🗯RECUERDEN QUE SUBIMOS DE 3 A 4 CAP, CADA FIN DE SEMANA 🗯

miércoles, 31 de julio de 2024

Placeres Culpables




Alex era un chico común de 25 años, con una vida monótona y un trabajo aburrido en una oficina. Siempre había sido tímido y reservado, con pocas ambiciones más allá de sobrevivir al día a día. Una noche, mientras navegaba por internet, encontró un sitio web curioso que prometía "transformaciones radicales y experiencias inigualables". Sin pensarlo mucho, se registró y llenó un cuestionario extraño, más por curiosidad que por otra cosa.


Poco después, recibió un paquete en su puerta con una nota que decía: "Prepárate para una experiencia inolvidable". Dentro del paquete había una botella de perfume elegante y un mensaje que le pedía que lo usara a medianoche.


Esa noche, Alex, impulsado por la curiosidad y un poco de escepticismo, decidió seguir las instrucciones. Se roció el perfume justo a medianoche y, al instante, sintió un mareo abrumador. Trató de caminar hacia su cama, pero antes de llegar, se desplomó en el suelo.


Cuando despertó ya era de mañana,  la luz del sol e tro por su ventan, se sintió diferente. Al levantarse, notó que su cuerpo había cambiado radicalmente. Su figura era voluptuosa, con curvas pronunciadas, y su piel estaba increíblemente suave. Sus caderas eran amplias, sus pechos generosos, y sus labios llenos y sensuales.

 


Corrió al espejo y lo que vio lo dejó sin aliento. En lugar de su reflejo, vio a una mujer madura y atractiva con una mirada seductora: una auténtica MILF.

Al principio, la transformación se producía en intervalos de tiempo. Pasaba una semana como Alexandra, y luego volvía a ser Alex. Cada vez que ocurría la transformación, se sentía más natural y cómodo en su piel femenina. Pero a medida que las transformaciones se volvieron más frecuentes, Alexandra comenzó a ansiar su forma femenina, encontrando en ella una libertad y una satisfacción que nunca había experimentado como Alex.Con el tiempo, las transformaciones se hicieron periódicas, ocurriendo cada noche. Un año después de su primera transformación, Alexandra había aceptado completamente su nueva identidad. Ahora, realizaba su ritual con el perfume cada noche para no perder su forma femenina. Incluso si el perfume comenzaba a agotarse, se aseguraba de comprar más, consciente de que este era el secreto para mantener su nueva vida.

La transformación no fue solo física. A medida que se adaptaba a su nuevo cuerpo, su personalidad también empezó a cambiar. Su timidez desapareció, reemplazada por una confianza arrolladora y una coquetería innata. Se dio cuenta de que ahora se llamaba Alexandra, y sus recuerdos de Alex comenzaron a desvanecerse, como si nunca hubieran existido.



Alexandra no tardó en adaptarse a su nueva vida. Disfrutaba de su apariencia y de la atención que recibía de todos a su alrededor. Su estilo de vida cambió drásticamente; se volvió una mujer sofisticada, empodera y puta. que disfrutaba de los placeres de la vida sin remordimientos. Comenzó a frecuentar spas y salones de belleza, cuidando meticulosamente cada detalle de su apariencia.


Adquirió un guardarropa impresionante, repleto de vestidos elegantes que abrazaban sus curvas y resaltaban su silueta con telas suaves y lujosas. Cada prenda estaba cuidadosamente seleccionada para realzar su feminidad, desde sensuales vestidos de cóctel hasta elegantes trajes de noche. Su colección de lencería era igualmente impresionante, con piezas de encaje y seda en tonos seductores que la hacían sentir irresistiblemente atractiva. Además, tenía una variedad de conjuntos de ropa interior para cada ocasión, desde seductoras piezas de encaje hasta cómodos y elegantes conjuntos de satén. 


Su selección de zapatos era igualmente variada y opulenta, con tacones de aguja de diseñador que estilaban sus piernas, botas de cuero ajustadas que le daban un aire de sofisticación, y zapatos planos elegantes para los días más casuales. Cada par estaba elegido para complementar perfectamente su atuendo, asegurándose de que siempre luciera impecable de pies a cabeza. Alexandra también poseía una impresionante colección de accesorios, incluyendo bolsos de diseñador, joyas finas y gafas de sol de marca, que completaban su apariencia lujosa y sofisticada en todo momento.



Su vida sexual también dio un giro completo. Alexandra descubrió un apetito voraz que antes nunca había experimentado. Se sentía poderosa y deseada, y disfrutaba explorando su nueva sensualidad. Pronto, se convirtió en una asidua de clubes nocturnos y bares elegantes, donde siempre era el centro de atención. Atrajo a hombres y mujeres por igual, y disfrutaba de encuentros apasionados y sin compromisos como una perra en celo salia todas las noches.


Uno de sus amantes habituales era un empresario adinerado llamado Richard, que quedó fascinado por su confianzay la emergia de la milf. 


Richard la colmaba de regalos lujosos y la llevaba a destinos exóticos, y Alexandra se entregaba a cada momento de placer y opulencia con una satisfacción completa. En la intimidad, se revelaba como una amante experta y ardiente, capaz de explorar y disfrutar del sexo de formas que nunca había imaginado como Alex. Su pasión y habilidad en el dormitorio eran desbordantes; sabía cómo llevar a Richard al borde del éxtasis y, a la vez, sumergirse en un frenesí de placer.

A pesar de su carácter independiente y de mantener siempre el control de sus relaciones, Richard era el único hombre con el que se permitía tener sexo sin protección. Sus encuentros estaban cargados de una intensidad visceral, y Alexandra disfrutaba entregándose completamente a él, tanto que su ñrimer y unico anal fue de la polla de Richard... con mencionar que Permitía que Richard acabara dentro de ella, sintiendo el calor y la humedad en su interior, lo cual intensificaba el placer para ambos. Los momentos en que él la llenaba, dejándola satisfecha y exhausta, eran un ritual de satisfacción completa. Esta entrega total y la falta de barreras físicas hacían que sus encuentros fueran extraordinariamente íntimos y excitantes, consolidando el vínculo especial que compartían mientras disfrutaba de la intensidad y exclusividad de estos momentos.

Además de Richard, Alexandra tenía una red de amantes y amigos con beneficios que conoció en sus salidas nocturnas. Había un joven bartender llamado Marcus, cuya juventud y vigor la mantenían cautivada, y una mujer llamada Vanessa, con la que compartía noches de pasión y complicidad femenina.

Aunque en el fondo sabía que había algo extraño en todo esto, Alexandra no podía evitar sentirse completamente satisfecha con su nueva identidad. Su vida anterior como Alex se convirtió en un vago recuerdo, y cualquier rastro de su antigua personalidad se desvaneció por completo. En su lugar, Alexandra floreció como una mujer segura, audaz y llena de vida.


Los placeres de Alexandra se convirtieron en su realidad diaria. Vivía cada día al máximo, disfrutando de su belleza, su carisma y su nuevo estilo de vida. La transformación había sido radical, pero, para ella, había sido una bendición disfrazada de misterio. Sin ataduras ni remordimientos, Alexandra abrazaba su nueva existencia  segura de que su destino estaba escrito en el placer y la seducción.


Epílogo


Alexandra se despertó junto a su amante, Richard, en la suite de un lujoso hotel. La noche anterior había estado llena de euforia, placer y desenfreno. La habitación aún olía a una mezcla de perfume caro y el aroma inconfundible del sexo. Se estiró lentamente, sintiendo cada músculo de su cuerpo relajado y satisfecho.



Richard dormía plácidamente a su lado, su brazo aún descansando sobre su cintura. Alexandra sonrió y, con cuidado, se deslizó fuera de la cama. Miró el reloj y vio que eran las 10 de la mañana. Sabía que debía ducharse y prepararse para el día que tenía por delante. Entró en el baño, dejando que el agua caliente de la ducha despejara cualquier rastro de la noche anterior.



Mientras el agua recorría su cuerpo, Alexandra reflexionó sobre su vida. Cada día parecía una fantasía sacade la manete de un adolescente  con las hormonas  desvocadas,..Salió de la ducha y se vistió con uno de sus elegantes vestidos, complementándolo con tacones altos y joyas discretas pero llamativas. Se maquilló con precisión, resaltando sus rasgos y asegurándose de que cada detalle estuviera perfecto.


Horas más tarde, después de haber disfrutado de un desayuno ligero en el restaurante del hotel, salió al bullicio de la ciudad. Sin embargo, notó una sensación extraña en su estómago. Al principio, pensó que tal vez había comido algo que no le sentó bien, pero la náusea persistía y se hacía más intensa.


El estómago revuelto y las náuseas comenzaron a preocuparla. Alexandra decidió que era mejor no ignorar estos síntomas y se dirigió a la clínica más cercana. Mientras esperaba en la sala de espera, no pudo evitar sentirse inquieta. ¿Era posible que algo estuviera cambiando de nuevo en su cuerpo?


Cuando finalmente fue atendida, el médico le hizo algunas preguntas si habia te ido sexo sin protecion, y le tomó unas muestras para análisis. Alexandra se sentó en la camilla, sintiendo que su vida, tan perfectamente controlada hasta ahora, podría estar a punto de cambiar una vez más.


Minutos después, el médico regresó con una expresión grave en el rostro. "Señora Alexandra, tenemos los resultados de sus análisis. Estoy preocupado por algunos niveles hormonales anormales y la presencia de ciertas sustancias en su sangre....Necesitaremos hacer más pruebas, pero por ahora, sería prudente que evitara cualquier actividad sexual penetrativa hasta que tengamos más claridad."


Alexandra asintió, intentando mantener la calma. Mientras se recostaba en la camilla con las piernas abiertas para el examen ginecológico, pensó para sí misma: "Maldición, debería haber aceptado la propuesta de solo sexo anal de Richard". 


La exploración fue incómoda, y la incertidumbre la carcomía, "maldicon...¿sere madre?", "¿estare preparada?", "sera el fin de mi alocada vida sexual??? "Se decia asi misma. Sabía que su vida estaba a punto de dar otro giro inesperado, pero estaba decidida a enfrentar cualquier cosa que se le presentara, tal como había hecho desde aquella noche en que decidió usar ese misterioso perfume...

lunes, 29 de julio de 2024

Plan de repoblación...



Japón enfrentaba una crisis demográfica sin precedentes. La tasa de natalidad había caído a niveles alarmantes, y las predicciones indicaban que, de continuar así, la economía y la calidad de vida se verían gravemente afectadas. Con una población envejecida y una falta de jóvenes para sostener el sistema, el país estaba en estado de emergencia.


A pesar de las numerosas campañas de concienciación, los resultados eran desalentadores. En una medida desesperada, el gobierno japonés decidió abrir las puertas a extranjeros dispuestos a repoblar el país. Les ofrecerían ciudadanía, un nuevo nombre y una nueva vida, siempre y cuando siguieran las estrictas tradiciones japonesas. Esta decisión, impensable en un país poco abierto al mestizaje, tenía un plan oculto.


Aldo, un joven occidental apasionado por la cultura japonesa, vio el anuncio en Internet. Para él, vivir en Japón y obtener la nacionalidad era un sueño hecho realidad. Sin pensarlo dos veces, decidió viajar al país para comprobar la veracidad del anuncio. Conocía el idioma y, al llegar, preguntó por el programa de repoblación. Un agente del gobierno lo guió a una oficina especial.


Allí le explicaron la situación del país y los detalles del programa. Emocionado por la oportunidad, Aldo firmó un contrato sin leer la letra pequeña. El agente le informó que, para comenzar su nueva vida, debía someterse a un examen de aptitudes para emparejarlo con una pareja adecuada.



Después de destacar en conocimientos sobre cultura y tradiciones japonesas, los agentes le dijeron que estaba listo para el siguiente paso. Sin previo aviso, le inyectaron un líquido rosa. Aldo sintió un mareo momentáneo, y le dijeron que pronto comenzaría su nueva vida.


Algunos meses después, Aldo ya no existía.

al deminio lo estética  cuando el objetivo es la reproducción 


En su lugar, estaba Sayaka, una mujer japonesa con todas las características ideales para la reproducción. El líquido rosa había transformado su etnia, su genero y su cuerpo, haciéndola más robusta para soportar embarazos, con caderas anchas para facilitar el parto y senos grandes para producir leche materna. Pero no solo su físico había cambiado; su mente también había sido alterada para hacerla más sumisa y deseosa de cumplir con su rol tradicional.



La Nueva Vida de Sayaka

Sayaka vivía ahora como esposa de Taki, un oficinista japonés. Se esforzaba por mantener el hogar impecable antes de que su esposo regresara del trabajo. La casa estaba siempre reluciente, la comida preparada a la perfección y la ropa lavada y planchada. Sayaka disfrutaba del papel que el destino le había otorgado, encontrando satisfacción en cada tarea doméstica que realizaba. Su objetivo principal era complacer a su esposo y asegurarse de que él estuviera feliz y satisfecho.


Cada noche, Taki regresaba a una casa acogedora y a una esposa devota que lo recibía con una sonrisa cálida y una cena deliciosa. El agradecimiento de Taki se expresaba en momentos de intimidad que Sayaka esperaba con ansias. Su deseo de quedar embarazada era fuerte, y cada encuentro con su esposo estaba impregnado de la esperanza de concebir. 


El programa del gobierno había previsto que las nuevas esposas fueran sexualmente activas para asegurar la repoblación del país, y Sayaka cumplía con su deber con entusiasmo.

La sumisión y la obediencia eran ahora parte integral de su personalidad, y su único objetivo era servir a su esposo y criar a sus hijos.



Epilogo


Unos meses después, Sayaka mostraba un vientre notablemente grande, aunque solo tenía cinco meses de embarazo. Estaba esperando gemelos, lo que explicaba su tamaño. Sus senos también habían crecido y comenzaban a lactar debido a las hormonas del embarazo. Su deseo sexual se había disparado, y Sayaka se sentía más conectada que nunca con su nueva vida.


Sayaka se adaptaba bien a los cambios de su embarazo. Sus caderas anchas le daban una figura maternal, y sus senos, grandes y llenos, estaban preparados para alimentar a sus futuros hijos. Aunque la transformación física había sido radical, su mente también había sido reprogramada para aceptar y amar su nueva vida. 


La comunidad en la que vivía Sayaka la apoyaba y la celebraba. Las otras mujeres en el programa compartían historias similares, y juntas formaban un lazo de hermandad. Cada una había llegado a Japón con sueños diferentes, pero todas habían "aceptado" su nuevo rol . El gobierno supervisaba de cerca el progreso de cada mujer, asegurándose de que el programa cumpliera su propósito.


El programa de repoblación había comenzado a mostrar resultados, y Sayaka, ahora completamente transformada, se preparaba para dar a luz a la nueva generación que su nación tanto necesitaba. El éxito del programa significaba una esperanza renovada para el país, y Sayaka, en su vientre se gestaba el futuro.

domingo, 28 de julio de 2024

Mi vida como mujer, esposa y madrastra(sissy cap)

 

SÍ, ESA SOY YO...Ahora ocupo este rol femenino... Si mi cuerpo parece irreal, es porque he pasado por muchas cirugías para ser esta mujer que ven aquí. Un par de liposucciones, implantes mamarios, relleno de labios, caderas, glúteos... todo eso. Ahora soy la viva imagen de una diosa... o al menos eso es lo que mi marido dice de mí. Sin olvidar mi tratamiento hormonal, que ha transformado mi piel, suavizándola, y ha hecho que mis emociones se sientan más intensas y reales.

Ha sido todo un camino. Mis padres siempre quisieron verme tener un matrimonio, y ahora lo tengo. Pero no están muy contentos con que yo ocupe el rol de mujer en la relación. Son un poco anticuados, pero ¿qué más podría hacer? Así son ellos... Aunque su desaprobación me duele, no puedo negar que mi felicidad y autenticidad son lo más importante para mí.


En cuanto a mí, nunca me sentí del todo a gusto llevando el rol masculino. De hecho, siempre me gustó más el lado de las chicas... Me encantaba jugar con muñecas, probarme la ropa de mi madre a escondidas y soñar con ser una hermosa mujer algún día. Y vean ahora, soy una más de ellas...


Y pensar que tomé esta decisión en un momento donde tenía mucho que perder... pero al final resultó bien. Comencé mi transición a los 18 años. Empecé con las hormonas y luego me hice una orquiectomía. Recuerdo la emoción y el miedo al despertar de la cirugía, sabiendo que mi cuerpo nunca volvería a ser el mismo.

Mientras mi masculinidad cedía, mi feminidad florecía. Mi cuerpo empezó a cambiar, mis caderas se ensancharon, mis pechos crecieron, y mis rasgos faciales se suavizaron.


Mi pene se volvió más y más pequeño cada día... y eso me hacía sentir orgullosa. Ahora solo es un clítoris que ya ni se puede poner duro. 



En mi nuevo rol, comencé a tener citas, pero muchas de ellas acababan fatal... Ningún chico me tomaba en serio. Me encontré con situaciones un poc bizarras.

Luego conocí a él... Roberto, un hombre que me doblaba la edad, divorciado con un par de hijas. Roberto fue diferente. Con él tuve varias citas y luego un noviazgo. Recuerdo nuestras primeras salidas, cómo me hacía sentir especial y aceptada por quien realmente soy. Él estaba muy decidido, decía que veía en mí un verdadero material para ser esposa... y no se equivocó.



Trato de ser la mejor esposa. Me encargo de todo en la casa, como las esposas tradicionales. Siempre llevo un lindo atuendo que resalta mis curvas, siempre muy arreglada y maquillada, resaltando mi feminidad. Me esfuerzo en crear un hogar cálido y acogedor para Roberto y sus hijas, asegurándome de que cada detalle esté perfecto.



Mi arduo trabajo en la casa no pasa desapercibido. Roberto siempre me compensa con salidas a cenas en hermosos restaurantes, donde disfruto de exquisitas comidas y momentos románticos a su lado. Además, me compra toda la ropa y zapatos que deseo. Me siento como una reina cuando él me sorprende con un nuevo vestido o un par de zapatos que había estado mirando.


Pero sentirse mujer no es solo cuestión de tener las caderas  mas ensachadas o los senos como pemotas de playa ni de solo verte bonita ni lavar los platos y los que haceres domesticos. Como mujer y ahora esposa, estoy para mi marido. Aunque no tengo una vagina, he logrado compensar complaciendo a mi hombre usando mi boca y mi trasero para llevarlo al cielo del placer. 


He aprendido sus deseos, y me enorgullece poder satisfacerlo de todas las maneras posibles.

Pero eso no es todo. 

También he logrado ganarme la admiración y el respeto de sus hijas. Me hace sentir orgullosa cuando ellas acuden a mí si necesitan un consejo de maquillaje o ropa. Me han tomado gran aprecio y ahora soy un referente de su figura materna. Me esfuerzo por ser un buen ejemplo para ellas, enseñándoles a ser seguras y a aceptar su propia feminidad.


A menudo me siento en la cocina, charlando con ellas mientras preparo la cena, y disfruto esos momentos de conexión y complicidad. Me llena de alegría ver cómo me buscan para compartir sus problemas y alegrías, y cómo confían en mí para guiarlas.


Así es mi vida como esposa trans. He recorrido un largo camino para llegar aquí, y aunque ha habido desafíos y momentos difíciles, no cambiaría nada de mi viaje. He encontrado mi verdadero yo, un amor incondicional y una familia que, aunque no es perfecta, es mía.


sábado, 27 de julio de 2024

 


Mientras corría por el parque, disfrutando de la fresca brisa matutina, no pude evitar notar a la chica que venía trotando en dirección contraria. Sus movimientos eran gráciles y sus curvas destacaban con cada paso. Mi mirada se fijó en ella por un momento más de lo que debería, admirando la forma en que sus caderas se balanceaban rítmicamente.



Justo cuando nuestros caminos se cruzaron, ella notó mi mirada y frunció el ceño. Sin detenerse, murmuró algo en voz baja y agitó su mano en mi dirección. Al principio, no sentí nada fuera de lo común, pero pronto una extraña sensación comenzó a recorrer mi cuerpo. Un calor se extendió desde mi pecho hacia afuera, y una presión repentina se hizo sentir en mi trasero y caderas.


Miré hacia abajo y vi cómo mi cuerpo empezaba a cambiar. Mis músculos se suavizaron y mis caderas se ensancharon, dándome una figura similar a la de la chica a la que había estado mirando. Mi cabello creció, convirtiéndose en largos mechones que caían sobre mis hombros, y mi rostro se volvió más femenino, con labios más llenos y una mandíbula más suave. Mis piernas también cambiaron, volviéndose más delgadas y torneadas, mientras mi trasero continuaba creciendo hasta llenar mis pantalones al límite.


Mi ropa también se transformó. Mi camiseta se encogió hasta convertirse en un top ajustado que apenas cubría mis nuevos pechos, mientras que mis pantalones se convirtieron en pantalones cortos que dejaban ver gran parte de mis nuevas y femeninas piernas. Sentí una oleada de sensaciones nuevas y placenteras recorriendo mi cuerpo, cada cambio intensificando esta extraña e inesperada experiencia.



Con cada paso que daba, mis caderas se balanceaban seductoramente, y no pude evitar disfrutar de la nueva atención que recibía. Mis movimientos eran más fluidos y confiados, y una parte de mí se deleitaba en la nueva feminidad que poseía. Ahora, al igual que la chica que había visto antes, sentía una poderosa confianza y un deseo de hacer alarde de mis curvas.


Mientras continuaba mi trote, ahora transformado en una versión más femenina y atractiva de la chica que había admirado, me detuve un momento para mirarme en el reflejo de una ventana. Mi nueva apariencia era deslumbrante, con una figura que capturaría la atención de cualquiera. Sonreí, sintiendo una mezcla de asombro y satisfacción por el cambio inesperado, y continué mi camino, disfrutando de mi nueva forma y del poder que venía con ella.


jueves, 25 de julio de 2024

Segunda pubertad (dawn)



Solía ser un chico normal,  Iba a la escuela, hacía mis tareas, salía con amigos. Nada especial. Pero desde 2015, hay algo que todos aprendemos en las clases de salud: la segunda pubertad. Es como una ruleta biológica, y sólo la mitad de nosotros obtiene el billete dorado. Nunca pensé que sería uno de ellos. No es que nadie en mi familia haya pasado por eso, pero mos cambios eran em base atu genetica y eso traía  muchas posibilidades...


Al principio, parecía algo virtualmente improbable, una posibilidad remota que sólo les sucedía a otros. Pero luego empezaron los sueños. Sensación extraños y sueños fugaces y vívidos sobre senos y caderas en crecimiento. En estos sueños, podía sentir cómo mi piel se estiraba, cómo mis huesos se reformaban. Eran tan reales que me despertaba sudando y confundido. Era como si mi subconsciente estuviera tratando de decirme algo.

Poco a poco, empecé a notar cambios sutiles en mi cuerpo. Primero fue una ligera suavidad en mi piel, una redondez en mis mejillas. Luego, mis músculos comenzaron a relajarse, perdiendo esa rigidez masculina. Noté que mis pantalones se ajustaban de manera diferente, un poco más apretados en las caderas. Al principio, pensé que solo estaba ganando peso, pero había algo más, algo que no podía ignorar.


Una mañana, me paré frente al espejo y mis ojos se abrieron como platos. Mi pecho era definitivamente más grande y mi cintura más pequeña. Era como si alguien hubiera tomado un par de alicates y apretado los lados de mis jeans hacia adentro. Mis manos temblaban cuando toqué las nuevas curvas. Eran suaves, desconocidas. Miro hacia abajo y veo el comienzo de lo que sólo podría describirse como un trasero muy, muy grande. Del tipo que pondría celosa a una Kardashian. Es extraño, pero no puedo evitar sentir una emoción. Siempre he sido un poco consciente de mi trasero, y ahora es como si lo hubieran subido a once.


Cada día, mi cuerpo cambiaba un poco más. Mis genitales comenzaron a disminuir de tamaño, siendo reabsorbidos lentamente por mi cuerpo. Mis piernas se volvieron más largas y esbeltas, mis caderas se ensancharon y mi cintura se estrechó aún más, formando una figura de reloj de arena que nunca pensé que tendría. Mis manos y pies se volvieron más delicados, y mi piel adquirió una suavidad aterciopelada.


Los días se convirtieron en semanas, y mi trasero seguía inflandoce. Era como ver un vídeo en cámara rápida del crecimiento de una sandía. Pasé de tener una figura juvenil a tener el tipo de curvas que dejaban boquiabiertos. Y, con cada centímetro que crecía, mi mente se llenaba de pensamientos que me hacían sonrojar. Pensamientos sobre mis amigos varones, sobre ellos tocando, apretando y, oh Dios, follándose este nuevo cuerpo. Era como si alguien hubiera accionado un interruptor en mi cerebro y ahora lo único en lo que podía pensar era en sexo. No se trataba de cualquier tipo de sexo; se trataba de que me llenaran, de ser reclamada, de una manera tan primaria y cruda que me asustaba.



Pero, ¿sabes qué? Empecé a aceptarlo. Esto no era una maldición; era un regalo. Un regalo que me hacía sentir poderosa, como si pudiera hacer que cualquier chico tropezara con solo mover mis caderas. Caminaba por los pasillos de la escuela con nueva confianza, sintiendo las miradas de mis compañeros sobre mí. Los murmullos se difundieron rápidamente, pero no me importaba. Este era mi cuerpo, y lo iba a disfrutar. 


Es curioso cómo mis senos han crecido descomunalmente. Han alcanzado un tamaño que nunca imaginé, redondos y firmes, atrayendo miradas a donde sea que vaya. Pero lo más sorprendente es que mi trasero y caderas no muestran signos de dejar de crecer.


Cada día, me levanto y siento cómo mis glúteos se vuelven más grandes, más redondeados. Es una sensación extraña, pero también increíblemente poderosa. Mis pantalones y panties parecen más pequeños cada día, casi como si mis glúteos los estuvieran devorando. Es un desafío encontrar ropa que me quede bien, pero hay algo emocionante en ello, en esa lucha diaria con mis curvas.


A veces me miro al espejo y apenas reconozco a la persona que veo. La transformación ha sido tan profunda, tan completa, que parece un sueño. Pero es mi realidad, y estoy aprendiendo a amarla. Mi cuerpo es una obra de arte en constante cambio,mis  caderas y trasero han alcanzado un tamaño impresionante, del tipo que hace que la gente se detenga y mire dos veces. He aprendido a moverme con una gracia que nunca pensé que tendría, a usar mis curvas para mi beneficio. Sí, es curioso cómo mi cuerpo ha cambiado, pero también es maravilloso. 



Con cada centímetro cúbico que crece mi trasero, mi mente se inunda de pensamientos cada vez más intensos y sexuales. Imágenes vívidas de  varones tocando, apretando. usando mi nuevo cuerpo para descargar su semen dentro de mí.  Complaciendoce com mi cuerpo... Es como si se hubiera activado un interruptor en mi cerebro, concentrando todos mis pensamientos en el deseo sexual. No se trata de cualquier tipo de sexo, sino de ser profundamente llenada y reclamda de una manera tan primitiva y trival, como si mi existencia estuviera destinada a ser un receptáculo de placer y procreación.



Desde tiempos inmemoriales, las caderas amplias han sido símbolo de fertilidad. Me encuentro algunas noches frotando mi vientre plano, imaginando lo que sería estar preñada por un verdadero "semental". La idea de ser deseada con una intensidad casi salvaje, de sentir cómo me llenan hasta el límite y se derraman en mi interior, me resulta increíblemente excitante. La sensación de ser el centro de tal deseo primordial me envuelve en una mezcla de lujuria y poder. 


He aprendido a aceptar y amar esta nueva versión de mí misma. Y cada día, espero con ansias ver cómo seguiré transformándome. Porque, al final, esta segunda pubertad no sólo me ha dado un nuevo cuerpo, sino también una nueva vida.


Al principio, los rumores se difundieron,todo por hablar de mis nuevos deseos... pero no soy una simple puta hambieta de penes y semen, pero ese rumeros de mi no me importaba. Disfrutaba de la atención y las miradas furtivas. Esto era mi cuerpo, y lo iba a disfrutar al máximo. Acepté mi nueva identidad y vida con orgullo pero solo me hiba a entregar al hombre que considerara mas apto para manejar todo este "botin". 


Bodysuit....(dawn)


Me parecia una idea genial en en ese momento. Compré un bodysuit para una fiesta temática de disfraces sin que nadie sospechara que yo, en realidad, era un chico haciéndose pasar por una mujer. Con esmero elegí un provocativo disfraz egipcio, completo con una peluca negra y maquillaje que acentuaba mis rasgos. Nadie se dio cuenta de que bajo ese atuendo, era yo.



Desde aquella noche, el bodysuit se convirtió en mi pequeño secreto, oculto cuidadosamente en el fondo de mi armario. Siempre que tengo la casa para mí solo, aprovecho para ponérmelo. Cada vez que lo hago, me maravillo de lo convincente que es la transformación. El bodysuit no solo da forma a mis curvas, sino que los senos falsos se sienten sorprendentemente reales bajo mis manos. Me miro al espejo y veo una mujer atractiva y segura de sí misma, muy diferente de mi yo cotidiano.



Me gusta interpretar el papel a fondo. Apre di a maquillarme, eligiendo tonos que resalten mis ojos y labios. Luego, tuve que comprar  algunas perendas femeninas incluso si armario  se esta llenado mas co. Ropa femenina, desde lencería hasta vestidos elegantes. Me compre un par de tacones altos con los cuales Camino por la casa, practicando mi voz femenina mientras hablo con un tono más suave y melodioso. Me siento en el sofá con un vaso de vino, viendo comedias románticas y dejándome llevar por las emociones que evocan...


Últimamente, he comenzado a salir por el vecindario vestida así. La sensación de caminar por las calles, con el viento acariciando mis piernas y el sonido de mis tacones resonando en la acera, es electrizante. Las personas me miran, sus ojos llenos de curiosidad y, a veces, de admiración. Sin embargo, nadie se acerca a hablarme, especialmente los chicos. Tal vez los intimide, con mi confianza y mi apariencia. Me hace sonreír pensar en ello.



Hasta ahora, ninguno de mis amigos me ha sorprendido con el traje puesto. A veces, me pregunto qué sucedería si lo hicieran. ¿Confesaría mi secreto, admitiendo que disfruto de esta doble vida? ¿Fingiría ser una novia desconocida, inventando una historia para justificar mi presencia? O, tal vez, ¿me dejaría llevar por el momento y exploraría la atracción que podría surgir?


Probablemente optaría por lo último, ya que no puedo negar el deseo de que alguien descubra y disfrute conmigo esta faceta oculta. Quisiera que alguien acariciara y jugara con estos pechos enormes, tal vez incluso experimentar juntos el placer femenino. La posibilidad de ser descubierta y la emoción de lo desconocido hacen que todo sea aún más tentador cada dia...



miércoles, 24 de julio de 2024

Ella ahora

Mientras la observo admirándose en ese espejo unidireccional, me cuesta aceptar que la figura frente a mí es, en realidad, mi novio Jeysson.


Ahora tiene una apariencia de chica inocente y aniñada, con piel clara, casi translúcida, que resalta en contraste con su cabello rubio, largo y sedoso, que cae en suaves ondas sobre sus hombros. Sus senos, grandes y voluminosos, son una copa DDD, y sus caderas anchas y bien formadas le dan una figura voluptuosa y provocativa. Sus labios, de un rojo intenso y siempre perfectamente maquillados, están curvados en una sonrisa seductora. Sus ojos, de un azul brillante, reflejan una expresión de asombro y curiosidad, a menudo perdidos en la admiración de su propio reflejo. La imagen de Jessica, con su aire juvenil y su vestimenta ajustada, resalta un contraste marcado con el hombre serio y decidido que conocí.


Debería haber estado con él durante su viaje a la capital. Lo enviaron para cerrar un convenio con un sindicato. Sin embargo, un compañero de trabajo lo llevó a un club nocturno, donde, en estado de ebriedad, agredió a una stripper, un acto gravemente prohibido. En represalia, fue secuestrado por los miembros de la mafia que controlaban el club.


La policía me informó que iniciaron un proceso secreto que transformó a Jeysson en la mujer que ahora veo tras el cristal. No solo su cuerpo fue alterado, sino también su mente, haciéndole creer que siempre ha sido así.


Jeysson estuvo desaparecido durante meses, y hace apenas una semana, recibí la noticia de que la policía lo encontró en un hospital tras un "accidente laboral". Se preguntarán qué tipo de accidente lo llevó allí: un prolapso causado por exceso de sexo anal. 


Cuando la interrogaron, no supo decir quién era y solo mencionó el nombre de Jessica


La policía investigó y descubrió que trabajaba como stripper en el club, destacándose por su habilidad en el baile y la seducción.


Hace unos minutos, mientras estaba detrás del cristal, escuché a un policía interrogar a Jessica. La voz de Jessica era suave y un poco temblorosa al principio, pero pronto se volvió más segura, como si estuviera contando una rutina diaria.


"Sí, trabajo en el club todas las noches", dijo, sus ojos reflejando una mezcla de resignación y algo parecido al orgullo. "Subo al escenario con mi mejor atuendo y bailo. Bailo como si mi vida dependiera de ello, moviendo mis caderas al ritmo de la música, acariciando mi cuerpo con las manos, despertando deseos en los espectadores. Siento todas las miradas sobre mí, y es una sensación poderosa, saber que puedo controlar la atención de todos con solo un movimiento."


El policía la observaba con seriedad mientras ella continuaba. "Después del show, me acerco a los clientes que parecen más interesados, esos que siempre están dispuestos a gastar un poco más por un momento especial. Me llevan a las habitaciones privadas donde las luces son más tenues y la música más suave. Allí, el baile se convierte en algo más íntimo. Algunos solo quieren mirar, otros quieren tocar. Con mis clientes favoritos, aquellos que me pagan generosamente, el baile termina en sexo. Es un intercambio: placer por dinero. Ellos obtienen lo que desean y yo, una sensación de control y los billetes que llenan mi bolso."


Jessica se detuvo un momento, mirando al policía directamente a los ojos. "Gano mucho más con estos encuentros privados que con solo bailar en el escenario. Me gusta sentirme deseada, y el dinero me permite comprar las cosas que necesito para mantener esta imagen perfecta. Maquillaje, ropa, todo para seguir siendo la estrella del club apesar de amar el dinero tambien amo las pollas por eso les hago un descuento grupal😉"

Sentí una mezcla de impotencia y desesperación al escucharla. No solo había cambiado su cuerpo, sino también su mente, prisionera de sus propios deseos... no hay peor forma de encarcelar al agueien.








Pero, ¿cómo supo la policía que esta mujer era mi novio o, mejor dicho, cómo descubrió que alguna vez lo fue y no solo una chica más? Bueno, al no tener registro de ella, decidieron realizarle una prueba de ADN para determinar su identidad. La prueba confirmó que su ADN coincidía con el de Jeysson. 

La policía también descubrió que no existían registros previos de Jessica en ninguna base de datos, lo que llevó a sospechar que su identidad había sido fabricada recientemente. Esta falta de antecedentes, combinada con el ADN coincidente y el testimonio de los empleados del club que la reconocían como una de las mejores bailarinas y una de las más solicitadas para los encuentros privados, ayudó a los investigadores a armar el rompecabezas.

Además, en el análisis, se encontraron rastros de material genético (semen) de múltiples individuos dentro de ella. Al principio, se pensó que este material pertenecía a sus captores, los mismos que la habían forzado a esta vida. Sin embargo, la cantidad y la diversidad de las muestras indicaron una alta probabilidad de que también provinieran de sus clientes frecuentes en el club. Esto solo reforzaba la realidad de la nueva vida de Jessica, inmersa en un entorno lleno de lujuria y descontrol.


Los detalles de su transformación y su vida en el club fueron finalmente confirmados por un conserje de ese club que lo vio todo, pero se reusaba a testificar en el casa por miedo a sufrir el mismo destino. 




Ahora, finalmente he encontrado a mi novio, pero el proceso al que fue sometido es irreversible. Técnicamente, tengo a una stripper adicta al sexo y a la atención como "pareja". Mi novio, el hombre que conocí y amé, ha sido sustituido por esta nueva identidad y vida superficial.


El fiscal se acercó y me dijo: "Señorita Mandy, tiene dos opciones para el futuro de su pareja y debe tomar una decisión ahora."


Siento un nudo en el estómago mientras evalúo las dos opciones que tengo. La policía me ha propuesto dos alternativas,  la primera: llevar a Jessica de regreso conmingo y su familia tal vez eso pueda ayudar a recuperar  sus recuerdos y que viva como una chica normal o dos: dejarla en el club con su nueva identidad oficial, permitiéndole comenzar su nueva vida adaptada a la realidad que ahora conoce.


Si decido llevarla conmigo, ya nada seria igual, Jeysson, el hombre que amé y conocí, se ha transformado en alguien completamente diferente. Tendré que lidiar con el hecho de que el hombre que compartía mi vida ha sido reemplazado por una persona que solo comparte su ADN.


Por otro lado, dejarla aquí significa abandonarla a una existencia que, aunque parece cómoda y familiar, está marcada por la superficialidad y la explotación en un entorno que valora más la apariencia que el bienestar emocional. Tendría que aceptar que ahora era una puta.


"Señorita Mandy," repite el fiscal con una mirada seria, "¿qué va a hacer?"


Respiro hondo, mis manos temblando ligeramente. Miro a Jessica una vez más, tratando de encontrar a Jeysson en sus ojos, en la expresión que ahora parece tan distante.


 La decisión que tome definirá no solo su futuro, sino también el mío. Ambas  opciónes tiene un peso, y al final, tendré que decidir si llevarla conmigo y tratar de que tenga una vida norman o dejarla en su nueva vida ...

martes, 23 de julio de 2024

Jaz


James era el chico solitario del salón. Con sus gafas gruesas y su cabello desordenado, siempre mantenía la cabeza baja y evitaba el contacto visual. Era conocido por ser antisocial y no destacaba en ninguna actividad escolar. Apenas se juntaba con un pequeño grupo de chicas en el fondo del aula, quienes, al igual que él, no eran muy populares. No tenía ni un mejor amigo.


Yo apenas había interactuado con él unas cuantas veces, pero siempre había sido cordial y amable, a diferencia del resto del grupo que lo trataba como un marginal. James siempre parecía estar en su propio mundo, leyendo libros de ciencia ficción o escribiendo en su cuaderno.


James habría pasado desapercibido para todos si no hubiera sucedido aquello...


Mediaos de Agosto.

Después del verano, cuando regresamos a clases, me percaté de que James no había llegado. Su ausencia pasó desapercibida para todos, menos para mí. Un par de días después, una nueva estudiante llegó al aula. Se presentó con el nombre de Jazmín. Era increíblemente hermosa, con largos cabellos castaños y ojos verdes que parecían brillar con una luz propia. Pero había algo en ella que me resultaba familiar. Noté cómo todos ahora se fijaban en la nueva alumna, especialmente los compañeros, pero ella actuaba como si prefiriera alejarse de ellos.


Observé cómo se juntaba con ese pequeño grupo de chicas al final del aula, rechazando la oportunidad de estar entre los más populares. Parecía sentirse más cómoda en su compañía, a pesar de que muchas veces era objeto de burlas por parte del resto del salón.


La chica nueva me generaba una sensación de familiaridad, pero no estaba seguro, así que comencé a investigarla. Noté que tenía conductas similares a las de James: sus gestos, la forma en que hablaba, incluso las cosas que le interesaban.


Había varias pistas: la chica nueva decía ser familiar de James, vivía en el mismo lugar donde él residía y conocía detalles de su vida que solo él podría saber. No había duda, ella era él, pero nadie más que yo y ese grupo de chicas parecía saber la verdad.


Un día, cuando estábamos solos en la biblioteca, me acerqué a ella y directamente le pregunté: "Jazmín, ¿eres James?". Ella suspiró profundamente, su rostro mostró una mezcla de alivio y tristeza. "Te lo contaré solo porque tú fuiste el único del grupo que fue amable conmigo", dijo con voz temblorosa.


Jazmín explicó que había padecido algo llamado "segunda pubertad", una condición extremadamente rara que le había hecho cambiar de género durante el verano. Dijo que esto le había ayudado mucho; ya no era un fantasma social, ahora resaltaba. Sin embargo, admitió que en realidad odiaba al resto del salón por cómo la habían tratado antes de su transformación.


Febrero 14.


Jazmín se había vuelto la chica más inalcanzable, una luz fuera del alcance de cualquier hombre, como un ángel. Todos los chicos que intentaban ligarla eran brutalmente rechazados, sus corazones rotos y sus egos destrozados.


Esa misma tarde, mientras salía del colegio, Jazmín me alcanzó. Se veía algo nerviosa y sonrojada, sus manos temblaban ligeramente. De su bolso de mano sacó una tarjeta en forma de corazón, adornada con brillantes y colores vivos. "T-toma", dijo tartamudeando, mientras me la entregaba. Inmediatamente después, salió caminando rápidamente.



Abrí la tarjeta con curiosidad y leí el mensaje en su interior. Decía: " te invito a mi casa a ver Netflix".

Me quedé allí, en la entrada del colegio, con una sonrisa en el rostro y el corazón latiendo con fuerza. A veces, las personas más inesperadas pueden llegar a tocar tu vida de las maneras más sorprendentes.


lunes, 22 de julio de 2024

Tiempo cruzado



Julian tenía 15 años y guardaba un secreto que le ocultaba a todos: le gustaba usar ropa femenina, especialmente la de su madre. Cada vez que tenía la oportunidad, se sumergía en su mundo secreto, disfrutando de la sensación de la ropa contra su piel.


Viernes, 4:00 p.m.


Cuando su madre le dijo que iba a salir con sus amigas, esperó pacientemente hasta quedar solo en la casa. Observó por la ventana y vio a su madre salir, llevando un llamativo y sexy vestido rojo que se ajustaba perfectamente a sus curvas. Miró cómo un auto se detenía frente a la casa y ella subía, riendo con sus amigas.

En ese momento, Julian hizo su jugada. Entró en la habitación de su madre, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Se desvistió rápidamente y caminó hacia el tocador. Abrió el cajón superior y sacó un par de bragas de encaje. Se las puso, sintiendo la suave tela contra su piel, y luego tomó un sujetador, ajustándolo cuidadosamente.

Miró entre la ropa de su madre, contemplando las opciones con creciente emoción. Vestidos de colores vivos, faldas de diferentes estilos, blusas de seda y leggins ajustados. Finalmente, notó las prendas que su madre había usado todo el día: una blusa blanca y unos jeans, todavía impregnados del perfume floral y la fragancia de una mujer madura. Sin dudarlo, se deslizó dentro de las prendas, inhalando profundamente el aroma que tanto le gustaba.


Al ser delgado, la ropa le quedaba algo holgada, lo que le recordaba su deseo de tener curvas pronunciadas como las de su madre una total mujer madura. Se miró en el espejo, imaginando cómo sería tener un cuerpo como el de ella. Esa fantasía siempre lo había acompañado.


Sintió un cansancio repentino, y sabiendo que su madre no volvería en un buen rato, decidió recostarse en la cama, envuelto en la suavidad de las prendas que había tomado prestadas. Cerró los ojos y se dejó llevar por el suave aroma, cayendo en un profundo sueño. En su sueño, se veía ocupando el lugar de su madre, caminando con una gracia y elegancia innatas. 

Su femeinidad se notaba sus tacones resonaban cuando daba un paso, Las miradas de admiración de quienes la rodeaban reforzaban la sensación de feminidad que emanaba. Julian sentía el peso de las joyas en sus orejas y el suave balanceo de su cabello largo sobre sus hombros. Era como si hubiera nacido para ser esa mujer.


Al despertarse, sintió algo extraño. Notó el cabello en su cara y, al tocarlo, se dio cuenta de que era largo y castaño. Se sentó rápidamente, en pánico, y vio que su cuerpo había cambiado. Ahora tenía caderas anchas y un trasero voluptuoso. Las prendas que antes le quedaban holgadas ahora le apretaban de una manera diferente.



Corrió a la sala de estar y vio que sus manos estaban pintadas de rojo. Miró hacia abajo y vio que 2 grandes senos tapaban susnpies. Se miró en el espejo y vio su rostro maquillado. Al mirarse, comenzó a olvidar lo que estaba haciendo. Sentía miedo al recordar quién era, pero lentamente comenzó a recordar su vida como una versión de su madre, Melania.


De repente, recordó que estaba a punto de salir con sus amigas. Miró el reloj en la pared: eran las 2:00 p.m.


—Aún tengo tiempo — dijo para sí misma.


Se dirigió al baño y se metió en la ducha, disfrutando de la sensación del agua caliente deslizándose sobre su nuevo cuerpo. Sentía cómo cada gota relajaba sus músculos y acariciaba su piel con una calidez reconfortante. Cerró los ojos por un momento, dejando que el vapor envolviera su cuerpo y despejara su mente. Cada curva y contorno de su figura de mujer madura le resultaba fascinante y exótico. 

Se tomó su tiempo, acariciando su piel y explorando su nueva silueta, sintiendo una mezcla de asombro y aceptación.

Al salir, se miró en el espejo empañado y, al limpiar una parte con su mano, se maravilló con su reflejo. Las curvas eran perfectas, su piel radiante. 



Se envolvió en toallas suaves y perfumadas, deleitándose en la fragancia floral que impregnaba el aire y se aferraba a su piel.

Mientras caminaba hacia su habitación, todavía envuelta en las toallas, se encontró con su "hijo" en el pasillo. La visión de él le provocó una oleada de recuerdos borrosos y confusos. Había algo familiar, en su manera de moverse, que la hacía sentir un extraño déjà vu. Sin embargo, la sensación se desvaneció rápidamente mientras continuaba su camino, concentrándose en la emoción de su reciente transformación.

—Julian, ¿has estado husmeando en mi habitación? — le preguntó con una voz que ahora sonaba más autoritaria.


El Julian de esta realidad se mostró nervioso y se fue rápidamente a su habitación, evitando el contacto visual.


Melania comenzó a arreglarse, mirando su reflejo con admiración. Aplicó el maquillaje con destreza, delineando sus ojos y realzando sus labios con un rojo intenso. Tomó unas bragas limpias y se las puso, sintiendo la comodidad de la tela. Entre su ropa, eligió un llamativo vestido rojo y se lo colocó, apreciando cómo se ajustaba a sus curvas. Para entonces, ya eran casi las 4:00 p.m.


Sonó una llamada; tomó el móvil y escuchó la voz de su amiga:


—Chica, ya vamos por ti.


Rápidamente, se puso unos tacones altos, se colocó los aretes y, con su bolso sujetado con la axila, se despidió de su hijo:


—Ya me voy, cariño.


Caminó hacia la salida, miró a la ventana y vio a su "hijo", sintiendo un déjà vu que la hizo detenerse por un momento. Pero rápidamente desechó la sensación y subió al auto con sus amigas.


Pronto, estaba celebrando con ellas, disfrutando de la compañía y la alegría de la noche. Mientras reía y conversaba, una pequeña parte de ella se preguntaba si todo había sido un sueño, pero decidió no darle más vueltas y disfrutar del momento.




Debut...



Alan tenía 2o años y muchas deudas para su corta edad. Había adquirido esas deudas al ayudar a sus amigos y familiares. Una noche, navegando por la web, se encontró con una serie de videos titulados "Apuesta tu masculinidad". En estos videos para adultos, los hombres literalmente arriesgaban su masculinidad, siendo transformados en versiones femeninas de sí mismos, para experimentar los placeres femeninos y no ceder ante estos impulsos. La recompensa: $20,000.


A pesar de lo extraño de la propuesta, Alan no podía dejar de pensar en los $10,000. Ese dinero podría ayudarlo mucho y, a diferencia de los protagonistas de los videos que había visto, él estaba seguro de que podría ganarlos sin ser corrompido por los placeres femeninos. Se rió mientras se inscribía en la página web, llenando todos sus datos.


Poco después, recibió un correo electrónico indicándole que debía presentarse en un lugar específico a una hora determinada. Dos semanas después, llegó al lugar del rodaje. Lo recibió una mujer amable que le resultó familiar; la había visto en los videos como presentadora y entrevistadora. Ella lo acompañó a su despacho y le dio una píldora rosa, que Alan ingirió sin dudar.

Sentía una fuerza interna moldeando su cuerpo. Perdió varios centímetros de altura, su musculatura se desvaneció y su piel se volvió más suave. Sentía que su pene se retraía y una hendidura tomaba su lugar. Sus caderas se ensancharon ligeramente, y un par de pequeños pero firmes pechos se formaron en su pecho. Su cabello se alargó, volviéndose rubio y sedoso. Finalmente, Alan se miró en un espejo y vio que se había transformado en una chica delgada, una verdadera "teen petite" con una figura delicada y juvenil.



Aunque la transformación era completa, Alan aún tenía dudas mientras miraba su reflejo. Le entregaron ropa interior y unas prendas femeninas, indicándole que se las pusiera. La mujer le dijo que mientras se adaptaba a su nuevo cuerpo, podría quedarse en un hotel cercano, y que ella se encargaría de todo.



Un par de días después, Alan ya estaba lista. Lo llevaron hasta el set de filmación. Antes de comenzar, la mujer le ofreció varias opciones para empezar: las escenas más simples, como una escena lésbica, pagarían menos, mientras que las escenas más hardcore pagarían más. La opción que más dinero ofrecía era la de una escena con un hombre negro alto, conocido por "convertir" a todas las chicas en las grabaciones anteriores. Sin dudarlo, Alan eligió esta última opción.


Lo guiaron hasta el set. Allí estaba el hombre alto y corpulento que había visto en los videos. Su presencia era imponente, con músculos bien definidos y una actitud dominante. Alan no pudo evitar sentirse pequeña y frágil a su lado. Antes de la escena, la mujer le dio otra píldora para limitar el riesgo de embarazo. Primero, le tomaron algunas fotos publicitarias y grabaron una entrevista donde Alan explicaba quién era y por qué estaba allí. Luego, le ordenaron comenzar la escena arrodillándose frente al hombre.



El rodaje comenzó y la regla era clara: si Alan tenía varios orgasmos, perdería.



 En 15 minutos, el director gritó: "¡Son 3!". El hombre negro se rió y dijo: "Casi me tienes ahí, menos mal que pude contenerme hasta que perdiste. Espero que hayas tomado esa pastilla, pequeñas y delica niña".



Que este hombre fuerte lo llamara" pequeña  y deli cada" no le dolió tanto a Alan como él pensaba es mas en cierta parte lo habia gozado genuinamente,  luego una e tre vista final de como describia su experiencia, diciendo que genuinamente si lo volveria a hacer.

Luego sin nada mas que hacer Salió del set y se limpió antes de que le entregaran sus pertenencias personales y un nuevo conjunto de ropa. Regresó a su dormitorio, sin dinero ni pene, preguntándose qué haría ahora. Como explicaría  todo esto a su familia 

pero resultó que no tenía por qué preocuparse, ya que la mujer entró para pagarle, aunque no toda la suma completa, y le dio la píldora para volver a la normalidad.

La vida de Alan continuó normal... hasta que, por supuesto, recibió la llamada para regresar. Estaba en su apartamento, disfrutando de una tarde tranquila, cuando el sonido de su teléfono rompió la calma. 

La mujer del rodaje anterior estaba al otro lado de la línea, su voz suave pero firme. Le explicó que había surgido una nueva oportunidad, una escena que pagaría incluso más que la anterior. Esta vez, el desafío era aún mayor: 1 contra 5.

Alan sintió un nudo en el estómago mientras escuchaba la propuesta. Sabía que el dinero era tentador, pero la idea de enfrentarse a cinco hombres a la vez era intimidante. Sin embargo, las deudas seguían acechándolo, y el recuerdo del alivio financiero que había sentido después del último rodaje lo convenció.La mujer le aseguró que todos los participantes eran profesionales y que la seguridad estaba garantizada.

 Le envió los detalles y, con una mezcla de nervios y determinación, Alan aceptó. Se preparó mentalmente durante los días siguientes, recordando la experiencia anterior y tratando de imaginar cómo sería esta nueva prueba.

Cuando llegó el día del rodaje, Alan se presentó en el mismo estudio, pero esta vez todo parecía más grande y más profesional. La mujer lo recibió con una sonrisa y lo llevó a una sala de preparación.

 Allí, le dieron otra píldora rosa y ropa más provocativa que la anterior: una. Blusa de unicornio que la hacia ver mas frágil e inocente.

Los cinco hombres ya estaban allí cuando Alan llegó al set. Eran altos y musculosos, con miradas que desnudaban a la pequeña alana. El director explicó las reglas nuevamente y, tras unos momentos de tensión, Alan se arrodilló en el centro del set, rodeada por los cinco hombres.


El rodaje comenzó y Alana intentó mantener la concentración, recordando que debía evitar los orgasmos para ganar. La intensidad de la escena era jodida, y el director capturaba cada momento con precisión. La mujer observaba desde un lado, asegurándose de que todo saliera según lo planeado.


A medida que avanzaba la escena, Alana luchaba por controlar sus emociones y su cuerpo. La presión aumentaba con cada minuto, y finalmente, tras lo que le parecieron horas, el director gritó: "¡Corte!".


Los cinco hombres se apartaron, dejándolo exhausto en el centro del set. La mujer se acercó y le ayudó a ponerse de pie, felicitándolo por su rendimiento. Aunque había perdido nuevamente, el pago era considerable, y Alana sabía que había hecho lo correcto.

Regresó a su apartamento con el cheque en la mano, sintiéndose aliviado pero también cambiado. Las experiencias habían dejado una marca profunda en él, y mientras se sentaba en su cama, mirando su reflejo en el espejo, se preguntó qué le depararía el futuro...