"Tu padre y yo vamos a salir, no te metas en ningún problema mientras no estamos", dijo con altivez la mujer parada en la puerta de Frank. Llevaba un vestido ajustado de seda roja que resaltaba sus curvas, y su cabello rubio caía en suaves ondas sobre sus hombros.
Frank suspiró, frustrado. "¿En serio, Kevin? ¿Podemos dejar de actuar? Tu tonta 'broma' debería haber terminado hace más de un mes".
La mujer se cruzó de brazos y levantó una ceja perfectamente delineada. "¡Te lo dije, no me llames con ese feo nombre mientras me veo así! ¡Además, todavía me estoy divirtiendo demasiado! Caray, eres un tonto, no es de extrañar que tu papá siempre se esté quejando".
Frank la miró con incredulidad. "No entiendo cómo puedes seguir con esto. ¿No te cansas de fingir ser alguien que no eres?"
La mujer, que en realidad era su amigo Kevin transformado en una madura rubia gracias a una píldora X-Change, se acercó y puso una mano en la cadera. "¿Fingir? Querido, ya no estoy fingiendo. Me he adaptado. Además, tu papá parece disfrutar mucho mi compañía."
Kevin había tomado la píldora el mes pasado, pensando que sería una broma divertida del Día de los Inocentes invitar al padre soltero de Frank a una cita. Planeaba revelarse esa noche, pero ahora era mayo y todavía aparecía como mujer casi todos los días.
Frank no estaba exactamente seguro de qué pasó esa primera noche que hizo que Kevin decidiera seguir actuando y transformado en una mujer, pero tenía una suposición bastante clara. "¿Y qué pasa cuando se acaben las píldoras? ¿Vas a volver a ser tú mismo o piensas seguir con esta locura?"
Kevin sonrió con picardía. "¿Quién sabe? Tal vez ya me guste ser Vanessa más de lo que imaginaba. Además, tu papá y yo... bueno, digamos que tenemos una conexión especial. No me importaría que esto continuara indefinidamente."
Frank sintió una mezcla de confusión y curiosidad. "¿Qué fue lo que realmente pasó esa primera noche, Kevin? ¿Qué te hizo seguir con esto?"
Kevin, o más bien Vanessa, le guiñó un ojo. "Tal vez algún día te lo cuente, Frank. Pero por ahora, solo deja que tu padre sea feliz."
Mientras Vanessa salía de la habitación, Frank no pudo evitar pensar en cómo su vida había cambiado tan drásticamente en tan poco tiempo. Y aunque no entendía completamente las motivaciones de Kevin, una cosa era segura: nada volvería a ser como antes.
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