Encubierto.

Yo soy un policía importante en mi zona, con muchos años de experiencia. Sin embargo, nunca había enfrentado una misión como esta.

Para descubrir quién estaba detrás del aumento de la violencia y la prostitución en el centro, tuve que tomar medidas extremas: poseer el cuerpo de una de las chicas de la calle e infiltrarme en su mundo. La transformación fue impactante. Ahora soy una joven morena con la piel tersa, cabello lacio y castaño que cae en cascada hasta mi cintura, y unos grandes implantes de senos que cuelgan pesadamente de mi pecho. Mi nuevo cuerpo es esbelto y curvilineo, completamente distinto al que estaba acostumbrado. Para mi desconcierto, ya no tengo pene.

El cambio ha sido difícil de asimilar. Me miro en el espejo y veo a una mujer joven, vulnerable y sensual, con una apariencia que atrae miradas indeseadas. Tengo que actuar como ella, adoptando sus modales y su estilo de vida para no levantar sospechas.

He logrado meterme tanto en mi papel de prostituta que he alcanzado estar en reuniones intimas con los altos mandos de la organización criminal. Fingiendo ser sumisa y aparentemente tonta, he recopilado valiosa evidencia mientras parecía estar más interesada en agradar que en escuchar.

La información que he recabado hasta ahora es preocupante. Un grupo de yakuzas, conocidos por su brutalidad y organización meticulosa, está detrás de todo. Ellos controlan el tráfico de drogas y la prostitución en la zona, utilizando la violencia para mantener su poder. He visto de cerca cómo operan: los proxenetas recogen el dinero y entregan órdenes, mientras los hombres de confianza de los yakuzas vigilan cada movimiento, listos para actuar en caso de cualquier amenaza.

Mi contacto con los clientes me ha permitido escuchar conversaciones y reunir pistas clave. Uno de los cabecillas, conocido como Tanaka, es especialmente peligroso. A menudo visita los locales del centro, supervisando personalmente las operaciones. Creo que si logro obtener pruebas de sus actividades ilícitas, podremos desmantelar esta organización desde adentro.

Cada noche es un riesgo constante. Debo mantener mi disfraz impecable, interactuar con los demás sin dejar rastro de mi verdadera identidad. Siento una presión abrumadora de mantenerme alerta en todo momento; un solo desliz, una palabra mal dicha o un gesto fuera de lugar, podría costarme la vida. Además, tengo que cuidar mi coartada con meticulosidad, asegurándome de que mi comportamiento y mis historias encajen perfectamente con el papel que estoy desempeñando.

He aprendido a moverme con cautela, a observar y escuchar más de lo que hablo, y a interpretar el papel de una mujer sumisa y distraída, cuando en realidad cada detalle que recojo es una pieza más del rompecabezas. 

Debo recordar constantemente las mentiras que he dicho y los roles que he asumido, para no levantar sospechas entre aquellos que podrían descubrir mi verdadera identidad. He hecho cosas asquerosas para mantener mi papel, especialmente chupar pollas y sexo anal, todo para ganarme la confianza de los hombres que controlan este oscuro mundo. Cada encuentro es una prueba de mi determinación y una constante lucha interna contra la repulsión y la humillación. Cada vez que tengo que someterme a estas degradaciones, lo hago con la mente fija en mi objetivo final.

A pesar de lo degradante que resulta esta misión, estoy cada vez más cerca de desenmascarar a los responsables. He presenciado transacciones clandestinas, escuchado conversaciones cruciales y ganado la confianza de personas clave dentro de la organización. Solo necesito un poco más de tiempo para reunir pruebas concluyentes. Estoy seguro de que Tanaka, con su presencia amenazante y su control absoluto, es la pieza clave que necesitamos para desmantelar este imperio criminal.

Ezo est toda la información que tendo haora...Pero por favor, no le cuentes a los chicos de la base sobre mi situación actual. Nunca dejarian de molestarme si supieran en qué cuerpo estoy viviendo ahora.

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