Harry era un ladr贸n de cuerpos, un par谩sito sin conciencia que saltaba de vida en vida, dejando un rastro de caos y desesperaci贸n a su paso. Durante a帽os, hab铆a perfeccionado su t茅cnica, disfrutando de los placeres de cada nuevo cuerpo antes de abandonarlo como un juguete roto. pero tenia una peque帽a desventaja ya que solo podia saltar de cuerpo una vez cada 3 a帽os...
Su 煤ltima elecci贸n, sin embargo, hab铆a sido un error. Hab铆a intercambiado con una mujer de unos 40 a帽os, atra铆do por su apariencia de MILF madura. Al principio, la idea de experimentar la vida como una mujer experimentada lo emocion贸, pero la realidad no tard贸 en golpearlo. Las dificultades de la edad y las expectativas sociales que pesaban sobre su nueva identidad comenzaron a aburrirlo r谩pidamente.
Habian pasado 3 a帽os exactamente este dia y ahora
Desesperado por escapar, comenz贸 a buscar a su pr贸xima v铆ctima. Vagaba por las calles de la ciudad, sus ojos recorriendo cada rostro con un hambre voraz. Su mirada se fij贸 en una joven que caminaba hacia 茅l, sus tacones resonando en la acera como una melod铆a seductora. Era impresionante, con una figura curvil铆nea que destacaba bajo su vestido ajustado, su largo cabello casta帽o ondeando suavemente al ritmo de su andar. Sus grandes pechos se mov铆an ligeramente con cada paso, y su sonrisa era tan encantadora como peligrosa.
Cuando sus miradas se cruzaron, Harry supo que ella era la indicada. La joven le devolvi贸 la mirada y, con una sonrisa coqueta, le habl贸.
“Hola, ¿c贸mo te llamas?”
“Isabella,” respondi贸 ella con confianza, sin sospechar lo que estaba a punto de suceder.
Sin perder tiempo, gir贸 sobre sus nuevos tacones y camin贸 con prisa hacia la esquina, donde un taxi estaba detenido. Abri贸 la puerta con gracia y se desliz贸 en el asiento trasero, d谩ndole al conductor la direcci贸n de un hotel cercano. Mientras el taxi se alejaba, Harry se relaj贸, disfrutando de cada sensaci贸n que el cuerpo de Isabella le ofrec铆a.
Entretanto, la verdadera Isabella se qued贸 en la acera, at贸nita. Su cuerpo ahora era m谩s pesado, sus movimientos m谩s torpes. Al ver su reflejo en la vitrina de una tienda, el horror se apoder贸 de ella. Los rasgos de una mujer de mediana edad, cansada y desgastada por los a帽os, le devolvieron la mirada. De sus labios sali贸 un grito desgarrador que reson贸 por toda la calle, atrayendo las miradas curiosas de los transe煤ntes. En el taxi, Harry escuch贸 el grito y sonri贸 con satisfacci贸n. Esa siempre era la mejor parte: el instante en que la desesperaci贸n se apoderaba de su v铆ctima.
Me gusto, una parte 2 porfavor
ResponderEliminarComo te gustar铆a que continue?
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