Mi hermana mayor, Lara, siempre había sido la consentida de la familia. A pesar de tener 21 años, parecía tener menos edad y eso le ayudaba a conseguir lo que quería con facilidad,  especialmente cuando se trataba de nuestros padres. No sé cómo lo hacía, pero siempre lograba salirse con la suya.

Estas vacaciones de verano, Lara había conseguido convencer a mamá y papá para que la dejaran ir a un emocionante viaje a Europa con la familia de su mejor amiga. Mientras tanto, a mí me enviaron a pasar el verano en la casa de nuestra abuela en un tranquilo pueblo del campo.

Al principio, estaba furioso. Sentía que mis padres siempre favorecían a Lara y esta vez habían cruzado la línea. ¿Por qué ella siempre conseguía lo mejor mientras yo me quedaba atrás? Mis protestas fueron en vano, y me encontré a kilómetros de casa, en un lugar donde no conocía a nadie y no había nada emocionante que hacer.

Aunque aún sentía envidia de Lara y su emocionante viaje, poco a poco fui encontrando, siempre hacia que las cosas le salieran como ella quería, es nisquiera sabía cómo es que los chicos siempre estaban tras ella, intentado cortejarla si la verdad en su atributos femeninos no destacaban nada

El día siguiente después de llegar al pueblo, decidí salir a dar un paseo. Quería estar solo, así que deambulé por las pintorescas calles del pequeño pueblo. Fue entonces cuando me topé con una casa con un llamativo cartel de lectura de cartas y otros objetos esotéricos, con una anciana sentada en el porche. Su sonrisa amable me invitó a acercarme, y decidí hacerle compañía por un rato.

La anciana notó que algo me preocupaba, y cuando me preguntó al respecto, no pude evitar contarle todo sobre mi hermana y mis padres. Ella escuchó atentamente mi historia y, con una sonrisa sabia, me pidió que tomara sus manos.

"En unos minutos podrías cambiar las cosas", dijo en tono enigmático. "Podrías tener el lugar de Lara en la familia, solo necesitas desearlo con fuerza".

Me reí un poco ante la idea, pero decidí seguir sus instrucciones. Cerré los ojos y me concentré en la idea de tener el lugar de Lara, de ser el consentido de la familia. Pensé en todos los videojuegos que mis padres me comprarían, en todas las ventajas que Lara disfrutaba.

El aire que antes era cálido y suave en el pueblo ahora se tornaba gélido y extraño. Sentía cómo el viento movía mi cabello, un cabello que sabía que no era mío. La sensación de desconcierto me invadió cuando abrí los ojos y me di cuenta de que ya no estaba en el porche de la mujer. Sin embargo, lo que realmente me desconcertó fue descubrir que ahora tenía el cabello largo.

Una extraña sensación de incomodidad se apoderó de mí cuando noté una leve elevación en mi pecho. Al mirar hacia abajo, me horroricé al ver un par de pequeños senos femeninos. Antes de que pudiera entender lo que estaba sucediendo, alguien me dio una palmada en el trasero.

Me giré para encontrarme con Sasha, la amiga de mi hermana, mirándome con curiosidad. Su pregunta sobre por qué la miraba de manera tan incómoda se perdió en mi confusión creciente.

Todavía luchaba por comprender qué diablos estaba pasando y por qué Sasha seguía refiriéndose a mí como Lara. Fue entonces cuando noté la ropa que llevaba puesta, la ropa que era familiar pero no mía. Pedí un espejo, y cuando Sasha me pasó uno, me encontré con el reflejo del rostro de mi hermana mirándome fijamente.

Estaba tan en shock que perdí el conocimiento, sin entender cómo había terminado en el cuerpo de mi propia hermana.

Después de recuperar el sentido, me encontré en la cama de una habitación, todavía en el cuerpo de Lara. Aunque al principio la situación me parecía desconcertante, con el tiempo comenzó a sentirse cada vez más natural, como si siempre hubiera pertenecido a ese cuerpo.

Me tomó un tiempo acostumbrarme a todas las pequeñas peculiaridades del cuerpo de mi hermana: su forma de caminar, de hablar, incluso la manera en que movía las manos. Pero conforme pasaban los días, cada gesto se volvía más fluido, más instintivo.

Me sorprendió gratamente descubrir cuánta diversión podía tener en el cuerpo de Lara. Pasar tiempo con sus amigas era una experiencia nueva y emocionante. Íbamos a la piscina y nos sumergíamos en el agua, riendo y charlando como si fuéramos las mejores amigas desde siempre. Pasábamos por esta nueva ciudad.

Las noches eran aún más emocionantes. Nos vestíamos con nuestros mejores atuendos y salíamos a explorar la vida nocturna del europea. Bailábamos  en un antro con todo el ambiente.

Y luego estaba él, el chico con el que coqueteaba. Su mirada intensa y su sonrisa encantadora me dejaban sin aliento. Nuestro romance comenzó con conversaciones profundas bajo las estrellas y paseos románticos por las calles adoquinadas del esta ciudad europea. Pronto, nuestros besos se volvieron más apasionados y nuestras caricias más ardientes.

un romance de verano europeo se convirtió en una experiencia inolvidable, llena de pasión y emoción. Y mientras me encontraba en el cuerpo de mi hermana, me sentí viva de una manera que nunca había experimentado antes.

En nuetro momentos más íntimo no pude aguantarme  y por algunarazon que desconocía me baje a la altura de su penes y lo gesto de pasión compartida le di sexo oral

No entendia  solo queria hacerlo, mi boca se había automáticamente, el reflejo de las arcadas era inexistente, se deslizó hasta lo más profundo de mi garganta 

Después de todas estas aventuras, llegó el momento de decir adiós a todas estas experiencias. Faltaba un día para regresar a casa, y mientras hacía la maleta en mi habitación del hotel, me despedí del chico con quien había compartido tantos momentos durante estas vacaciones. A través del chat, le envié una selfie para que me recordara.

Justo en ese momento, la puerta de la habitación sonó. Con un nudo en la garganta, me pregunté quién podría ser a esa hora. Al abrir la puerta, me encontré con el padre de Sasha, mirándome con una sonrisa cálida en el rostro.

"¿Qué estás haciendo aquí?", pregunté con curiosidad, sorprendido por su visita.

El padre de Sasha me explicó que venía a avisarme que al día siguiente estaríamos regresando a casa. Su tono era amable y tranquilo, y sentí un alivio instantáneo al saber que no había ningún problema.

Asentí con la cabeza, agradecido por la información. Después de despedirme del padre de Sasha, Pronto, en ese momento, el padre de Sasha me pidió si podía pasar a la habitación. Asentí, preguntándome qué podría querer.

Una vez dentro, se sentó en la cama y me miró fijamente. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda cuando dijo esas palabras: "Es momento de pagar el viaje, Lara..."

Me quedé paralizada, sin entender a qué se refería. ¿Qué quería decir con eso?

Hubo un tono de seriedad en su voz cuando mencionó que me vio con aquel chico otro día. Mis mejillas se ruborizaron ligeramente mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas para responder.

"N-no es lo que parece", tartamudeé nerviosamente. "Solo... solo era un amigo, nada más."

La vergüenza me invadió cuando recordé que había dejado el teléfono con el chat abierto y la selfie que envié al chico con el que había estado coqueteando. No había pensado en las posibles consecuencias de mi descuido, y ahora estaba frente a frente con el padre de Sasha, quien evidentemente había visto el mensaje.

Sus palabras resonaron en mi cabeza, cargadas de celos y resentimiento. "Me debes este viaje, Lara, y no quiero que alguien más te tenga..."

Sentí que el color abandonaba mi rostro mientras la vergüenza se apoderaba de mí por completo. No solo me había atrapado en una situación comprometedora, sino que ahora también tenía que lidiar con las consecuencias de mis acciones. La idea de haber decepcionado al padre de Sasha y haber sembrado la semilla de la desconfianza entre nosotros me hacía sentir aún peor.

Traté de disculparme, de explicarle que todo había sido un malentendido, pero las palabras se atascaron en mi garganta. Sabía que mis disculpas no eran suficientes para remediar el daño que había causado, y me sentí profundamente arrepentido por haber puesto en riesgo la confianza y la amistad que había construido durante estas vacaciones.

La situación se volvió aún más tensa cuando el padre de Sasha se acercó y me robó un beso. Traté de apartarlo, pero mis brazos débiles poco podían hacer contra su fuerza. Me sentí vulnerable y atrapado bajo su dominio, sin poder hacer nada para detenerlo.

El beso fue breve pero cargado de significado, dejando un sabor amargo en mi boca. Sentí una mezcla de confusión, miedo y disgusto por lo que acababa de suceder. No sabía cómo reaccionar, ni cómo enfrentar esta situación incómoda.

lles padre de sasha me aventó a la cama y continio besándome aunque me resistí el sabía donde y como tocarme, fue inevitable llegar a cierta tensión con el

Tenía sentimientos encontrados, entre exitacion y repulsión, el me tomó como di yo fuera una simple puta cualquiera.

Tenerlo dentro de mí me generaba sentimental contradictorios, después de varios mitos donde su miembro invadía mi coño abruptamente, hizo un pausa entre gemidos pensé que todo esto.

De repente sentí un presion en un lugar más intimo, en la entrada de mi ano, con ngemido le dije quebái no era el lugar correcto, el no parecianhacerme caso

Mientras me pentraba mi culo se había lentamente tr1gandomendo su polla, totalmente enculada no podía hacer nada más las piernas me temblaban y la piel se me erizaba con desde deliz de sí pona dentro mi.

Sin precio aviso el padre de sasha acabo dentro mi culo

El  se apartó con una sonrisa triunfante en el rostro, como si hubiera logrado lo que quería. Me sentí impotente y avergonzado, deseando poder desaparecer en ese momento.

Lo más sorprendente es que después de tremendo paliza ami tracero, podía andar con normalidad como si ya estuviera acostumbrada es esto.

No sabía cómo iba a enfrentar el resto de este viaje, ni cómo iba a volver a casa y mirar a los ojos a mi hermana y la  familia después de lo que acababa de pasar. 

Todo lo que quería era escapar de esta pesadilla y volver a mi vida normal lo antes posible....

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