Desde que era pequeño, siempre sentí una conexión especial durante las reuniones familiares. Mientras los hombres y mis primos de la familia se divertían con la cerveza y mirando el partido de basaball en la tv, yo me sentía más a gusto junto a mi madre, mis tías y primas.
La cocina era mi refugio, donde me sentía auténtico y aceptado. Las mujeres de mi familia me trataban como uno más de ellas, aunque los hombres de la familia no entendían por qué usaba un delantal con detalles florales y participaba activamente en lo que ellos consideraban "cosas de mujeres"
Pero después de graduarme de la universidad e iniciar mi vida independiente, algo inusual comenzó a afectarme. Al principio, parecía una gripe común que supuse me duraría un par de días. Sin embargo, lo que estaba experimentando era algo mucho más profundo y duradero que una simple enfermedad, era la llamada "gripe de género".
No entendía lo que estaba sucediendo en un principio. Me sentía diferente, como si estuviera atravesando una transformación interna que iba más allá de la fiebre y los síntomas físicos. Me encontraba cuestionando aspectos fundamentales de mi identidad. Los momentos que solían ser simples decisiones sobre qué ropa ponerme o cómo presentarme al mundo se volvieron complicados y llenos de dudas.
Mis amigos y familiares notaron el cambio en mí. Decido haslarme un tiempo...
Pero...
Finalmente, llegó el día de una reunión familiar que sería un hito importante en mi vida.
Había cambiado mucho deseé entonces...
Después de ver cómo CJ se relacionaba de manera tan natural con los hombres de mi familia, experimenté una oleada de felicidad y confianza. Le di un beso suave y cariñoso antes de dirigirme hacia donde se encontraban las demás mujeres de la familia, como solía hacerlo en estas reuniones. Caminé hacia la cocina, donde reinaba el bullicio familiar y el aroma tentador de la comida recién preparada llenaba el aire.
Al entrar en la cocina, las miradas curiosas se volvieron sonrisas cálidas y felicitaciones. Era evidente que mi transformación y autenticidad eran motivo de orgullo y alegría para todas. Sus gestos afectuosos me hicieron sentir querida y aceptada de una manera que nunca antes había experimentado en estas reuniones familiares.
Me uní a las mujeres en sus tareas culinarias y rápidamente me sumergí en la actividad. Cortábamos ingredientes, revolvíamos salsas y compartíamos historias de nuestras vidas. Mientras ayudaba en la cocina, no pude evitar rememorar las reuniones familiares de mi infancia, cuando anhelaba ser una de las chicas. En aquel entonces, me sentía fuera de lugar y reprimido, pero ahora, en este nuevo capítulo de mi vida, me sentía completamente cómoda y auténtica, finalmente siendo una de ellas.
Cada risa compartida, cada anécdota compartida, fortalecía el vínculo entre nosotras. La cocina no era solo un lugar para preparar comida, era un espacio donde compartíamos nuestras vidas, apoyándonos mutuamente y celebrando nuestra unión como familia. Esta reunión se había convertido en un recordatorio conmovedor de cómo el tiempo y el amor de mi familia habían transformado mi vida en algo hermoso y pleno de autenticidad.
Mientras ayudaba en la cocina para preparar la cena, por causalidad mire mi reflejo del horno. Observé detenidamente cada detalle de mi apariencia, desde los tacones que tenía puestos, que le daban un toque elegante a mi look, hasta el dobladillo de mi vestido, que marcaba mis curvas de manera estilizada. Me sentía como si todo estuviera en su lugar y encajara perfectamente con la imagen de la mujer en la que me había convertido. Pero lo más importante, no solo me sentía aceptada en este nuevo rol, sino que también me sentía rodeada de amor por parte de mi familia.
De repente, una fuerte palmada en mi tracero me hizo volver al presente. Era mi prima Yazmín, quien exclamó con entusiasmo: "Julia, tenemos que darnos prisa, nuestros hombres nos están esperando".
Inmediatamente me di prisa.
Xmarilix
ResponderEliminarEs como si él universo intentará corregir algún tipo de error y decidiera por todos los medios transformar al chico en lo que debió ser desde un principio una hermana y delicada chica
Me encantó como se desarrolla la historia entre su familia
Me encantó la forma como sus tías y primas desde un principio lo acogieron como una más de ellas
El apoyo entre ellas me fascinó yo creo que la nueva Julia será muy feliz