El Gran Cambio me puso en el cuerpo de Abby, la crush de mi mejor amigo. Apenas pasaron unas horas antes de que 茅l me enviara un mensaje.
—Abby, ¿quieres salir este fin de semana?
Buf茅, recost谩ndome en mi cama. Mir茅 mi reflejo en el espejo: el cabello largo y rubio ca铆a en suaves ondas sobre mis hombros, mis labios eran m谩s gruesos y rosados, y mi cuerpo… bueno, mi cuerpo ya no ten铆a nada de hombre. Las curvas eran demasiado obvias: caderas anchas, una cintura estrecha y unos pechos grandes y firmes que apenas pod铆a ocultar bajo la ropa.
No importaba cu谩ntas veces lo repitiera, mi mejor amigo simplemente se negaba a aceptar la verdad.
—No soy Abby. Deja de intentarlo. No importa lo que hagas, nunca va a funcionar conmigo.
Pero 茅l no se rend铆a. Cada salida con 茅l era igual que antes: videojuegos, comida chatarra y bromas tontas. Pero notaba la diferencia en c贸mo me miraba ahora, c贸mo su atenci贸n se desviaba de mi cara a mi escote o c贸mo su mano "accidentalmente" rozaba mi muslo cuando nos sent谩bamos juntos.
Y luego, cambi贸 de estrategia.
—Vale, vale… si no quieres que te conquiste, ¿al menos me dejar铆as tener sexo contigo?
Lo mir茅 horrorizada.
—¡De ninguna manera! ¡Ni en un mill贸n de a帽os!
—Vamos, Abby… o carl, como prefieres te digo ahora. Eres mujer, tienes todo lo que ella ten铆a. ¿Por qu茅 no aprovecharlo?
Me cruc茅 de brazos, inc贸moda en la ropa ajustada que ahora deb铆a usar. Sent铆a el peso de mis senos contra el sujetador, la presi贸n del jean sobre mis caderas m谩s anchas. Incluso sentada, mis muslos se sent铆an grandes y suaves.
—No antes del matrimonio, bro.
Se ri贸, pero sigui贸 insistiendo. Pasaron tres semanas de regalos, cumplidos y s煤plicas.
—Bueno… si no quieres sexo normal, al menos podr铆amos probar sexo anal, ¿no? T茅cnicamente seguir谩s siendo virgen.
Lo fulmin茅 con la mirada.
—¡¿Me est谩s jodiendo?! ¡Eso es incluso peor!
—Vamos, ser铆a lo m谩s justo… al menos dame algo.
Suspir茅, harta. Tal vez por l谩stima, tal vez por cansancio, pero acced铆.
—Est谩 bien. Pero solo te har茅 una follada de tetas, nada m谩s.
Sus ojos se iluminaron como si hubiera ganado la loter铆a.
Cuando lleg贸 el d铆a, me quit茅 la blusa y el sujetador con cierta verg眉enza. Ver mis propios senos desnudos a煤n me parec铆a extra帽o. Me arrodill茅 frente a 茅l, juntando mis suaves y grandes pechos alrededor de su erecci贸n.
—M谩s suave…—gimi贸 茅l, totalmente embelesado.
Comenc茅 a moverme, sintiendo su calor entre mis pechos. La piel suave y c谩lida de mis nuevos atributos lo estaba volviendo loco. Apenas hab铆an pasado unos segundos cuando su respiraci贸n se volvi贸 err谩tica.
—Mierda… voy a…
Y entonces, en un par de sacudidas m谩s, explot贸.
Su erecci贸n desapareci贸 tan r谩pido como lleg贸, dej谩ndolo jadeando y avergonzado.
Me limpi茅 el pecho con una mueca burlona.
—Vaya, ¿tanto tiempo rogaste para esto? Qu茅 decepci贸n.
Sigo esperando a que subas las im谩genes de la historia que no tiene
ResponderEliminar