En un nuevo cuerpo

Vaya, todavía se siente raro estar en el cuerpo de la profesora Addams, pero también se siente bastante bien", pensó Brian. Hace no mucho, yo era un estudiante universitario de 19 años. Me habían excusado para ir al baño y dejar el auditorio donde estaba hablando un invitado.

Caminaba por el pasillo junto al salón de clases cuando todo se volvió negro... Perdí la conciencia. Cuando la recobré, me encontré en un aula. Inmediatamente me di cuenta de que de alguna manera estaba en el cuerpo de una mujer: el largo cabello castaño y sedoso que caía en cascada sobre mis hombros, el peso de unos senos grandes y firmes en mi pecho, y la extraña sensación de unos tirantes sujetándolos.

Miré lo que llevaba puesto y era la misma ropa que había visto antes en la profesora Addams. Mis manos temblaban mientras exploraba mi nuevo cuerpo. Los senos eran copa DDD, grandes y pesados, pero firmes, con una sensación de plenitud que nunca había experimentado. Mi abdomen era plano y tonificado, con músculos sutilmente definidos que mostraban una rutina de ejercicio constante. La piel era suave como la seda y sin imperfecciones, de un tono ligeramente bronceado.

Mis piernas largas y esbeltas parecían sacadas de una revista de moda, con muslos firmes y pantorrillas bien formadas. Incluso mis manos y pies eran elegantes, con uñas perfectamente cuidadas y pintadas de un rojo profundo. Mi rostro, al que tuve que acostumbrarme poco a poco, era el de una mujer madura y atractiva, con pómulos altos, ojos expresivos de color avellana y labios llenos y bien delineados.

Poco después, fuera del aula, todo sonaba como una casa de locos: gritos y personas corriendo de aquí para allá. Aseguré la puerta con los cerrojos y coloqué una silla debajo del pomo para trabarla. Corrí las persianas.

Por lo que pude oír, había muchas más personas que se encontraban en el cuerpo de otra persona. Mientras estaba encerrado, no pude contenerme y quise echar un vistazo a este nuevo cuerpo que tenía ahora. 

¡Wow, era sexy para ser una mujer de 40 años! Después del frenesí en los pasillos, todo estaba sorprendentemente tranquilo. Todos habían salido huyendo. Me vestí nuevamente y el sonido de los tacones resonaba por todo el pasillo.

Ahora me pregunto, si yo estoy en el cuerpo de la profesora Addams, ¿quién está en mi cuerpo? ¿Y adónde fue?