La señora Shapiro era la mujer más atractiva de la cuadra. Todos los chicos la amaban y fantaseaban con ella. Era una mujer madura pero muy atractiva, conocida por ser una devota esposa y madre. Su figura delgada pero con senos de talla DDD y caderas amplias, que denotaban su experiencia como madre,
la hacía aún más deseable. Su cabello castaño caía en ondas suaves sobre sus hombros, y sus ojos verdes tenían un brillo cautivador que atrapaba la atención de cualquiera que los mirara. La señora Shapiro tenía una sonrisa encantadora y un porte elegante que la convertía en el centro de todas las miradas.La admiración por ella se disparó, pero esta vez por una razón distinta: se filtró un video de ella teniendo intimidad con su marido, complaciéndolo de manera anal y oral. El video circulaba entre los jóvenes, y Ben era el que más deseos tenía hacia la señora Shapiro. Se preguntaba qué podía hacer para que una mujer como ella se fijara en un perdedor como él.
Ben era un chico tímido y poco atractivo. No tenía muchas habilidades sociales y pasaba la mayor parte de su tiempo solo. En reiteradas ocasiones, había enviado mensajes a la señora Shapiro, confesándole su amor, pero siempre era ignorado. Sentía una mezcla de frustración y desesperación.
Sin embargo, un día Ben tuvo una idea. Recientemente, una extraña y peculiar bruja errante había llegado al pueblo. Ella ofrecía remedios milagrosos para cualquier cosa, incluso hechizos. Esto no pasó desapercibido para Ben, quien, desesperado, fue a verla y le contó su situación, explicándole cómo deseaba tener el control total de la señora Shapiro. La bruja, una anciana con cabello gris y ojos penetrantes, no dijo nada y de inmediato comenzó a buscar cosas en su baúl. Sacó una especie de pergamino antiguo y le dijo a Ben que si recitaba lo que decía en el pergamino, tendría el control total de la mujer que tanto anhelaba, por la cantidad de $10.
Con el pergamino en mano, Ben se preparó ansiosamente para realizar el hechizo. Pensó que después de eso tendría a la señora Shapiro a sus pies. Decidió hacerlo en su habitación, rodeado de velas y con una atmósfera que le hacía sentir que estaba a punto de cambiar su destino. De repente, su visión se quedó en blanco. Recitó el texto, y de repente una luz blanca lo cegó. Cuando pudo ver de nuevo, estaba en una casa diferente, sosteniendo el tubo de una aspiradora.
Vio la voluptuosa figura de la señora Shapiro en el reflejo del espejo: su piel suave y bronceada, sus senos generosos y firmes, y sus caderas anchas que resaltaban su experiencia como madre.
Quedó en shock, pero la bruja no le había mentido. Ahora literalmente tenía el control de todas las acciones de la señora Shapiro, ya que Ben ahora poseía su cuerpo. Sin nada que perder, comenzó a explorar ese sensual cuerpo maduro. Se miró en el espejo, admirando la forma en que su nuevo cuerpo se movía, disfrutando de la sensación de su piel bajo sus manos.
Sin embargo, no se percató de que el señor Shapiro había llegado del trabajo. Al escuchar la puerta, Ben intentó actuar con naturalidad, pero no estaba preparado para enfrentar al marido de la señora Shapiro. Se sintió atrapado y nervioso, sin saber cómo manejar la situación.
Unos días más tarde, Ben, aún en el cuerpo de la señora Shapiro, no sabía si algún día iba a volver a su cuerpo original. La confusión y el miedo empezaron a apoderarse de él, mientras buscaba desesperadamente a la bruja que le vendió el hechizo para revertirlo. Sin embargo, la anciana parecía haberse desvanecido sin dejar rastro, dejando a Ben atrapado en el cuerpo de la mujer que siempre había deseado. Cada día se sentía más perdido, enfrentándose a la realidad de vivir la vida de la señora Shapiro, lidiando con su familia, sus responsabilidades y, sobre todo, con el peso de su decisión impulsiva.
Jajajaja me encantó!!
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