Trabajaba como guardia de seguridad en un club de striptease, una posición que me había parecido atractiva en un inicio por la promesa de un salario constante y la idea de que sería un trabajo temporal para cubrir mis gastos mientras buscaba algo mejor. Sin embargo, mi vida laboral pronto se convirtió en un caos cuando el negocio comenzó a tambalear debido al creciente movimiento feminista en la comunidad protestaba por las chicas que trabajaban en el local. La presión sobre el club se hizo insoportable, con protestas.
Por estos motivos ya ninguan chica quería col ver a trabajar en el local.
Las cosas se complicaron aún más cuando el propio dueño del establecimiento decidió desenterrar una cláusula oculta en mi contrato de trabajo, el cual había firmado en mis primeros días allí, siendo bastante ingenuo. Esta cláusula, escrita en letras diminutas, establecía que mi compromiso con el club iba más allá de la seguridad, y me vinculaba legalmente a un futuro incierto que ni siquiera había imaginado.
Un día, recibí una llamada del dueño del club, quien me invitó a reunirnos en un lugar más relajado para discutir la difícil situación del negocio. Acepté su invitación, y nos encontramos en un rincón oscuro del club para tomar una copa. La atmósfera era tensa, pero traté de mantener la calma mientras él compartía sus preocupaciones.
Sin embargo, lo que parecía una charla amigable rápidamente tomó un giro siniestro. Después de un sorbo de mi bebida, todo se volvió borroso y me desplomé. Cuando recobré el conocimiento, me di cuenta de que estaba atrapado en una pesadilla. Estaba completamente paralizado, incapaz de mover ni una extremidad ni de articular una palabra.
El propietario, con una sonrisa maliciosa en el rostro, me explicó que mi contrato contenía una cláusula que me vinculaba legalmente al club de una manera inimaginable. No tenía escapatoria, mi libertad había desaparecido, y mi destino estaba cruelmente en manos del propietario del club, quien me tenía completamente bajo su control en un juego retorcido que jamás habría imaginado. Mi vida tomó un rumbo aterrador a partir de ese momento, y me encontraba en una encrucijada sin salida.
A lo largo de los meses siguientes, mi vida tomó un giro inesperado. Fui sometido a una transformación física radical gracias a un poderoso hormona creado por el científico Sánchez. Cada día, mi cuerpo se transformaba un poco más, ganando curvas y atributos femeninos.
Dueño: "Tienes un gran potencial, querida, pero no olvides que la belleza está en los ojos de quien mira. Trabaja en tu actitud y en tu carisma, eso es lo que verdaderamente importa."
Sin embargo, a pesar de sus críticas, el dueño del club estaba más que satisfecho con los resultados y no podía evitar hablar sobre el éxito que estaba logrando.
Dueño: "Has atraído a muchos clientes nuevos y nuestras ganancias han aumentado significativamente gracias a tu transformación. Eres una inversión que ha valido la pena."
Con mi ayuda del poderoso efecto de la hormona V, el negocio floreció. Pero no pude evitar preguntarle sobre sus planes futuros.
Yo: "¿Estás considerando utilizar la hormona en otra persona, como lo hiciste conmigo?"
Dueño: "Por supuesto, querida. Estoy pensando en expandir mi pequeño experimento. Esta fórmula podría ser increíblemente lucrativa si se utiliza con cuidado. Pero, por ahora, celebremos nuestro éxito y pensemos en el futuro más tarde."
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Xmarilix
ResponderEliminarEs una idea interesante
Se imaginan conseguir trabajo como seguridad en un club nocturno y de repente por alguna razón el dueño luego de tener alguna discusión con Tigo te secuestra para despertar luego de algunas semanas sedado transformado gracias a cirugía y hormonas en una mujer de apariencia muy caliente con un cuerpo súper sexy la cual luego de varias amenazas obliga a trabajar como una de la stripper en el club nocturno
Me encanta saludos