Entre susurros de pacientes y parpadeos de monitores, Angela platica con Victoria los detalles de su "ritual de belleza" ya que estaba intrigada como se podia mantener asi. Angela Menciona enigmáticamente el "cum" y habla sobre su estraño sabor pero es buenopara el, provocando risas y gestos de desconcierto. Victoria, entre risueñas dudas y la inquietud de una noche agotadora, no logra descifrar completamente el misterio.
Victoria: "Angela, ¿cómo haces para estar tan positiva y hermosa? Mira mis ojeras, estoy agotada."
Angela, con una risa juguetona: "Quieres saber mi ritual, ¿verdad, Victoria?"
Victoria asiente con curiosidad: "Sí, por supuesto."
Angela, entre risas cómplices: "Mi secreto es beber el 'um' y hacerme unas cartas con él."
Victoria analiza las palabras de Angela, suelta una risa y comenta: "Algún día sabré tu secreto, amiga."
Angela, entre risas: "Pero si ya te lo dije."
Al final del agotador turno, Angela recoge sus pertenencias con una sonrisa anticipada, ansiosa por el día libre que le permitirá sumergirse en su singular rutina.
La mañana siguiente, el sol se filtra suavemente por las cortinas de Angela, despertándola con una determinación renovada. El resplandor del día y la brisa marina la inspiran a elegir la playa como el escenario idóneo para su ritual. Con un bolso repleto de elementos esenciales y la promesa de un día de sol, Angela se encamina hacia el mar.
En la playa, el sonido suave de las olas sirve como fondo mientras Angela, aún vestida públicamente, se cambia y se sumerge en las aguas cristalinas. La arena caliente bajo sus pies la guía a un rincón apartado, donde decide revelar más sobre su ritual único.
Angela, con una mirada profunda: "Hoy es el día, el día de mi ritual para mantener mi feminidad."
La historia da un giro intrigante cuando, en la playa, Angela busca a alguien especial para su ritual mensual. Su atractivo no pasa desapercibido, y pronto encuentra a alguien dispuesto a seguirla hacia la privacidad de un rincón tranquilo.
Angela, con una sonrisa sugerente: "Ven conmigo, tengo algo especial que compartir contigo."
Lo que parece ser una historia de seducción adquiere un matiz inesperado cuando Angela, entre susurros y suspiros, revela su pasado como Ángel.
Angela, con un toque de melancolía: "Hace tiempo fui Ángel, un chico que anhelaba convertirse en mujer. Una bruja me concedió ese deseo, pero hay un pacto que debo cumplir cada mes."
La verdad detrás de su ritual se despliega cuando Angela, en la playa, realiza un acto simbólico, rodeada por la brisa marina y la luz del sol. Despliega unas cartas especiales y bebe un líquido misterioso mientras sus pensamientos se sumergen en la magia que la conecta con su feminidad. La narrativa se desenvuelve con detalles meticulosos bajo el brillante sol de la playa, un testigo silencioso de su ritual único y misterioso.
Al día siguiente, Angela se despierta en su apartamento con la fecha del calendario marcada en el 26 de este mes. La hora, 9:27 am, anuncia un nuevo día dedicado a sí misma. Al revisar el estado del clima en su móvil y confirmar un día soleado, Angela no lo piensa dos veces. Con su bolso más grande listo y repleto de objetos esenciales, se dirige a su guardarropa con la determinación de ir a la playa.
En pocos minutos, Angela toma un taxi y llega a la playa, donde, aún vestida públicamente, busca su rincón apartado. Se cambia y emerge lista para iniciar su peculiar ritual de belleza. El sol brilla con intensidad sobre la arena mientras Angela, en su traje de baño, se dispone a encontrar a alguien especial para su ritual mensual.
Entre risas y miradas cómplices, Angela seduce a un hombre dispuesto a seguirla hacia la privacidad de un rincón tranquilo. La playa se convierte en el escenario de su segundo paso: la intimidad compartida en un lugar apartado. La historia se entrelaza con la pasión y el misterio mientras Angela, en su esencia dual de Ángel y mujer, lleva a cabo su ritual para mantener la belleza y, sobre todo, su feminidad.
Después de que el chico le entrega el preciado "um", Angela lo acepta con gracia, sosteniéndolo en sus manos como si fuera un tesoro especial antes de llevarlo a sus labios. Aunque el sabor no es el más agradable, ella ha desarrollado una especie de acostumbramiento a lo largo de los rituales mensuales. La sensación del líquido deslizándose por su garganta es un recordatorio constante de la conexión mágica que comparte con su pasado y presente.
Una vez completado el encuentro y con la magia renovada, Angela se sumerge en el proceso meticuloso de limpiarse. Se dirige a la ducha, donde el olor persistente del "cum" aún está presente en su boca. Mientras el agua cae sobre ella, Angela reflexiona sobre la dualidad que lleva consigo: Ángel y Angela, dos identidades entrelazadas por un deseo y un pacto místico.
Con cuidado, evita hablar con los demás para no delatar la naturaleza única de su ritual, el olor del cum aun esta en su boca.
De vuelta en casa, Angela observa la hora en el reloj marcando las 7:30 pm. Decide tomar un baño, llenando la tina con sales aromáticas que disipan la energía mágica que la envuelve. Se lava los dientes minuciosamente, eliminando cualquier rastro del "cum" mientras contempla su reflejo en el espejo.
La noche avanza y Angela elige sumergirse en una película, seleccionando con cuidado una que le brinde la paz necesaria. La tranquilidad del momento contrasta con la agitación de la playa, creando un cierre pacífico para este capítulo mágico en la vida de Angela. Mira la hora 9:00 pm es hora de ir dormir Angela cena algo ligero antes de dormir.
Mañana, regresará a su guardia en el hospital, llevando consigo la dualidad, la enfermera cautivadora con un secreto mágico. Con la promesa de un nuevo día, Angela cierra los ojos mientras sabiendo que consevara su femeninidad por un mes más.
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