumbre, lleg贸 a casa. Yo la esperaba escondido. Y cuando cruz贸 el umbral… activ茅 el hechizo.


Fue como caer en un abismo c谩lido. Un torbellino de sensaciones me envolvi贸: un calor suave entre las piernas, un peso nuevo sobre el pecho, una sensaci贸n envolvente en cada curva. Me vi a m铆 mismo desplomarme en el sill贸n, inerte. Luego baj茅 la vista… y vi mis nuevas manos, delicadas, con u帽as largas y pulidas. Toqu茅 mi cintura, sub铆 hasta mis senos. Eran grandes, redondos, sensibles. Mi respiraci贸n se volvi贸 jadeante sin querer.


Sub铆 a la habitaci贸n, me duch茅 lentamente. El agua caliente recorriendo ese cuerpo perfecto era una experiencia en s铆 misma. Sent铆 c贸mo los pezones se endurec铆an bajo el chorro. Me mir茅 al espejo durante minutos. Esa mujer incre铆ble… era yo. Por 24 horas.


Me vest铆 para la ocasi贸n: no demasiado obvio, pero tampoco recatada. Sin brasier, solo un top ajustado que realzaba mis curvas. Un shorts rosas que delineaban a la perfecci贸n el contorno de mis caderas y ese trasero que tanto Jake hab铆a deseado en secreto. Me perfum茅, me pint茅 los labios con un tono suave. Y le mand茅 un mensaje:


“No traigas a nadie. Tengo una sorpresa para ti.”


A las 12:10, escuch茅 la puerta abrirse. Baj茅 lentamente las escaleras, moviendo las caderas con naturalidad. Jake estaba de pie, con una caja de regalo en la mano. Me mir贸 confundido.

— ¿Se帽ora Liv? —dijo, nervioso.


Le sonre铆 con dulzura.

— Hoy no soy la se帽ora Liv… —me acerqu茅, dejando que mis pechos rozaran su brazo— …hoy soy tu regalo, Jake. Solo para ti. Feliz cumplea帽os.


脡l trag贸 saliva, sus ojos recorri茅ndome de arriba abajo sin disimulo. Se qued贸 sin palabras. Lo tom茅 de la mano y lo llev茅 al sof谩. Me sent茅 a su lado, cruzando las piernas con elegancia.

— ¿Recuerdas todas esas veces que me mirabas cuando cre铆as que no te ve铆a? Todas esas noches so帽ando conmigo… ahora puedes vivirlo. Todo lo que imagines, todo lo que desees… es tuyo. Solo por hoy.


Sus mejillas ard铆an.

— ¿Esto es un sue帽o…?


Tom茅 su mano y la puse sobre mi muslo.

— No, Jake. Es un regalo. ¿Vas a desaprovecharlo?


Y entonces vi en sus ojos el cambio. El deseo venciendo al miedo. El chico se transform贸 en hombre.

Lo bes茅 primero, suave. Luego, m谩s profundo. Sus manos exploraban mi nuevo cuerpo con torpeza, con ansiedad. Y yo lo guiaba, gem铆a, lo provocaba… disfrutando cada segundo en esa piel prohibida.


A煤n faltaban muchas horas para que el hechizo se rompiera… y ten铆a muchos planes para ese cuerpo.











Pd: ma帽ana  es mi cumple jejeje

mi茅rcoles, 9 de abril de 2025

"La Bimbo que Siempre Quise Ser"




Hace cuatro a帽os, si alguien me hubiera dicho que terminar铆a siendo la bimbo que siempre so帽茅 ser, habr铆a re铆do. Yo era un chico com煤n, con una vida com煤n. No pod铆a imaginar lo lejos que llegar铆a ni cu谩n profundo ser铆a el cambio. Pero aqu铆 estoy: tetas gigantes, cintura diminuta, culo monumental y labios siempre listos para sonre铆r... o complacer. Esta es mi historia. Una historia de deseo, decisi贸n y transformaci贸n.


Desde adolescente, sent铆 una fascinaci贸n inexplicable por las mujeres bimbo: esas rubias de cuerpos imposibles, con traseros redondos como globos y senos desafiando la l贸gica. Eran algo m谩s que un gusto... eran una obsesi贸n. Fantaseaba con ellas constantemente, pero con el tiempo me di cuenta de algo perturbador y excitante a la vez: no solo las deseaba… quer铆a ser una de ellas.



Recuerdo el clic exacto que cambi贸 mi vida. Una noche, vencido por la curiosidad y la excitaci贸n, publiqu茅 en un foro an贸nimo: “¿Qu茅 pasar铆a si un hombre decidiera convertirse en una bimbo voluptuosa, totalmente femenina y dispuesta a entregarse por completo?” No buscaba respuestas… solo necesitaba sacarlo de m铆. Pero entonces apareci贸 脡l.


Un mensaje privado. Corto. Directo. “Puedo ayudarte. Pero tendr谩s que ser m铆a.”


Mi coraz贸n lat铆a como loco. ¿Pod铆a ser real? ¿Estaba dispuesto a dejarlo todo, incluso mi identidad, para convertirme en lo que siempre so帽茅? Pas茅 noches enteras d谩ndole vueltas… y al final, el deseo gan贸. Le ment铆 a mis padres, dici茅ndoles que me hab铆an aceptado en una universidad europea. Empaqu茅 mis cosas, bes茅 a mi madre en la mejilla… y me fui, sabiendo que jam谩s volver铆a como su hijo.


Lo que sigui贸 fue un viaje de tres a帽os de transformaci贸n. 脡l me financi贸 todo: tratamientos hormonales, terapia psicol贸gica, cirug铆as, entrenadores personales. Al principio fue dif铆cil. Mi cuerpo luchaba contra los cambios, pero poco a poco, se fue rindiendo.


Mis rasgos se suavizaron. Perd铆 m煤sculo, mi piel se volvi贸 m谩s tersa, m谩s sensible. Mi voz, antes grave, ahora melodiosa y femenina. Me miraba al espejo y comenzaba a ver algo nuevo… algo bello. El d铆a que me somet铆 a la feminizaci贸n facial llor茅 al ver el resultado: mi rostro era de mu帽eca. Grande ojos delineados, nariz refinada, labios carnosos. No era yo… pero me encantaba.


Despu茅s vino lo fuerte. Me somet铆 a un BBL y aument茅 el tama帽o de mis gl煤teos hasta que cada paso que daba era un vaiv茅n sensual. Me hice una lipoescultura para marcar mi cintura y dar forma perfecta a mis caderas. Mis senos fueron implantados con una talla obscenamente grande. Al principio me parec铆a exagerado… pero ahora no podr铆a imaginarme sin ellos.


Y finalmente, la vaginoplastia. Ese fue el punto sin retorno. Adi贸s al pene. Adi贸s a la masculinidad. Despert茅 de la cirug铆a y entre mis muslos hab铆a algo nuevo, h煤medo, sensible… m铆o. Aprend铆 a conocerlo, a sentirlo, a tocarlo con timidez primero, y luego con deseo. Me volv铆 adicta a mi propio placer.


Durante todo este tiempo, enviaba correos falsos a mis padres. Fotos manipuladas. Historias de becas, congresos, 茅xitos. Ellos pensaban que su hijo estaba haciendo una maestr铆a en Alemania… mientras yo aprend铆a a caminar con tacones y a sonre铆r mientras me rellenaban los labios con 谩cido hialur贸nico.



脡l cumpli贸 su parte del trato. Me convirti贸 en su esposa. Una bimbo trofeo, como de revista. Viv铆amos en una mansi贸n lujosa, con vistas al mar, y yo me dedicaba a ser perfecta: piel impecable, ropa de marca, u帽as largas, labios siempre pintados. Me encantaba ir de compras, gastar su dinero, ser el centro de atenci贸n. En cada reuni贸n, cada evento, las otras esposas me miraban con una mezcla de envidia y fascinaci贸n. Yo era la m谩s exuberante. La m谩s deseada.


Pero incluso en mi burbuja de placer, la vieja vida regres贸 un d铆a.


Fue en el supermercado. Mientras caminaba por el pasillo, la vi. Mi madre. A solo unos pasos. Casi dejo caer la bolsa. No me reconoci贸, por supuesto. ¿C贸mo podr铆a? Me convert铆 en una caricatura sexualizada de feminidad. Pero sus ojos se posaron en m铆 por unos segundos m谩s de lo normal. Como si algo en su instinto le dijera que hab铆a algo familiar.



Volv铆 a casa temblando. Me mir茅 en el espejo. Me toqu茅 los senos, me sent茅 en el borde de la cama, sintiendo c贸mo mis muslos se abr铆an solos por costumbre. Y supe que el chico que ella cri贸 estaba muerto. Yo era su hija ahora… sin que lo supiera.


Hoy, vivo completamente como una mujer. Una bimbo. Una esposa trofeo. Paso mis d铆as entre spa, gimnasio y boutiques. Amo mi cuerpo. Mi trasero se balancea con cada paso. Mis tetas saltan cuando r铆o. Y cuando 茅l me toma por detr谩s por las noches, gimo como si fuera todo lo que siempre quise ser… porque lo es.


Puede que haya pagado un precio alto. Pero obtuve algo mucho m谩s grande: el cuerpo, la vida, y el placer que siempre anhel茅.

Y aunque mi familia nunca conozca la verdad… yo s铆 la conozco.

Soy feliz.


Soy la bimbo que siempre quise ser.


Este resumen no est谩 disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.

domingo, 6 de abril de 2025

 

me miro en el espejo y veo a una hermosa mujer madura. Mis labios rojos, perfectamente delineados, combinan con el sexi antuendo que abraza mis curvas en los lugares correctos. Mi cabello, peinado con cuidado, cae sobre mis hombros con elegancia. Todo parece perfecto, pero algo dentro de m铆 me susurra que esta no soy yo.



A veces, tengo sue帽os. Son fragmentos extra帽os de una vida que no deber铆a recordar. En ellos, soy un chico joven en un laboratorio lleno de luces cegadoras y m谩quinas que zumban. Veo tubos burbujeando con l铆quidos extra帽os y escucho voces discutiendo cosas que no entiendo. Me despierto sudando, con un nudo en el est贸mago. Mi marido siempre est谩 ah铆, preocupado, pregunt谩ndome qu茅 pasa.


Le cont茅 sobre esos sue帽os, sobre c贸mo algo en mi interior me dice que hay otra vida que no recuerdo. Pero 茅l siempre me calma. Me asegura que son solo residuos de estr茅s, imaginaciones sin sentido. "Eres mi esposa, la mujer que amo," me dice mientras acaricia mi rostro.


Cuando las visiones se vuelven insoportables, mi marido me gu铆a suavemente a nuestra habitaci贸n. Me tumba en el sof谩, enciende una peque帽a l谩mpara que emite una luz c谩lida y empieza su terapia de hipnosis. Su voz es profunda y tranquilizadora, como el murmullo de las olas. Me pide que cierre los ojos, que respire profundamente, que deje ir todo pensamiento que no pertenezca a esta vida.


Al principio, lucho. Siento que estoy perdiendo algo, como si un eco en mi mente intentara aferrarse a m铆. Pero su voz siempre vence. Suave, insistente, me sumerge en un lugar donde no hay dudas, donde solo existe el amor que siento por 茅l, el hogar que hemos construido juntos.


Cuando despierto, todo es claro. Las visiones han desaparecido. Miro mi reflejo y no siento conflicto alguno. Soy su esposa, la mujer que adora. Mi mente ya no lucha, no busca respuestas, no cuestiona. Solo vivo mi rol.


Paso los d铆as cuidando de la casa, preparando las comidas que s茅 que a mi marido le encantan. 脡l trabaja duro para mantenernos, y yo me aseguro de que todo est茅 perfecto para cuando regrese. Me esfuerzo por ser la esposa ideal, porque es lo que soy. La hipnosis lo ha dejado claro: no hay otra verdad m谩s que esta.


Por las noches, cuando estoy en sus brazos, siento un placer profundo, como si no existiera nada fuera de este momento. No recuerdo los sue帽os, ni el laboratorio, ni esas extra帽as im谩genes de una vida pasada. Solo estoy aqu铆, en este cuerpo, en esta vida, siendo la mujer que 茅l necesita.



Y aunque a veces, en los momentos m谩s silenciosos, un d茅bil susurro en mi mente intenta gritar que algo est谩 mal, nunca dura mucho. Su amor, su voz, y su cuidado siempre logran silenciar cualquier duda. Porque al final, ¿qu茅 m谩s podr铆a importar? Soy feliz. Soy suya. Soy perfecta.



Hechas para nuestros futuros maridos



¿Renunciar铆as a tu masculinidad para convertirte en la esposa perfecta de un hombre rico que solucionar谩 todos tus problemas?


Cuando me inscrib铆 en el programa "Hechas para nuestros futuros maridos," nunca imagin茅 que lo que comenzar铆a como una soluci贸n temporal a mi vida de problemas financieros, terminar铆a transform谩ndome completamente. En ese momento, la idea de vivir rodeado de lujos y de una vida f谩cil parec铆a demasiado tentadora, pero no entend铆a el costo real de esa promesa.


Desde el principio, me dijeron que no ser铆a solo un cambio f铆sico superficial. Para llegar a ser la esposa que un hombre rico desea, tendr铆a que pasar por un proceso profundo: hormonas, cirug铆a, e incluso una reprogramaci贸n mental. Las primeras semanas fueron las m谩s duras. Inyecciones de estr贸genos y testosterona bloqueada comenzaron a transformar mi cuerpo. Mis hombros se estrecharon, mi voz se hizo m谩s suave, y el vello facial comenz贸 a desaparecer. Cada d铆a me sent铆a m谩s d茅bil, como si mi antiguo ser estuviera desvaneci茅ndose, reemplazado por algo nuevo.


Cuando pas茅 por mi primera cirug铆a est茅tica, fue como una reinvenci贸n total. Me hicieron una rinoplastia para afinar mi nariz, liposucci贸n en la cintura para lograr una figura m谩s curvil铆nea, y aumentaron mis senos para que fueran firmes y grandes. El proceso fue doloroso, pero al ver los resultados en el espejo, me sent铆 m谩s hermosa que nunca. Mi cuerpo estaba finalmente alineado con lo que se esperaba de m铆.


Pronto me presentaron a Alejandro, mi futuro esposo. 脡l no era solo rico, sino tambi茅n extremadamente atractivo. Su vida era un sue帽o de lujo y viajes. Me mostr贸 su mansi贸n, sus coches deportivos y su vida de fiesta. Pero tambi茅n esperaba que cumpliera con su visi贸n de esposa perfecta: hermosa, sumisa y siempre deseosa de su compa帽铆a. Aunque me trataba como una reina, sent铆a que mi identidad como hombre hab铆a sido borrada por completo.



Ahora soy su esposa, la mujer que siempre quiso. Vivo rodeada de lujo y confort, pero en las noches, cuando me despierto en su cama, miro mi reflejo y me pregunto si realmente soy feliz con lo que he dejado atr谩s.


M谩s Testimonios:


Mariana (antes Manuel):

"Lo que m谩s me cost贸 fueron las hormonas. Mi cuerpo cambi贸 de maneras que no imaginaba, y la cirug铆a fue un proceso largo y doloroso. Pero al final, lo que import贸 fue que logr茅 la vida que siempre quise: lujos, viajes, y un esposo que me adora. A veces siento que no soy yo misma, pero cuando me miro en el espejo y veo lo hermosa que soy, me siento orgullosa. A煤n me pregunto si vali贸 la pena, pero me niego a regresar a mi antigua vida."



Valeria (antes V铆ctor):

"Al principio, fue el miedo a perder mi masculinidad lo que me fren贸, pero luego comprend铆 que no era solo una transformaci贸n f铆sica. Las hormonas me hicieron sentir m谩s femenina, y las cirug铆as fueron casi como una liberaci贸n. Mi cuerpo se convirti贸 en lo que siempre hab铆a deseado: curvil铆neo, suave, y deseable. Ahora, estoy casada con un hombre rico que me trata como una diosa. Aunque a veces la nostalgia me golpea, mi vida como Valeria es mucho mejor."



Sof铆a (antes Samuel):

"Recuerdo el dolor de las cirug铆as, pero ahora, con mi nuevo cuerpo, me siento m谩s completa que nunca. El proceso de cambio fue largo, pero el resultado final vali贸 cada segundo. Mi esposo, un empresario adinerado, est谩 completamente enamorado de m铆, y yo de 茅l. No puedo negar que la vida es mucho m谩s f谩cil y placentera ahora, pero cuando me quedo sola en la noche, me pregunto si mi antiguo yo, Samuel, estar铆a orgulloso de la mujer en la que me he convertido."



¿T煤 lo har铆as? ¿Te inscribir铆as en el programa?


Porque una vez que entras... no hay vuelta atr谩s.


Explorando el cuerpo de la se帽ora Uzumaki



Inojin Yamanaka no pod铆a evitarlo. Hab铆a algo en la se帽ora Hinata Uzumaki que lo fascinaba. Desde peque帽o la hab铆a admirado por su amabilidad, su elegancia y esa belleza que parec铆a eterna. Pero en los 煤ltimos a帽os, esa admiraci贸n hab铆a evolucionado en algo m谩s oscuro, algo que no se atrev铆a a compartir con nadie, ni siquiera con sus propios pensamientos.


Esa tarde, escondido en las escaleras de su casa, observaba c贸mo la se帽ora Uzumaki conversaba con su madre, Ino. Su suave risa resonaba como una melod铆a, y los movimientos sutiles de sus manos al hablar parec铆an hipnotizarlo. Su figura, perfectamente delineada incluso bajo aquella blusa holgada y esos mini shorts que realzaban sus caderas, lo manten铆a absorto.


Cuando Hinata se despidi贸, inclin谩ndose ligeramente para abrazar a Ino, Inojin tuvo un destello de deseo. "Tengo que verla m谩s de cerca", pens贸. Siguiendo con la mirada desde la ventana de su habitaci贸n, vio c贸mo la se帽ora Uzumaki caminaba de regreso a su casa. Sus caderas se balanceaban con cada paso, y esa imagen encendi贸 algo en su interior.


Sin pensarlo dos veces, realiz贸 el jutsu de posesi贸n de su clan. Era un riesgo, pero la tentaci贸n era demasiado fuerte. En un instante, sinti贸 c贸mo su conciencia abandonaba su cuerpo y se trasladaba al de Hinata Uzumaki. Abri贸 los ojos y jade贸 suavemente al sentir el peso de sus grandes senos apretados contra la blusa. Sus manos, ahora m谩s peque帽as y delicadas, se deslizaron instintivamente hacia sus caderas, notando c贸mo los shorts marcaban cada curva. La sensaci贸n de la ropa interior ajustada entre sus piernas lo hizo estremecerse.


"Esto es… incre铆ble", pens贸 mientras miraba sus manos femeninas. Dio un par de pasos, tambale谩ndose al principio, pero pronto se acostumbr贸 al balanceo natural de las caderas de Hinata. Sent铆a c贸mo la suavidad de sus muslos rozaba con cada movimiento, una experiencia completamente nueva y excitante.

Camin贸 con confianza hacia la residencia Uzumaki, sintiendo c贸mo las miradas curiosas de los vecinos segu铆an su paso. Cada mirada alimentaba su ego. Al llegar a la casa, cerr贸 la puerta detr谩s de 茅l y se dirigi贸 directamente al dormitorio principal. No pod铆a soportarlo m谩s; necesitaba ver todo.


De pie frente al espejo, comenz贸 a desvestirse lentamente, casi como si quisiera saborear cada momento. Primero desliz贸 los tirantes de la blusa, dejando al descubierto los grandes senos que hab铆an capturado su imaginaci贸n durante tanto tiempo. Luego, baj贸 los shorts ajustados, qued谩ndose solo con la ropa interior. Se tom贸 un momento para observar su reflejo: los senos redondos y firmes, el vientre no tan plano con poco de grasa abdominal, las caderas anchas y bien definidas, y el peque帽o tri谩ngulo caro, coronado un arbusto de bellos pubicos perfectamente arreglado entre sus piernas, la definici贸n anat贸mica de una mujer madura.


"Es perfecto… ella es perfecta", murmur贸 con una voz suave, casi un susurro.


Tom贸 el tel茅fono de Hinata del tocador y comenz贸 a posar frente al espejo. Levant贸 un poco los senos, sintiendo su peso real en las manos, y tom贸 algunas fotos desde diferentes 谩ngulos. Cada clic del tel茅fono lo hac铆a sonre铆r con picard铆a. Envi贸 las fotos a su propio n煤mero, asegur谩ndose de borrar los mensajes despu茅s. Era un recuerdo que no pod铆a dejar pasar.


Sin embargo, mientras miraba el cuerpo desnudo de Hinata una vez m谩s, algo lo detuvo. la combinaci贸n entre culpa y emoci贸n invadi贸 su pecho. ¿Qu茅 pasar铆a si lo descubrieran? ¿Qu茅 dir铆a su amigo Boruto si supiera que hab铆a usado a su madre de esta manera? Pero no pod铆a arrepentirse, no despu茅s de lo que hab铆a sentido.


Respirando profundamente, volvi贸 a vestirse, ajustando cada prenda con cuidado. Sab铆a que ten铆a que regresar a su cuerpo antes de que alguien notara algo extra帽o. Dej贸 la casa de los Uzumaki tal como la encontr贸, y con un 煤ltimo vistazo al espejo, deshizo el jutsu y volvi贸 a su cuerpo original.


De regreso en su habitaci贸n, a煤n sent铆a la piel suave de Hinata y el aroma floral que parec铆a impregnarla. Las im谩genes que hab铆a tomado eran un testimonio de lo que hab铆a vivido, un recuerdo prohibido que sab铆a que nunca podr铆a compartir, pero que lo acompa帽ar铆a para siempre.




.

 


Nunca imagin茅 que mi vida dar铆a este giro tan inesperado. Durante a帽os, Tom y Jack hicieron de mi existencia un verdadero infierno. Eran despiadados, los t铆picos bravucones de secundaria que no pod铆an ver a alguien como yo sin encontrar una forma de humillarlo. Pero el destino —y un poco de ciencia experimental— les devolvi贸 con creces todo lo que me hicieron.


Hoy, Amanda y Miranda, las versiones femeninas de mis antiguos tormentos, est谩n de rodillas frente a m铆. Con sus cuerpos irresistibles, curvas sensuales y miradas llenas de deseo, parecen dos modelos creadas para complacerme. Sus caderas amplias, pechos generosos y suaves labios carmes铆 esconden el hecho de que, no hace tanto tiempo, eran dos chicos crueles y engre铆dos.


Amanda, la m谩s atrevida, no pierde tiempo. Su lengua recorre con maestr铆a toda la longitud de mi pene, disfrutando cada movimiento como si fuera su raz贸n de existir. Mientras tanto, Miranda se encarga de mis test铆culos, alternando suaves besos y lamidas, susurrando peque帽as s煤plicas para que la elija a ella como mi favorita.



—Maestro... —murmura Amanda mientras me mira con ojos brillantes—, ¿cu谩l de nosotras ser谩 la primera en darte un hijo?


La pregunta me toma por sorpresa, pero al mismo tiempo, enciende algo dentro de m铆. Nunca antes hab铆a considerado esa posibilidad, pero ahora que lo pienso, sus cuerpos parecen dise帽ados para eso. Las caderas redondeadas y firmes de ambas, junto con su sumisi贸n absoluta, las convierten en candidatas perfectas.


—¡No, maestro! —interviene Miranda, apretando sus pechos contra mi muslo en un gesto provocador—. Yo puedo darte un beb茅 m谩s r谩pido. Mira mis caderas, est谩n hechas para llevar a tu hijo.


El brillo competitivo en sus ojos me divierte. Ambas est谩n dispuestas a todo por ganarse mi favor, incluso enfrentarse entre s铆, pero siempre con una devoci贸n absoluta hacia m铆.


—Tranquilas, chicas —digo mientras acaricio el cabello de ambas, disfrutando de c贸mo se estremecen al contacto—. A煤n no he decidido qui茅n ser谩 la primera, pero no se preocupen... las dos tendr谩n su turno.


Amanda se relame los labios mientras Miranda sonr铆e, ambas imaginando el momento en que puedan llevar a mi hijo dentro de ellas. Pero esto no es solo una cuesti贸n f铆sica. La poderosa hormona que desarroll茅 no solo transform贸 sus cuerpos, sino que tambi茅n reinici贸 sus mentes. Ahora, en lugar de ser los bravucones que sol铆an ser, son dos mujeres totalmente sumisas, con un deseo incontrolable de complacerme.


—Por favor, maestro —insiste Amanda, apretando sus pechos juntos para llamar mi atenci贸n—. D茅jame demostrarte que yo soy la mejor opci贸n.


—No seas ego铆sta, Amanda —responde Miranda, deslizando una mano por su abdomen mientras me mira con ojos lascivos—. Yo puedo darte hijos hermosos, y sabes que soy m谩s obediente.


Las palabras de ambas est谩n cargadas de deseo, pero tambi茅n de una dulzura que nunca habr铆a imaginado en los chicos crueles que sol铆an ser. Me inclino hacia atr谩s, disfrutando de la escena frente a m铆, mientras considero mis opciones.


La idea de ver a una de ellas embarazada, sus cuerpos perfectos cambiando para llevar a mi hijo, me llena de satisfacci贸n. Sus vientres redondeados, sus pechos hinchados... y, aun as铆, completamente dedicadas a complacerme incluso en ese estado.


—Tal vez deba ponerlas a prueba —digo finalmente, disfrutando del brillo de anticipaci贸n en sus ojos—. Quiero ver qui茅n de las dos merece el honor de llevar a mi hijo primero.


Ellas asienten emocionadas, listas para demostrar su devoci贸n de cualquier forma que les pida. Lo que empez贸 como venganza ahora es algo mucho m谩s dulce. Amanda y Miranda son m铆as, en cuerpo y alma, y no hay nada que no har铆an para complacerme.





La Nueva Normalidad

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